El síndrome FOBO: cómo el miedo a equivocarse impide el desarrollo profesional

¿Con qué frecuencia te sientes abrumado por tener que elegir? ¿Tienes miedo de no hacer la mejor elección o no tomar la mejor decisión?

Si este miedo te paraliza y te deja incapaz de hacer otra cosa que seguir esperando lo mejor, estás sufriendo el efecto FOBO. El llamado miedo a la decisión perfecta es una aflicción del siglo XXI que se está expandiendo rápidamente en todos lados. Averigüemos cómo se produce el FOBO, cuáles son sus consecuencias y si es posible librarse de este efecto.

Qué es el síndrome FOBO

El acrónimo significa Fear Of Better Options, es decir, el miedo a tomar la decisión equivocada, a perderse la mejor opción, a elegir mal. Las personas sujetas a este efecto sienten un miedo muy real a tomar una decisión. Ese sentimiento es aún más agudo si hay varias opciones a la vez. Estas personas temen que, en cuanto tomen la decisión, aparecerá una oportunidad más favorable, prometedora y valiosa, pero será demasiado tarde para aprovecharla.

Por lo tanto, FOBO no es un síndrome o efecto ocasional, sino una forma de pensar que acompaña constantemente a una persona. Por regla general, las personas con FOBO viven en condiciones de incertidumbre, esperando constantemente un futuro mejor, rechazando las oportunidades actuales y posponiendo las decisiones todo lo posible. Inconscientemente malgastan sus recursos internos, energía y tiempo analizando todo tipo de alternativas y retrasando el momento de la elección. Esto agota tanto mental como físicamente, además de no aportar ningún resultado.

Además, FOBO tiene un impacto negativo no sólo en la vida de la persona con este síndrome, sino también en su entorno. A una persona con FOBO le cuesta asumir cualquier compromiso, tarda mucho en tomar decisiones e incluso no siempre es capaz de hacerlo, tiende a arrepentirse de las elecciones hechas sin ninguna razón válida, es propensa a procrastinar y a menudo mantiene a sus compañeros, subordinados y familiares en una constante espera.

Cómo surge el FOBO: el efecto precedente llamado FOMO y el consumo excesivo de información

La aparición del síndrome FOBO está directamente relacionada e incluso provocada por otro fenómeno: el FOMO. Es lo que se conoce como Fear of Missing Out, es decir, el miedo a perder las oportunidades. Este efecto hace que las personas sientan que algo importante y valioso se les escapa y que pasa de largo, lo que provoca un aumento de la ansiedad y la preocupación. Por regla general, el síndrome FOMO, al igual que su compañero FOBO, se desencadena por las redes sociales. Los contenidos que se ven allí son los que se convierten en el principal detonante para que las personas se sientan confusas, inseguras y fracasadas. Mientras que los que nos rodean parecen más exitosos, ricos, realizados y felices.

Así, tanto el FOMO como el FOBO contribuyen al sobreesfuerzo, la fatiga, el aumento de la ansiedad y la pérdida de concentración. Esto se debe al hecho de que las personas tienen una necesidad vital de consultar constantemente el messenger, desplazarse por los feeds de las redes sociales, participar en todo tipo de eventos, es decir, estar al día de todo lo que ocurre. Pero mientras que el FOMO hace que una persona acepte literalmente todo lo que se le ofrece, pruebe todo tipo de entretenimiento, acepte cualquier trabajo, el FOBO, por el contrario, causa aturdimiento y no permite hacer ninguna elección. Otra diferencia clave entre los síndromes es que el FOMO afecta en mayor medida a la persona afectada, mientras que el FOBO afecta a los que la rodean.

Como resultado, tanto el FOMO como el FOBO surgen debido al exceso de elección, a la abundancia. Podemos decir que estos síndromes son una consecuencia del consumo excesivo, la presencia de un gran número de alternativas, es decir, una variedad de bienes de consumo y servicios. Cuando una persona se enfrenta a todo tipo de opciones, de las cuales sólo hay una para elegir, experimenta no sólo ansiedad temporal, sino también estrés a largo plazo.

Además de que estos efectos se deben en gran medida a la economía moderna, la cultura y el estatus social, también influyen los rasgos de la personalidad. Por ejemplo, los científicos han descubierto que el miedo a perderse algo es más frecuente en personas con un marcado neuroticismo o, en otras palabras, más ansiosas, inquietas y emocionalmente inestables. Además, la comunidad científica cree que el desarrollo de FOMO y FOBO también se ve afectado por el sentimiento de insatisfacción con sus propias vidas, la soledad y la baja autoestima. En este caso, las personas buscan compensar la falta de intimidad y comunicación con los demás, satisfacer la necesidad de conectar con los demás, conseguir algunos resultados y ser útiles.

