La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura señala que el descenso del rendimiento escolar, los problemas de concentración y el absentismo se deben en gran medida a la digitalización generalizada y al uso de gadgets en el proceso de aprendizaje.
Además, la gran cantidad de tiempo que los alumnos pasan delante de una pantalla repercute negativamente en el estado emocional y la salud mental de escolares y estudiantes.
El informe sobre las consecuencias y perspectivas de la digitalización se publicó el año pasado. En el documento también se presta mucha atención a la ciberseguridad y al bienestar físico y mental, amenazados por el uso excesivo de la tecnología. Por ello, la UNESCO aboga por limitar al menos el uso de smartphones y otros gadgets, así como de la inteligencia artificial. El informe especifica que los dispositivos electrónicos y las últimas tecnologías no deben sustituir a la comunicación tradicional en directo ni a la interacción con los educadores en el proceso educativo.
En el último año, muchos Estados han ido adoptando gradualmente las medidas exigidas por la UNESCO. Por ejemplo, el uso de smartphones en las escuelas se ha prohibido en Francia y, en parte, en China, mientras que las escuelas finlandesas están abandonando los libros de texto electrónicos y volviendo a los de papel.