¿Qué es el pensamiento divergente y para qué sirve?
El pensamiento divergente es el proceso de generar múltiples ideas diversas para resolver un problema o tarea específica. En otras palabras, es un tipo de pensamiento que permite a una persona encontrar soluciones no convencionales y originales ante una situación complicada. Así, una persona con pensamiento divergente desarrollado puede orientarse rápidamente incluso en circunstancias desconocidas y proponer diversas opciones para superar dificultades.
La esencia del pensamiento divergente radica precisamente en la búsqueda creativa del mayor número posible de ideas, para luego seleccionar la solución más creativa y adecuada. Este método puede aplicarse al desarrollar un concepto para una startup, elegir un tema para un proyecto de graduación, crear un disfraz para una fiesta temática o incluso preparar un plato con lo que queda en el refrigerador.
Además, entre las características distintivas del pensamiento divergente se destacan:
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Rapidez, es decir, la capacidad de generar la mayor cantidad de opciones en un tiempo limitado;
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Flexibilidad - la posibilidad de aplicar varios enfoques para resolver una tarea;
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Originalidad - la habilidad de crear ideas y soluciones completamente nuevas;
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Viabilidad, lo que significa que todas las ideas y soluciones propuestas deben ser alcanzables, alineadas con el objetivo y los recursos disponibles.
Así, el pensamiento divergente permite adaptarse más rápido a nuevas condiciones, encontrar ideas creativas, crear conceptos innovadores, resolver las tareas más complejas y ampliar horizontes. En el mundo moderno, que cambia rápidamente, la capacidad de pensar de manera creativa y alternativa se convierte en un componente clave del éxito en diversas áreas.
Diferencias entre el pensamiento divergente y convergente

Para entender mejor qué es el pensamiento divergente, resulta útil compararlo con el convergente. El psicólogo estadounidense Joy Paul Guilford investigó la inteligencia, incluyendo la memoria, el pensamiento, la atención, la creatividad y el temperamento. Fue él quien sugirió que las personas tienen dos tipos de pensamiento. Uno de ellos, el divergente, ya lo hemos analizado. Pero Guilford también introdujo el concepto de pensamiento convergente, un enfoque que implica un análisis integral de datos, la identificación de patrones y la predicción de consecuencias de una decisión. En otras palabras, el pensamiento convergente, a diferencia del divergente, se centra en encontrar la única solución correcta, por lo que se basa en razonamientos lógicos, hechos irrefutables y la formulación de conclusiones.
Es importante entender que ningún tipo de pensamiento es más efectivo o mejor que el otro. Cada enfoque es adecuado para diferentes tareas, por lo que lo más sensato es "alternar" entre ambos según el objetivo. Por ejemplo, el pensamiento divergente es ideal para tareas creativas que requieren soluciones no convencionales, como desarrollar una campaña publicitaria, crear un plan de contenido, diseñar una exposición o planificar un evento. El pensamiento convergente es más útil cuando solo hay una solución correcta y condiciones claramente definidas, como comprar equipos al mejor precio o elaborar un presupuesto para un proyecto.
Incluso puedes combinar ambos tipos de pensamiento en el proceso de alcanzar un objetivo. Por ejemplo, usar el enfoque divergente para generar ideas originales y luego aplicar el convergente para filtrar las opciones no viables y seleccionar las más adecuadas. Durante la implementación, puedes volver al pensamiento divergente para encontrar formas creativas de llevar la idea a la práctica. Tanto en la vida personal como profesional, la originalidad y las habilidades analíticas son igualmente valiosas. Por lo tanto, el pensamiento divergente y convergente no son procesos mutuamente excluyentes, sino complementarios, y su uso combinado puede conducir a mejores resultados.
Herramientas del enfoque divergente

