Organizada por la organización sin fines de lucro Samarth Bharat Vyaspeeth, la escuela está alojada en contenedores de carga debajo del puente y brinda a los niños no solo conocimiento, sino también cuidado, apoyo y nutrición.
Cada mañana, alrededor de una docena de niños cruzan una carretera concurrida acompañados por adultos para comenzar su día escolar. En la escuela les espera una cálida bienvenida: se bañan, se visten con uniformes escolares y desayunan té y gachas. Luego se envían a clases en contenedores de carga con aire acondicionado.
El programa de capacitación incluye aprender Marathi (idioma local) e Inglés, trabajar con computadoras y realizar experimentos científicos simples. Durante los cambios, los niños juegan al fútbol y juegos indios tradicionales como kabaddi.
La escuela, en funcionamiento desde 2016, proporciona a sus alumnos un refugio diurno, proporcionándoles un ambiente seguro, tres comidas al día y todo lo que necesitan para desarrollarse. Muchos de estos niños viven en condiciones extremadamente estrechas, en casas improvisadas construidas con materiales improvisados.
El objetivo principal de la escuela es preparar a los niños para los exámenes oficiales organizados por la Junta estatal de educación. Hasta la fecha, la escuela tiene 57 estudiantes y su misión es ayudar a los niños de los barrios marginales a adaptarse a la vida en la sociedad, no solo satisfaciendo sus necesidades educativas, sino también cuidando su salud y bienestar emocional. Esta iniciativa demuestra cómo las personas y organizaciones indiferentes pueden crear un cambio real en la vida de quienes necesitan desesperadamente apoyo y atención.