La mitad o la mayoría de las clases en los colegios estadounidenses suelen impartirse en línea.
En los colegios comunitarios estadounidenses, al menos la mitad de las clases se imparten en línea. Los propios estudiantes insisten en la necesidad de esta forma de interacción: les resulta mucho más cómodo trabajar y estudiar que sólo estudiar y acumular deuda estudiantil. Por ejemplo, en el East Los Angeles College, el 60% de los cursos se imparten a distancia. Se puede estudiar a cualquier hora: los programas son asíncronos. Cabe destacar que, antes de la pandemia de coronavirus, menos del 25% de las clases en los colegios se impartían en línea.
Las autoridades educativas estadounidenses creen que la proporción entre los cursos en línea y fuera de línea cambiará en el próximo trimestre de otoño, y que, como era de esperar, volverá a ganar la modalidad en línea. Los estudiantes se alegran de ello: muchos de ellos, según confiesan, no sólo compaginan trabajo y estudios, sino también su vida personal, sus responsabilidades como cuidadores y otros compromisos importantes. La educación en línea les da la flexibilidad necesaria para aprovechar al máximo las clases fuera de línea y mantener el ritmo de sus otros compromisos. Más de la mitad de los estudiantes encuestados en California declararon preferir los cursos híbridos a los regulares. La situación no es exclusiva de una región del país: en el norte de Virginia, donde los programas en línea ya eran populares, el número de estudiantes interesados en ellos ha aumentado espectacularmente. Otros estados no se quedan atrás: sólo en Colorado se registró un aumento del 10% en las matriculaciones de cursos en línea para el trimestre de otoño.