Cuáles son los peligros de la FOBO: consecuencias

Además de lo que ya sabemos - la preocupación, la ansiedad, el estrés y la depresión - FOBO conduce a la indecisión crónica, es decir, el hábito inconsciente de evitar constantemente tomar decisiones, así como el rechazo frecuente a hacer su propia elección, evitando la responsabilidad y las consecuencias. El resultado de los efectos de FOBO es el siguiente:

• tomar malas decisiones: curiosamente, el miedo a perderse algo valioso e importante gasta una broma pesada a la gente y le hace, por el contrario, tomar malas decisiones, así que en lugar de ponerse ansioso y preocupado, mira la situación con sensatez, analiza todos los factores y toma una decisión con la mente fría;

• un sentimiento creciente y constante de insatisfacción con la vida: esto se debe al hecho de que FOBO hace que la gente espere algo mejor, espera una oferta aún más favorable o una situación aún más exitosa, aunque todo le vaya bien en ese momento;

• desarrollo del síndrome de fatiga crónica debido al hecho de que el FOBO causa estrés, obligando a la persona a estar constantemente atenta a todos los acontecimientos que suceden, a buscar alternativas, a estar siempre en un estado de elección y al mismo tiempo la imposibilidad de hacer esta elección;

• pérdida de tiempo: pensar qué decisión tomar y angustiarse con la elección reduce la productividad y consume una enorme cantidad de tiempo y otros recursos que podrían dedicarse a alcanzar objetivos reales;

• pérdida real de oportunidades: evitando hacer elecciones, temiendo riesgos y fracasos, una persona con el síndrome FOBO nunca llega a materializar su decisión y continúa esperando tiempos mejores, mejores condiciones y mejores opciones.

¿Sufres el síndrome FOBO? Lista de comprobación de Lectera

Ya hemos aprendido que el síndrome FOBO puede afectar a muchas áreas diferentes de la vida y puede aparecer inesperadamente incluso en situaciones en las que hay que tomar las decisiones más insignificantes y sin importancia que no afectan a tu futuro. Para no quedarte aturdido y no perder una buena oportunidad, deberías pasar un test para detectar el síndrome FOBO. Marca las siguientes casillas con las que estés de acuerdo:

• Rara vez pruebo cosas nuevas y siempre vuelvo a caer en viejos hábitos;
• Seguro que las vidas de mis amigos son más interesantes y felices que la mía;
• A menudo cuando voy a la compra, así que siempre compro productos de una empresa que ya he probado;
• Me cuesta definir mi estilo de vestirse, me paso horas sentado en probadores y no consigo decidirme entre una pieza más práctica y versátil o extravagante y colorida;
• Normalmente paso mi tiempo libre en casa, porque no puedo decidir adónde ir;
• Al mismo tiempo, me angustio mucho si no puedo quedar con mis amigos y se ven sin mí;
• Soy el que más tarda en elegir un plato en un restaurante, pero al final siempre acabo tomando carbonara;
• Sigo dudando si he elegido bien mi profesión;
• Tardé mucho en encontrar trabajo preguntándome cuáles eran las mejores condiciones, hasta que se me acabaron los ahorros y trabajar se convirtió en una necesidad de verdad;
• Me encanta volver a ver películas y series de televisión antiguas porque me resulta difícil elegir qué cosas nuevas ver;
• Llevo mucho tiempo con el mismo peinado porque no consigo decidir exactamente cómo quiero cortarme el pelo y qué es lo que mejor me sienta;
• Suelo empezar a elegir el destino de mis próximas vacaciones con un año de antelación para poder mirarlo todo y decantarme por la mejor opción.

Cuantas más casillas hayas marcado, más probabilidades tienes de verte afectado por el FOBO. Para minimizar y finalmente eliminar sus efectos, hay que tomarse el asunto en serio.

Cómo deshacerse de FOBO por tu cuenta

Por supuesto, no existen métodos o prácticas universales para superar el efecto FOBO, porque todo depende exclusivamente de la situación en la que una persona tenga que elegir y de su personalidad. Estarás de acuerdo en que hay una diferencia entre no poder decidir qué película ver y qué profesión elegir. No obstante, los expertos de Lectera están dispuestos a compartir contigo recomendaciones generales sobre cómo superar las dificultades de elección, escucharse a sí mismo y prevenir los síntomas de FOBO:

• Céntrate en lo importante

Debes recordarte regularmente tus propios valores, lo que es primordial para ti, comprender tus deseos, necesidades y sus razones. Para tomar siempre la decisión correcta y no arrepentirte, céntrate en lo que es importante para ti en ese momento, sin prestar atención a factores externos. Conocer tus propios valores te ayudará a reducir el número de alternativas posibles, eligiendo entre ellas sólo las que coincidan con tus valores. Recuerda que cada decisión que tomes debe acercarte al cumplimiento de un deseo, a la consecución de un objetivo, a la realización de un sueño.

