Lectera comienza el nuevo año 2024 presentando un curso único: "Metaverse for All: Dive into the Digital Realm". Este curso se dedica a una de las tecnologías digitales más avanzadas y revolucionarias: el metaverso.
Este curso te invita a sumergirte en el mundo virtual, descubrir el metaverso, apreciar sus posibilidades y perspectivas. A lo largo del proceso de aprendizaje, conocerás los diferentes metaversos, cuántos existen y quiénes están detrás de ellos. También participarás en lecciones prácticas sobre la creación y configuración de avatares, la exploración de aplicaciones para trabajar y vivir en el mundo virtual, y el análisis de casos exitosos de implementación de tecnologías digitales en diversas áreas de la actividad humana.
Si no temes mirar hacia el futuro, ¡este nuevo curso de Lectera es especialmente para ti! Para que puedas comprender mejor qué esperar y de qué trata el curso, hemos preparado un artículo sobre el surgimiento y desarrollo de los metaversos.
El enigma del metaverso: quiénes lo habitan y cómo llegar allí
Con la llegada de la era de la digitalización, literalmente todo el mundo se ha trasladado al entorno digital. Las personas eligen profesiones, trabajan, pasan su tiempo libre, hacen nuevas amistades, se comunican e incluso construyen familias en el espacio en línea. El llamado metaverso ha unido la vida cotidiana y la realidad virtual. Según una investigación de la empresa estadounidense Gartner, dentro de unos años, un cuarto de la población del planeta pasará varias horas al día en el metaverso. Los usuarios activos ya visitan oficinas y tiendas virtuales, y en un futuro cercano podrán construir casas y comprar tierras en el espacio digital. Descubramos más sobre cómo está estructurado el metaverso, quién lo inventó y cómo ingresar a esta realidad alternativa.
¿Qué es el metaverso y cómo surgió?
El metaverso es un espacio en línea creado artificialmente que une la realidad física, aumentada y virtual. Las personas se conectan a este universo en forma de avatares y realizan allí las mismas actividades que en la vida real.
Interesantemente, la idea de la posibilidad de crear el metaverso no provino de los gigantes tecnológicos y corporativos mundiales, sino de escritores de ciencia ficción. A finales del siglo pasado, específicamente en 1992, en el libro del estadounidense Neal Stephenson llamado "Snow Crash" (Lavina), surgió el primer prototipo del metaverso actual y la mención del término mismo. Según su teoría, el metaverso representa la siguiente etapa en el desarrollo de Internet. En su novela de ciencia ficción, el autor describió un futuro cercano en el que la humanidad vive en dos dimensiones: la real, inmersa en el caos, y la virtual. Estos mundos existen de manera paralela y aislada, pero son capaces de influirse y cambiarse mutuamente. Por ejemplo, en la vida cotidiana, el protagonista Hiro es simplemente un repartidor de pizza, pero tan pronto como se pone un casco especial, gafas o cualquier otro dispositivo para estar en el ciberespacio, se convierte de inmediato en un hábil hacker. De esta manera, el metaverso representa la fusión de la realidad física y el mundo virtual.
Posteriormente, ideas similares sobre la creación del metaverso fueron expresadas en muchas otras obras de ciencia ficción. Por ejemplo, en la novela "Ready Player One" de Ernest Cline, publicada en 2011, que desarrolla el tema de un espacio en línea enorme y en expansión.
El desarrollo de los metaversos y el primer prototipo real
El primer metaverso físico, es decir, que existía no solo como una idea en las páginas de novelas de ciencia ficción, surgió en 2003. En ese momento, la empresa tecnológica estadounidense Linden Lab lanzó la plataforma Second Life. Básicamente, fue uno de los primeros universos virtuales tridimensionales con elementos de interacción social y libertad de acción. En él, los usuarios creaban sus propios personajes, llamados avatares, y luego interactuaban con otras personas en el mismo universo. Podían unirse a clubes según sus intereses, crear sus propios productos y obras de arte, dedicarse al diseño y construcción de casas, y viajar a lugares ficticios del mundo. Por cierto, Second Life aún goza de popularidad, con más de un millón de usuarios activos en su universo.
La creciente popularidad de la aplicación ha contribuido al creciente interés en la fusión de la vida cotidiana y el espacio virtual. Durante la pandemia de COVID-19 y las medidas de cuarentena, surgió una aguda necesidad de comunicación interpersonal sin contactos físicos. Como resultado, se empezaron a desarrollar activamente diversos medios de comunicación virtual. Sin embargo, el tema de los metaversos y la creación de mundos virtuales completos se discutió recientemente.
En 2021, Mark Zuckerberg anunció su intención de crear su propio metaverso, cambió el nombre de la empresa a Meta, lanzó el primer juego en línea con tecnología de realidad virtual llamado Horizon Worlds y dispositivos especiales para modelar espacios tridimensionales, como cascos de realidad virtual (VR) y gafas. Se podría decir que fue gracias a la iniciativa del empresario que el término "metaverso" volvió a ser relevante, volviéndose de moda y siendo uno de los temas más discutidos.
Además de Meta, otras corporaciones de tecnología, tanto gigantes como Google como pequeñas pero numerosas startups, también están trabajando en el desarrollo de metaversos. Por ejemplo, la empresa estadounidense de desarrollo de videojuegos Epic Games está trabajando en su propio mundo digital. Microsoft también está desarrollando su propio metaverso. El CEO de la corporación, Satya Nadella, anunció que el mundo virtual se construirá sobre la plataforma en la nube Azure. Además, Microsoft ya ha presentado la aplicación Mesh para trabajar y comunicarse en realidad mixta. La plataforma permite crear espacios virtuales, como oficinas, que las personas reales visitarán en forma de avatares, conectándose al metaverso a través de gafas de realidad virtual, teléfonos inteligentes o computadoras.
