Biohacking
¿Qué es el Biohacking?
El biohacking es una de las tendencias más populares relacionadas con el estilo de vida saludable, la pérdida de peso, la medicina y la cosmetología. Así, el biohacking es todo un conjunto de métodos y técnicas únicas utilizadas literalmente para "hackear" tu propio cuerpo. Por ejemplo, el biohacking puede aumentar la duración y la calidad de vida, ralentizar el envejecimiento, acelerar el metabolismo, perder peso, estimular la actividad cerebral, aumentar la concentración, etc. En otras palabras, el biohacking permite mejorar el rendimiento del cuerpo y, como resultado, garantiza la longevidad.
En el biohacking, el cuerpo humano y todos los procesos biológicos se comparan con un sistema operativo, necesario para controlar un ordenador y ejecutar diversos programas. En consecuencia, nuestro cuerpo es el mismo sistema que necesita ser optimizado, mejorado y protegido de las influencias externas.
Aunque el biohacking sólo se ha popularizado en los últimos años, el término existe desde la década de 1980. Sin embargo, los biohackers se denominaban entonces ingenieros genéticos que no pertenecían a ninguna escuela científica reconocida oficialmente y realizaban experimentos independientes. Más tarde, a principios de la década de 2000, se empezó a hablar del biohacking como una oportunidad para estudiar la edición y corrección del genoma. Así surgieron entusiastas investigadores de la biología molecular y, en particular, de los códigos genéticos. Sin embargo, el conocimiento de las técnicas del biohacking será útil para especialistas de diversos campos: médicos, psicólogos, preparadores físicos y cosmetólogos.
Hoy en día, el objetivo del biohacking es maximizar las posibilidades del cuerpo humano, perfeccionar el organismo y mejorar sus funciones. El biohacking utiliza diversas herramientas y enfoques para lograr este objetivo.
Tipos de biohacking
Dependiendo de las herramientas y técnicas utilizadas, el biohacking implica varios enfoques. El primero se llama grinder, y sus adeptos se denominan "cyborgs entre humanos". Transforman sus cuerpos con ayuda de biochips implantados o implantes. Los microdispositivos registran y luego transmiten a pantallas externas diversos datos biométricos, como los niveles de glucosa, la frecuencia cardíaca, la presión arterial, etc. De este modo, podemos estar siempre en contacto con nuestro cuerpo y supervisar procesos que antes escapaban a nuestro control. Se cree que unas semanas después de introducir un dispositivo electrónico de este tipo en el cuerpo, las personas perciben el entorno de forma diferente y procesan la información del mundo exterior de una manera nueva.
Otro enfoque del biohacking se llama "nutrigenómica". Se trata de un campo del conocimiento que explora cómo la alimentación y la nutrición afectan a las funciones y capacidades de nuestro cuerpo. Según los últimos datos en este campo, la necesidad de una nutrición personalizada es cada vez mayor, y la nutrigenómica se está desarrollando y estudiando activamente. Puede mejorar el bienestar y apoyar estilos de vida saludables restaurando la microflora y la función intestinal y detectando posibles predisposiciones a trastornos metabólicos, alimentarios y cerebrales.
La tercera técnica de biohacking es la biología DIY, o biología "práctica". Los defensores de este método popularizan la ciencia y realizan experimentos en casa, compartiendo su experiencia y valiosos secretos para crear una alternativa a los laboratorios científicos modernos. La mayoría de los partidarios de la teoría de la biología DIY estudian las Ciencias relacionadas con el almacenamiento, la transmisión y la realización de información genética. En otras palabras, los bioentusiastas estudian los códigos genéticos, por ejemplo, aislando ácidos nucleicos de plantas y animales y construyendo sofisticados equipos médicos como amplificadores, centrifugadoras y otros dispositivos para la detección de ADN y ARN fuera de los laboratorios profesionales.
Existen muchas más áreas del biohacking, pero todas las demás son auxiliares o complementarias de las tres variedades críticas enumeradas anteriormente. La elección a favor de una u otra variedad de biohacking depende del objetivo principal que persiga el individuo. Por ejemplo, un biohacker puede buscar acelerar su metabolismo, perder peso, retrasar el envejecimiento, ser más productivo, sentirse mejor y estar más alerta a lo largo del día. Lo mejor es utilizar herramientas de biohacking distintas para cada uno de estos casos.
¿Qué otras áreas aborda el biohacking y qué herramientas utiliza?
El concepto de biohacking también toca áreas de la actividad humana como:
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patrones de sueño;
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actividad física y deporte;
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nutrición, dietas y regímenes especiales;
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salud mental y equilibrio mental;
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toma de suplementos, vitaminas y medicamentos.