• Aprende a tomar decisiones rápidas y sin remordimientos

En situaciones cotidianas que no vayan a tener consecuencias graves y duraderas, lo mejor es tomar decisiones rápidas. De este modo ahorrarás tiempo y energía, y además podrás practicar a analizar opciones de manera operativa.

• Reduce poco a poco el tiempo que tardas en elegir

Intenta limitar tú mismo tus recursos. Por ejemplo, reduce el tiempo de que dispones para tomar una decisión. En función de las consecuencias que vaya a tener esa elección, de su gravedad y de cómo vaya a afectar a tu vida, ponte un plazo. Por ejemplo, elegir una comida en un restaurante puede llevarte diez minutos, pero encontrar el mejor trabajo puede llevarte un mes. Lo principal es no aplazarlo demasiado y, literalmente, forzarse para tomar una decisión.

• No olvides lo que has conseguido ya

Siempre agradece por lo que tienes. Recuerda el camino que ya has recorrido, lo que has logrado, las alturas que has conquistado. Recordar tus propios logros te hará sentir menos preocupado por dar con la opción perfecta.

• Muévete y socializa más

La actividad social y la comunicación te permitirán ver ciertos problemas desde un punto de vista diferente, replanteártelos y tomar la decisión correcta. Las personas que te rodean pueden aportarte ideas interesantes que te ayudarán a tomar decisiones inesperadas o te abrirán nuevos horizontes. Al mismo tiempo, la actividad física eliminará factores de estrés adicionales y te permitirá deshacerte de pensamientos molestos e innecesarios.

Si el síndrome FOBO aparece inesperadamente en el momento de tomar decisiones críticas, utiliza el siguiente algoritmo:

1. En primer lugar, intenta mantener la mente abierta. Si la decisión va a tener un impacto significativo en tu futuro, no debes dar preferencia a la primera opción que haya surgido antes de analizar varias alternativas. Es especialmente importante encontrar un equilibrio: evaluar todas las posibilidades con sensatez, pero al mismo tiempo rechazar sin miedo las menos adecuadas sin arrepentimiento.

2. Define lo que quieres conseguir, establece criterios claros y un resultado admisible. Tienes que entender tus objetivos y conocer el valor de cada uno. Si te basas en criterios precisos, la elección será más fácil. Lo mejor es ponerlo por escrito: primero lo que quieres, luego las formas probables de alcanzar el objetivo y los criterios que te guiarán a la hora de elegir cómo lograrlo, es decir, la opción de elección.

3. Confía únicamente en los hechos y en el análisis. Reúne toda la información necesaria y empieza a analizar, comparar y predecir las consecuencias de tus opciones. Recuerda que todas las soluciones a un problema deben cumplir los objetivos definidos en la etapa anterior. Por lo tanto, si en esta fase resulta que una de las opciones no cumple los criterios, debes excluirla inmediatamente y dejar de considerarla. Procura no volver a planteártela en el futuro.

4. Utiliza más de una fuente de información. Dependiendo del nivel de complejidad de la elección que tengas que hacer, puedes consultar a expertos o pedir consejo o recomendaciones a personas desinteresadas. Tras examinar la situación desde todos los ángulos y analizar todos los matices, elige dos o tres opciones que sean las más apropiadas y adecuadas para el fin perseguido.

5. Elija una opción favorita. Luego compárala con las opciones restantes y determina cuál es la mejor en la mayoría de los criterios.

6. Sé flexible. Si una opción que no estaba entre tus favoritas de repente resulta ser más aceptable después de compararla con la favorita, esa es la que deberías elegir.

Se trata de recomendaciones universales que también pueden ser útiles para la prevención de FOBO si no notas ningún problema en la toma de decisiones. En cualquier caso, el algoritmo te ayudará a sistematizar la información disponible y a tomar la decisión más correcta, lógicamente justificada, y a no arrepentirte después.

Cabe aclarar que pensar mucho en las opciones, hacerse lluvias de ideas y largos análisis detallados no siempre son síntomas de FOBO. Por regla general, el estudio minucioso de la información y la comparación de varias alternativas permiten tomar la decisión correcta y obtener más beneficios y ventajas. Sin embargo, es igual de importante ser capaz de tomar decisiones rápidas, responsabilizarse de sus consecuencias y no llevar a los límites el problema de la elección. Todo debería tener su término medio, así que intenta no permitir que el miedo a tomar decisiones se apodere de ti, mantén el control de tu vida y haz una elección consciente a favor de la superación personal. ¡Te deseamos buena suerte en este camino!