Español
Cada uno de nosotros trata su cuerpo de forma diferente. Por ejemplo, algunos lo perciben únicamente como una envoltura física, mientras que otros lo utilizan como herramienta de autorrealización y empoderamiento.
Es la relación con nuestro propio cuerpo la que determina nuestros pensamientos y percepciones de nosotros mismos y de los demás. El embodiment implica precisamente eso: una estrecha unión entre cuerpo y mente. Averigüemos en qué consiste este concepto, cómo influye el cuerpo en la mente y si podemos aprender a controlar este proceso.
Qué es el Embodiment
Embodiment significa encarnación, realización. En este caso, se refiere al estado psicoemocional de una persona, que se refleja en su cuerpo. El embodiment es un enfoque especial del coaching y de diversas prácticas corporales basado en el estudio de la conexión entre el cuerpo de una persona y su conciencia. Según este concepto, todos los sentimientos y emociones que experimentamos y el estado general de nuestra psique están directamente relacionados con los movimientos y las sensaciones físicas. En otras palabras, el cuerpo y la mente se influyen mutuamente de forma constante. La teoría de la cognición incorporada afirma que nuestros pensamientos y conocimientos se basan en sensaciones y acciones concretas, no en objetos abstractos. Por tanto, todo lo que aprendemos y sentimos se manifiesta en el cuerpo. En consecuencia, percibir el mundo no es sólo un proceso mental, sino también físico.
Algunos terapeutas y coaches también llaman "embodiment" a la propia capacidad humana de percibir y analizar el bienestar emocional y el estado del propio cuerpo en un momento dado. Sin embargo, según la primera y la segunda definición, el cuerpo según el embodiment debe considerarse parte integrante de la persona, ya que todas nuestras experiencias se reflejan no sólo en la mente, sino también en el cuerpo. Así, con la ayuda de las prácticas corporales, uno puede llegar a conocerse a sí mismo más profundamente, reducir el nivel de estrés y ansiedad, cambiar su estado por otro más ingenioso y encontrar la armonía tanto internamente como en las relaciones con los demás.
Cómo surgió el embodiment
En realidad, el embodiment es un movimiento que está muy lejos de ser nuevo. Esta tendencia se formó en las décadas de 1960 y 1970. Se vio influida en gran medida por la popularidad de prácticas orientales, como el yoga y la meditación, en Estados Unidos. Su filosofía, el interés por el desarrollo personal con ayuda del cuerpo y la idea de la conexión inseparable entre corporalidad y atención plena atrajeron la atención de muchos investigadores, terapeutas y entrenadores occidentales. Además, los científicos pronto encontraron verdaderas razones neurofisiológicas para creer que la mente humana es capaz de influir en el cuerpo y viceversa.
Uno de los fundadores del embodiment fue Richard Strozzi-Heckler, fundador del Instituto Strozzi. Enseñó aikido a soldados de infantería estadounidenses. Curiosamente, el objetivo del entrenamiento no era tanto el combate y el entrenamiento físico, sino el crecimiento intelectual y personal. Así surgió el coaching somático, que consiste principalmente en enseñar técnicas de autorregulación y autoayuda. Más tarde, Wendy Palmer desarrolló un enfoque único en el marco del embodiment: leadership embodiment, o liderazgo corporal. También se basa en el coaching somático, pero hace hincapié en el desarrollo de la inteligencia emocional y las habilidades de liderazgo.
Otro de los fundadores de embodiment es Paul Linden, también conocido por ser el autor del programa Being in Movement. Su objetivo es ayudar a las personas a afrontar sus experiencias, trabajar los traumas, deshacerse de los bloqueos, ciertas reacciones y patrones corporales cambiando su propio estado corporal y mental. Bonnie Bainbridge Cohen también estudió los movimientos automáticos habituales, es decir, los patrones corporales. Ella fundó su propia tendencia en embodiment - Body-Mind Centering, cuya esencia es el estudio de los sistemas internos del cuerpo humano, principalmente los sistemas musculoesquelético, nervioso y respiratorio.
Qué implica la práctica del embodiment
En realidad, el embodiment es un enfoque integral y holístico. Incluye el yoga y la meditación, artes marciales como el aikido, así como la danza y muchas otras prácticas corporales. Incluso el ejercicio físico puede formar parte del embodiment si cambia su enfoque de desarrollar músculos o reducir su cintura a cómo el ejercicio afecta su calidad de vida y qué otros beneficios obtiene de cada visita al gimnasio. Así, la ya mencionada maestra de aikido Wendy Palmer está segura de que el embodiment «no es el 'qué', es el 'cómo'». En pocas palabras, el proceso y el resultado no dependen de ejercicios y tareas específicas, sino de cómo los realizamos y de cómo tratamos nuestro cuerpo.
En primer lugar, si quiere empezar a practicar el embodiment, pruebe las tres técnicas básicas: observación, conexión con la tierra y centración.