Los más fervientes entusiastas del biohacking disponen de una serie de herramientas para la compleja mejora de su organismo y sus funciones con el fin de aumentar la productividad y la eficiencia laboral. Además del chipping, como ya se ha mencionado, y de los implantes, destacan:
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sustancias bioestimulantes que tienen actividad biológica y, cuando se inyectan en el cuerpo humano, tienen un efecto especialmente estimulante sobre los procesos metabólicos y la regeneración. También tienen efectos antiinflamatorios;
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la neuroestimulación, que es un método para tratar el dolor y algunos trastornos del movimiento. Utiliza la estimulación eléctrica de bajo voltaje de la médula espinal para bloquear las sensaciones de dolor y restablecer las funciones motoras;
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dispositivos médicos para controlar la glucemia, la tensión arterial, el funcionamiento del corazón y las crisis epilépticas;
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dispositivos de seguimiento del estado físico para controlar la distancia recorrida, las calorías quemadas y la frecuencia cardíaca.
Además, el biohacking utiliza activamente medicamentos recetados peligrosos llamados "píldoras inteligentes". Se toman para trastornos cognitivos y mentales para tratar síntomas como el TDAH, la depresión y otros trastornos mentales. Estos mismos fármacos se consumen en el biohacking para aumentar la concentración, mejorar la memoria y estimular la función cerebral. Los nootrópicos (suplementos para el cerebro) también tienen un impacto significativo en la eficiencia cerebral. Sin embargo, al igual que las píldoras inteligentes, sólo se venden con receta médica, ya que tienen efectos secundarios y pueden ser adictivos. Sin embargo, los componentes nootrópicos pueden estar en suplementos biológicamente activos, preparados de hierbas y remedios con aminoácidos.
¿Es seguro el biohacking?
Es esencial aclarar que el biohacking tiene como objetivo el uso informado y sensato de este tipo de sustancias. Los biohackers también practican activamente la meditación y la relajación, utilizando la atención plena y la mnemotecnia.
Sin embargo, casi todas las tendencias del biohacking han sido criticadas por la comunidad científica y se contemplan al menos con cierto escepticismo. Esto se debe principalmente a que el biohacking supone cierto peligro para los principiantes, y el uso incorrecto, inexperto o descuidado de sus métodos puede tener graves consecuencias para la salud. Además, los biohackers entusiastas, llevados por sus propios experimentos, pueden dañar el medio ambiente, por ejemplo, generando un peligroso microorganismo artificial.
Por lo tanto, es esencial abordar el biohacking con cautela, basándose únicamente en información científicamente sólida y, si es necesario, consultando a expertos en un campo concreto del conocimiento médico.
¿Es legal el biohacking?
La legalidad del concepto de biohacking depende enteramente de los métodos utilizados y de las acciones específicas tomadas por el bioentusiasta. Estos actúan dentro de la legalidad si no dañan el medio ambiente ni a otras personas utilizando únicamente las herramientas de biohacking mencionadas.
Sin embargo, aparecen algunas normativas que restringen a los biohackers. En junio de 2019, el gobierno del estado de California aprobó la primera ley en Estados Unidos contra una de las tendencias del biohacking: la práctica de la autoedición de genes. Esto significa que la alteración y modificación independiente del material genético de células vivas está prohibida dentro del estado.
La FDA (Food and Drug Administration), una agencia del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE.UU., también expresa su descontento con otras prácticas individuales, como el "rejuvenecimiento" mediante transfusiones de sangre y la misma venta de kits CRISPR para experimentos de biología molecular. Simultáneamente, las mejores herramientas de biohacking, como los suplementos vitamínicos, las dietas personalizadas, la meditación y otras formas científicamente probadas para mantenerse joven y prolongar la vida, siguen estando disponibles.
Ejemplos de biohacking
Uno de los primeros biohackers es el físico estadounidense Rob Carlson. A finales del siglo pasado, se interesó tanto por la biología molecular que recreó un auténtico laboratorio en su garaje para estudiar los ácidos nucleicos y las macromoléculas. Además, en 2005, Carlson escribió un artículo para la revista de divulgación científica Wired titulado "La era de la biología en el garaje ha llegado", en el que esbozaba sus principales ideas y resultados de investigación.
Sin embargo, el empresario estadounidense Dave Asprey es uno de los biohackers más famosos. Ya ha gastado más de un millón de dólares en biohacking, todo para vivir al menos ciento ochenta años. El empresario ya tiene cincuenta años, pero está firmemente convencido de que su longevidad está asegurada. Todo gracias a los productos de su producción, por ejemplo, el Bulletproof Coffee, que añade mantequilla o aceite de coco para mejorar la concentración, prevenir las enfermedades relacionadas con la edad y favorecer la pérdida de peso.