En resumen, hoy en día, el metaverso se considera el futuro de Internet, la siguiente etapa de su desarrollo y un componente crucial de la concepción de la sociedad moderna como el "mundo AI-First".
Características: cómo debería ser el metaverso
Empresarios y expertos en tecnología ofrecen sus propias versiones de las características obligatorias de los metaversos. Quizás el concepto más conocido pertenece al inversor de capital de riesgo y director de Amazon Studios, Matthew Ball. En su ensayo, identificó y analizó los principales criterios que posee el mundo digital moderno. Entre ellos:
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Infinitud. Es decir, el metaverso no puede terminar, no se puede poner en pausa, rebobinar, eliminar o finalizar. En parte, esto radica en su similitud con el mundo físico.
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Independencia. Todos los eventos en el metaverso ocurren en tiempo real y no dependen de circunstancias externas.
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Ilimitación. Cualquier persona que lo desee puede crear su avatar y existir en el metaverso. El mundo virtual no limita la cantidad de personas que lo habitan.
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Cumplimiento de las leyes económicas. Cada metaverso debe tener su propia economía funcional, lo que significa que todos los usuarios pueden crear sus propios productos y servicios, ganar dinero por el trabajo realizado, comprar y vender diversos bienes, invertir los fondos acumulados, formando así una especie de entorno de mercado.
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Conexión con la realidad. El metaverso y el mundo real no deben existir por separado el uno del otro; además, el espacio virtual de cualquier manera implica el uso de elementos o herramientas del mundo real.
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Compatibilidad con otras plataformas y servicios. El mundo digital debe facilitar el intercambio de datos entre diversas aplicaciones y realidades virtuales. Esto permitiría, por ejemplo, utilizar objetos de una metaverso en otra o intercambiarlos con usuarios.
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Posibilidad de crear contenido propio. Los usuarios, o más específicamente, los avatares de un metaverso particular, deben poder crear su propio contenido para su espacio virtual.
Tipos de espacios virtuales, o ¿Para qué sirven los metaversos?
Todas las metaversos, sin excepción, deben poseer las características mencionadas anteriormente. Sin embargo, pueden diferir según su funcionalidad y objetivos. Se destacan:
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Metaversos de juegos
En estos mundos digitales, predomina principalmente el contenido de entretenimiento. Los usuarios se sumergen en la realidad virtual, interactúan entre sí basándose en sus nuevos roles sociales, luchan por la supervivencia, viven escenarios inusuales, pueden experimentar diferentes épocas y ubicaciones. Se les ofrece completar misiones, aprender nuevas profesiones y crear obras de arte. Las capacidades del metaverso permiten experimentar el efecto de presencia y sumergirse por completo en un mundo ficticio. Un ejemplo de un metaverso de juegos sería Roblox o el ya mencionado Second Life.
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Metaversos sociales
Estos metaversos implican, ante todo, la comunicación entre usuarios, nuevos encuentros, la construcción y el mantenimiento de relaciones, así como la participación de avatares en diversos clubes y comunidades de interés. Metaversos sociales populares como VRChat y Rec Room realmente crean una sensación de comunidad, fomentan la cercanía entre las personas, amplían el círculo social y establecen relaciones de confianza.
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Metaversos abiertos
Son mundos virtuales que tienen una estructura descentralizada y pertenecen a los propios usuarios. Los metaversos abiertos fomentan la colaboración entre avatares, así como el proceso creativo y la distribución efectiva de bienes y recursos en el ciberespacio. Sin embargo, tales mundos requieren ciertos conocimientos técnicos para administrar y controlar el metaverso, sus componentes y el contenido creado. Ejemplos de metaversos abiertos son Decentraland y The Sandbox.
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Metaversos corporativos
Están diseñados para su uso en entornos empresariales y profesionales. Por ejemplo, se sabe que la ilustradora londinense Viv Schwarz y sus colegas utilizan el videojuego Red Dead Redemption 2 (RDR) para reuniones y otras citas como alternativa a Zoom. Estos metaversos permiten interactuar con otros empleados y clientes de una manera más atractiva, utilizando experimentos y desarrollos revolucionarios en la industria. Ejemplos de metaversos corporativos son AltSpaceVR y MootUp. Facilitan el trabajo remoto, mejoran la eficiencia y productividad laboral, y reducen significativamente diversos gastos organizativos, como el alquiler de espacio.
Así, los metaversos pueden ser plataformas excelentes para llevar una vida activa, aprender y trabajar, socializar y hacer nuevas amistades. La realidad virtual puede recrear prácticamente cualquier situación, y el usuario tiene la oportunidad de experimentarla y adquirir nueva experiencia. Además, los mundos digitales implican una interacción regular con otros usuarios, el intercambio de información y conocimientos, así como la participación en diversas conferencias y cursos educativos. Y no hace mucho tiempo, en el ciberespacio, una pareja estadounidense, Dave y Tracy Gannon, se casaron virtualmente y llevaron a cabo la ceremonia de matrimonio en un mundo virtual.
Por lo tanto, se puede afirmar con confianza que los metaversos prácticamente no tienen limitaciones. Pronto podrían convertirse en una alternativa completa a la sociedad real. Los expertos mundiales en tecnología de la información están seguros: el futuro pertenece a la realidad virtual. Pronto lo descubriremos, pero mientras tanto, para mejorar tus habilidades, hacer nuevas amistades, obtener experiencia valiosa y pasar un tiempo de manera útil, puedes integrarte en el metaverso que más te guste. Recordamos que puedes aprender sobre las características de interactuar con el espacio virtual y crear tu avatar en el curso "Metaverse for All: Dive into the Digital Realm". ¡Descubre el futuro junto con Lectera!