La observación implica controlar regularmente su propio estado de ánimo. En cuanto algo cambie en su entorno o se sienta diferente de repente, pregúntese en voz alta o a sí mismo: «¿Qué estoy experimentando, sintiendo ahora mismo?». Preste atención a si le gusta sentirse así, y averigüe también por qué se siente así en primer lugar, qué tiene que hacer la próxima vez para que esta emoción se repita, o viceversa: cómo debe comportarse para no volver a sentirse así nunca más. Es importante comprender qué lo lleva a un determinado estado y cuál es el desencadenante, cómo se refleja en su cuerpo y afecta a su salud. Por eso debe fijarse en las manifestaciones y efectos de las emociones no sólo a nivel mental, sino también a nivel físico. Observe cómo se comporta su cuerpo en distintas situaciones, preste atención a las expresiones faciales y los gestos. Llevar un «diario de emociones» le ayudará a facilitar este proceso y convertirlo en un hábito. Durante el día, anote en él todos los sentimientos que experimenta, las razones probables de su aparición y una breve caracterización. Por la noche, abra de nuevo el diario y analice el día anterior, evalúe lo sucedido con una mirada nueva. De este modo aprenderá a tener un enfoque más consciente y saludable de usted mismo y de la vida en general, podrá gestionar sus emociones e incluso leer a los demás con facilidad.
La segunda práctica -conexión con la tierra- es mucho más sencilla. Todo lo que tiene que hacer es desplazar su atención y detenerla en su cuerpo y, más concretamente, en sus pies. Intente sentir el suelo, su propio peso y la forma en que sus pies tocan la superficie. Sienta el apoyo en sus pies, que da apoyo también a todo su cuerpo. Relaje la cabeza, el cuello y el torso, debería sentir pesadez y fuerza en los pies. Esta técnica conecta con la tierra, permite sentir la conexión entre todas las partes del cuerpo y ayuda a armonizarlas.
Otra práctica fundamental es la centración. Para realizarla, también tendrá que encontrar apoyo en los pies: haga contacto con la superficie del suelo lo más firmemente posible. A continuación, enderécese y empiece a desplazar lentamente su atención de la cabeza a la cara, luego a los hombros, el pecho, los brazos, el estómago y las piernas. Intente sentir el centro de su cuerpo. Mantenga la mirada al frente e inhale y exhale lentamente. Aunque esta práctica requiere concentración y un enfoque máximo, ayuda a relajar el cuerpo, a deshacerse de las reacciones involuntarias y bloqueos. Además, la centración es más eficaz en situaciones de estrés. La técnica le ayudará a recuperarse rápidamente y a evitar la ansiedad y la preocupación que suelen acompañar al estrés.
El embodiment también incluye muchas técnicas de respiración. Por ejemplo, puede respirar en cuadrado o practicar la respiración 4-7-8. Se trata de hacer la primera inspiración por la nariz durante cuatro segundos. Luego hay que aguantar la respiración durante siete segundos y exhalar por la boca durante ocho segundos, y los labios deben curvarse en forma de tubo para que el aire cree un silbido característico. Lo mejor es repetir este ejercicio por la mañana y por la noche de tres a cinco veces, ya que ayuda a activar el sistema nervioso y a relajarse. Es interesante que esta práctica proviene del yoga, o más bien, una de sus variedades - pranayama.
El yoga es otra parte importante del embodiment. Combina tanto la actividad física como las prácticas respiratorias y la meditación. Ayuda a calmarse y relajarse, a distraerse de los pensamientos cotidianos, a sentirse en el momento. La meditación, por su parte, implica la observación desapegada de los propios pensamientos, así como aliviar tensiones y fomentar la empatía y la compasión por uno mismo y por los demás. Hay muchas investigaciones científicas dedicadas a este tema. Los expertos han comprobado que la meditación tiene un efecto positivo en la capacidad de gestionar los propios sentimientos, al reforzar la conexión entre el cuerpo en forma de almendra -una de las áreas del cerebro- y el propio centro de control de las emociones. Y al incluir el embodiment, puede entender cómo le afectan estas prácticas y cómo mantener en su vida cotidiana la calma que obtiene durante la meditación.
Cada una de las prácticas anteriores, ya sea la respiración, el yoga o las técnicas de meditación, resultará más productiva si se prueba la desintoxicación digital. Este es otro componente importante que apoya el concepto de embodiment y facilita su aplicación efectiva en la vida cotidiana. De hecho, nos volvemos adictos a las redes sociales muy rápidamente, ya que nos ofrecen la dopamina que tanto nos falta. Sin embargo, esta adicción acarrea graves consecuencias: disminución de la autoestima, aumento de los niveles de ansiedad y estrés, trastornos del sueño y depresión. Por lo tanto, es importante limitar el uso de las redes sociales, por ejemplo, poner límites a la navegación por Internet y a las distintas aplicaciones. Además, hay que desconectarse de los dispositivos antes de acostarse. Por cierto, las reuniones con amigos y familiares sin teléfono serán más interesantes y memorables.
Otros beneficios del embodiment
Además de aprender a escuchar sus verdaderas necesidades y deseos, la práctica del embodiment también le permitirá:
-
afrontar con mayor rapidez y eficacia la inestabilidad emocional;
-
gestionar su propio estado psicoemocional en diversas circunstancias vitales;
-
aumentar la tolerancia al estrés;
-
desarrollar la empatía y hacer frente a todas las dificultades de comunicación.
El embodiment consiste en ser más sutilmente consciente de uno mismo, desarrollar la conciencia y aportar cambios positivos a la vida. Estas prácticas pueden ayudarle a estar más atento a sí mismo y a los demás.
También puede utilizar las técnicas de embodiment para desarrollar ciertas cualidades personales, como la concentración y la responsabilidad, la flexibilidad de pensamiento, la resolución de conflictos, etc. Lo principal es comprender cómo se manifiesta la experiencia en su cuerpo, cómo reaccionar correctamente y utilizarla en su beneficio.
