En este sentido, el país está experimentando un exceso de oferta de titulados universitarios cuya profesión está relacionada de un modo u otro con las redes neuronales y el campo de la IA.
La industria no necesita tantos especialistas, por lo que a los recién llegados a la profesión les resulta cada vez más difícil encontrar trabajo.
En los últimos años, los medios de comunicación chinos y fuentes oficiales han informado de la grave escasez de personal en el campo de la inteligencia artificial y desarrollos afines. Las instituciones de educación superior han tenido esto en cuenta y han abierto muchas nuevas áreas de formación. Por ejemplo, desde 2017, cuando se abrió la inscripción para el primer programa de educación en IA, más de 500 universidades más de todo el país han registrado especializaciones similares. Como resultado, la situación en China ha cambiado drásticamente, y los especialistas en IA son ya demasiados.
A pesar del creciente interés por los licenciados en inteligencia artificial, como ingenieros promt, desarrolladores o especialistas en aprendizaje automático, el umbral de acceso a la profesión sigue siendo bastante alto. Además, las competencias de los aspirantes a especialistas no siempre se ajustan a la realidad del mercado laboral. Y las empresas tecnológicas, a su vez, no están interesadas en formar a nuevos empleados por su cuenta. La situación en China se agrava por el hecho de que el propio uso de la IA en las mismas empresas reduce la necesidad de nuevos especialistas. Muchas empresas chinas ya han informado de futuras reducciones de plantilla. Así, en el último año ha habido cada vez menos vacantes en el mercado, mientras que las necesidades de jóvenes especialistas por parte de los empresarios no dejan de aumentar, al igual que el nivel de competencia.