Los biohackers modernos también trabajan activamente en la creación de métodos universales para implantar microdispositivos electrónicos subcutáneos. Por ejemplo, Sampa von Cyborg, un reconocido maestro finlandés de las modificaciones corporales, está trabajando en la invención de implantes especiales con capacidad para conectarse a redes Wi-Fi y otros chips inteligentes que permitirán controlar otros dispositivos diversos con el mero poder del pensamiento.
El programador y biohacker estadounidense Amal Graafstra se implantó en 2005 unos chips RFID especiales en las manos para poder interactuar con la tecnología sin contacto, además de eliminar la necesidad de llevar llaves y recordar contraseñas. El propio Graafstra cree que no hay necesidad de llevar dispositivos adicionales cuando puedes implantártelos en tu propio cuerpo.
Además, en los últimos años se han creado comunidades enteras de biohackers que trabajan juntos para desarrollar la biotecnología y mejorar los métodos de "pirateo" de los organismos humanos para lograr la longevidad y mejorar la calidad de vida. Por ejemplo, una de estas organizaciones es DIYbio. Fue fundada por Jason Bob, de la Facultad de Medicina de Harvard, y la desarrolladora web Mackenzie Cowell, de Cambridge. Los miembros de DIYbio apoyan ahora el intercambio abierto de conocimientos entre científicos profesionales y bioentusiastas, contribuyendo así a la divulgación científica. La comunidad Counter Culture Labs de California también está haciendo lo mismo. Por ejemplo, uno de sus proyectos pretende producir y sintetizar insulina más accesible para los diabéticos de todo el mundo.
Los mejores libros sobre biohacking
Antes de empezar a practicar el biohacking, deberías leer más sobre la historia y las técnicas de esta tendencia. Los mejores libros sobre biohacking son:
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Biohacking inteligente: 8 facetas de una vida plena
El libro de la escritora y doctora en medicina preventiva Sarah Gottfried es una guía detallada para un estilo de vida saludable. En él encontrarás instrucciones que mejorarán tu eficiencia en el trabajo, la concentración y la función de la memoria. Además, el libro te dirá cómo mejorar tu calidad de vida mediante una nutrición equilibrada, ejercicio, higiene del sueño y conciliación de la vida laboral y familiar.
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Biohacking cerebral. Un plan de eficacia probada para llevar tu cerebro al máximo en quince días
El ya mencionado Dave Asprey, inversor de Silicon Valley, biohacker y escritor, ha esbozado los métodos más avanzados que indicarán a los lectores cómo trabajar de forma más productiva y utilizar todo el potencial de su cuerpo. El autor presta la debida atención a la organización adecuada del espacio de trabajo, la nutrición apropiada, la necesidad de hacer deporte, la meditación y las prácticas de respiración.
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Biohacking sin fronteras. Renueva tu cerebro, crea un cuerpo de ensueño, deja de envejecer y sé feliz en 1 mes
Como señala el propio autor, Ben Greenfield, este libro es "una guía completa para optimizar el cuerpo, la mente y el espíritu, libre de palabrería y otras tonterías innecesarias, con contenido puro, viable y práctico". El libro contiene las herramientas más eficaces y personalmente probadas de Greenfield para construir un cuerpo ideal, deshacerse del estrés y la ansiedad, y mejorar la memoria y las capacidades cognitivas.
- Cerebro resistente. Cómo mantener el cerebro productivo a cualquier edad
El libro del neurocirujano y escritor estadounidense Sanjay Gupta se centra en la mejora continua de las capacidades cognitivas a través del deporte y actividades físicas como el yoga, la respiración y la meditación. El autor demuestra a través de su práctica médica que estas actividades ayudan a mantener la estabilidad emocional, combatir los síntomas de la depresión y resistir la demencia.
- Protocolo autoinmune. Un nuevo enfoque para la prevención y el tratamiento de las enfermedades autoinmunes
La autora y doctora en medicina funcional Amy Myers ofrece una guía práctica para el apoyo inmunológico y la prevención de diversas enfermedades. Los métodos descritos por Myers han sido probados médicamente y demostrados científicamente. Además, la autora también ofrece un programa probado de 30 días para restaurar el organismo y combatir posibles desencadenantes.
Conclusión
El biohacking como enfoque de tu propia salud puede tener un impacto muy positivo en tu calidad de vida, productividad, bienestar y perspectiva. Sin embargo, es importante tener en cuenta que las intervenciones corporales más significativas, como el chipping o la implantación, requieren cuidados especiales y la supervisión de profesionales médicos. Por lo tanto, es mejor utilizar herramientas de biohacking seguras, como la ingesta de complejos vitamínicos, prácticas de respiración y actividad física, dietas individuales y una nutrición adecuada, teniendo en cuenta los consejos de un nutricionista. Esto te aportará beneficios tangibles y evitará que te perjudiques a ti mismo o al mundo que te rodea.