Uno de los métodos más comunes para aplicar el pensamiento divergente es el brainstorming o lluvia de ideas. Esta técnica está diseñada para resolver problemas generando la mayor cantidad posible de alternativas. Durante este proceso, es crucial no evaluar las ideas ni usar frases como "esto no funcionará", "ya lo intentamos y no resultó" o "no hay dinero para implementar esto". La esencia del brainstorming radica en permitir que los pensamientos fluyan libremente, sin interrumpir el proceso, incluso si las ideas parecen demasiado ambiciosas, difíciles de implementar o, por el contrario, superficiales.
Además del brainstorming clásico, existen otras técnicas, como:
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Técnica 635: requiere un equipo de al menos seis personas. Cada participante tiene cinco minutos para proponer y anotar brevemente tres ideas en una tarjeta. Luego, la tarjeta se pasa a otro participante, quien complementa y detalla las ideas recibidas. El proceso continúa hasta que todos hayan revisado todas las tarjetas, generando así 18 ideas precisas y viables.
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Brainstorming inverso: implica buscar soluciones que contradigan el objetivo. Por ejemplo, si el equipo necesita atraer nuevos clientes, en esta técnica se plantearían ideas para reducir su número. Aunque parece absurdo, este enfoque ayuda a descubrir soluciones no convencionales que no surgirían con métodos tradicionales.
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Método de los seis sombreros: en este caso, un equipo de seis personas asume diferentes roles representados por sombreros de colores. El sombrero azul es para el moderador, el blanco para el análisis de hechos, el rojo para las emociones, el negro para la crítica, el amarillo para los aspectos positivos y el verde para la generación de ideas. Esto permite abordar un problema desde múltiples perspectivas.
Si necesitas generar ideas creativas por tu cuenta, otra técnica útil es la Margarita de Bloom, un método para desarrollar el pensamiento crítico. Consiste en responder preguntas organizadas en seis pétalos, cada uno enfocado en un aspecto diferente: fundamentos, aclaraciones, interpretaciones, creatividad, viabilidad y evaluación. También puedes usar la técnica de los "cinco porqués", que consiste en preguntar "¿por qué?" sucesivamente hasta llegar a la raíz del problema.
Otra herramienta visual efectiva es la elaboración de mapas asociativos. Puedes usar una pizarra y marcadores de colores o programas como Simple Mind, Draw.io, MindMeister o Ayoa. Coloca el objetivo o problema en el centro y luego anota todas las ideas relacionadas, conectándolas con flechas para visualizar su relación.
Cómo desarrollar el pensamiento divergente

El pensamiento convergente predomina en la mayoría de las personas, ya que es el enfoque por defecto. Por el contrario, el pensamiento divergente requiere atención constante y desarrollo activo. Para evaluar tu nivel de pensamiento divergente, puedes realizar este test, creado por Joy Paul Guilford en los años 60. Consiste en elegir un objeto (como un ladrillo o un clip) y proponer tantos usos alternativos como sea posible en dos minutos. Cuantas más ideas originales generes, más desarrollado estará tu pensamiento divergente.
Los expertos de Lectera comparten los métodos más efectivos para desarrollarlo:
Método 1. Practica la sinéctica.
Busca conexiones entre conceptos aparentemente no relacionados. Por ejemplo, encuentra similitudes entre un automóvil y el océano Pacífico, como el movimiento, el ruido o su simbolismo de libertad.
Método 2. Genera ideas constantemente.
Propón al menos cinco ideas nuevas cada semana sobre temas variados, como reorganizar tu sala o simplificar las tareas domésticas.
Método 3. Usa la técnica del "ocho loco".
Divide una hoja en ocho partes y dibuja ocho soluciones diferentes para un problema creativo, dedicando solo un minuto a cada una.
Método 4. Inventa historias.
En grupo, cada persona contribuye a una historia, poema o dibujo, agregando su parte en 30-60 segundos. Esto fomenta la creatividad y el trabajo en equipo.
Método 5. Crea titulares.
Al final del día, inventa titulares llamativos para los eventos cotidianos que viviste.
Método 6. Fantasea.
Imagina escenarios improbables, como la llegada de extraterrestres o la capacidad de leer mentes, y analiza sus consecuencias.
Método 7. Registra tus pensamientos.
Anota todas las ideas que se te ocurran, incluso las más absurdas, ya que pueden inspirar soluciones creativas.
En resumen, el pensamiento divergente puede desarrollarse con práctica constante. Integrarlo en tu vida diaria, estudios o trabajo te ayudará a desbloquear tu potencial creativo y enriquecer tus actividades habituales.