Todo estudiante sueña con poder recordar fechas, fórmulas, teoremas y otra información importante para estudiar de forma fácil y sencilla.
Incluso si ya has completado tus estudios, te vendrá bien para aprender rápidamente un idioma extranjero o al menos nunca olvidar lo que querías comprar en la tienda. Descubramos con más detalle cómo absorber información instantáneamente y recordarlo todo.
Cómo funciona nuestra memoria y de qué tipos puede ser
Antes de comenzar con las técnicas de memorización más efectivas, conviene comprender cómo funciona nuestra memoria. Este es el nombre que se le da a la capacidad del cuerpo para percibir, almacenar y utilizar información sobre experiencias, acontecimientos y vivencias pasadas. Es la memoria la que se considera base y fundamento de la identidad humana, ya que juega un papel clave en el desarrollo, el aprendizaje y la adaptación al mundo que nos rodea.
El mecanismo de memorización funciona según el siguiente esquema:
- Codificación, cuando nuestro cerebro recibe información sobre el mundo que nos rodea a través de los sentidos y la transforma en una forma que una persona es capaz de recordar;
- Almacenamiento, es decir, el archivo de la información recibida por un período corto o largo;
- Recuperación o el proceso de recuerdo en sí, cuando existe la necesidad de acceder repetidamente a la información.
Por supuesto, este es un modelo muy simplificado y conciso, pero es suficiente para entender cómo funciona el mecanismo de memorización en términos generales. Después de todo, los científicos inicialmente consideraron la memoria como un sistema único, pero luego llegaron a la conclusión de que contiene una gran cantidad de subsistemas dependientes. Los psicólogos cognitivos e investigadores de la memoria temprana Richard Atkinson y Richard Shiffrin identificaron tres componentes o tipos principales de memoria:
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memoria sensorial;
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memoria operativa o memoria a corto plazo;
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memoria a largo plazo.
La primera de ellas, la memoria sensorial, funciona a través de los sentidos. Por ejemplo, permite sentir calor o frío, oír sonidos, ruidos o percibir el silencio. Es decir, nuestros oídos, ojos, nariz, lengua e incluso piel sirven como proveedores constantes de información sobre lo que sucede a nuestro alrededor. Cada uno de estos sentidos tiene un canal de memoria correspondiente: táctil, gustativo, olfativo, visual o icónico, y auditivo o ecogénico. En la mayoría de los casos, el éxito de memorizar tal o cual información depende precisamente del tipo de percepción. Por lo tanto, se puede dividir a las personas en auditivas, visuales y cinestésicas.
La memoria a corto plazo también se llama memoria operativa o de trabajo. Su capacidad es bastante limitada y la información recibida no se puede almacenar durante más de un minuto. Además, ni siquiera toda la información que nos rodea es capaz de llegar a esta etapa y posteriormente almacenarse a largo plazo.
Los científicos consideran que la memoria a largo plazo, o duradera es la etapa final o definitiva en el sistema de memorización. Tiene una capacidad casi ilimitada y es capaz de contener datos sobre literalmente todo: conocimientos y habilidades adquiridos, experiencias de vida, eventos ocurridos. Así, la memoria a largo plazo nos ayuda a lo largo de nuestra vida a realizar cosas cotidianas, como hablar, caminar, trabajar, etc. Y para extraer conscientemente el recuerdo, el conocimiento o la experiencia que necesitamos, se activa el mecanismo de uno de los tipos de memoria a largo plazo: explícito, es decir, consciente. En el caso de que un recuerdo surja de forma inesperada e inconsciente, significa que se ha activado la memoria implícita.
También es habitual distinguir subtipos de la memoria, entre ellos:
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la memoria semántica, que retiene información básica sobre el mundo y nuestra experiencia de vida, nos permite acumular la base de nuestro propio conocimiento, utilizar el lenguaje, interactuar con otras personas y analizar lo que está sucediendo;
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la memoria procedimental, motora o "corporal", facilita y posibilita la realización de determinadas acciones de forma automática;
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la memoria prospectiva es lo que nos permite recordar planes para el futuro e implementar nuestros planes;
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la memoria episódica se activa en el momento en que una persona es transportada mentalmente a un evento particular del pasado, siente nostalgia y recuerda un cierto período de la vida;
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la memoria colectiva es un fenómeno que se expresa en la experiencia que se ha desarrollado a lo largo de varios siglos y generaciones y se asocia con mayor frecuencia con eventos traumáticos como guerras, represiones, desastres y otras tragedias.
Los científicos también creen que la memoria está estrechamente relacionada con las emociones, porque los hechos que mejor se recuerdan son aquellos que nos provocaron alegría, risa o, por el contrario, resentimiento, decepción o enfado. Son las peculiaridades de la percepción y la reacción a lo que está sucediendo las que influyen en si nuestro cerebro recuerda o rechaza cierta información.
¿Por qué olvidamos?
De hecho, no recordamos la mayor parte de la información solo porque en las condiciones de una sociedad moderna y en rápido desarrollo, nuestro cerebro simplemente no puede mantenerse al día con la gran cantidad de datos que nos llegan. Es cierto que la comunidad científica aún no ha llegado a un consenso sobre la capacidad de la memoria humana, pero en general se acepta que tiene límites individuales para todos.
Además, muchos recuerdos pierden su relevancia con el tiempo y, en consecuencia, se borran o, en términos generales, se olvidan. Técnicamente, esto sucede cuando ciertos eventos no se recuperan de la memoria durante mucho tiempo. Entonces el cerebro los considera ya no necesarios y los elimina. Además, no toda la información que nos rodea es realmente importante. Por tanto, la memoria humana es selectiva, es decir, retiene sólo lo que puede ser valioso para nosotros, a lo que se asocian determinados sentimientos, emociones y sensaciones.
Cabe mencionar que el olvido puede deberse a cambios hormonales o relacionados con la edad. Después de todo, la memoria tiende a perder su flexibilidad, por ejemplo, con la edad o durante el embarazo. Esto también está influenciado por la violación del régimen, la falta de un estilo de vida saludable, factores externos como la falta de sueño y el estrés, la ingesta de ciertos medicamentos, antidepresivos, sedantes y sustancias psicoactivas. Sin embargo, los problemas de memoria más graves pueden indicar problemas de salud, depresión y otros trastornos. En este caso, se debe consultar a un médico. Pero si te das cuenta de que simplemente te falta concentración y necesitas mejorar tu memoria, vale la pena utilizar prácticas de memorización. Es especialmente importante utilizarlos en la preparación de exámenes, discursos e informes.
Los mejores métodos para memorizar información
Existe una gran cantidad de técnicas de memorización que ayudan a asimilar mejor la información. Pero los más comunes y efectivos incluyen los siguientes:
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Repetición espaciada
Esta técnica dice: "Necesitamos repetir el material cuando casi lo hemos olvidado, pero aún no del todo".
El método se basa en el descubrimiento del psicólogo alemán Hermann Ebbinghaus, quien descubrió que durante la primera hora olvidamos más del 50% de lo aprendido, y después de 10 horas solo queda el 35%. Al cabo de unos días, el material que aún recordaremos rondará el 15-20%. El investigador de la memoria Ebbinghaus llamó a esto la curva del olvido.
La técnica de la repetición a intervalos se basa en esta propiedad de la memoria, que supone que el material aprendido debe repetirse en un momento determinado: primero inmediatamente después de terminar la lectura, luego 20 minutos después de la primera repetición, 8 horas después de la segunda y otras 24 horas después de la tercera. De esta forma podrás absorber la información necesaria en tan solo unos días. Pero si tienes varios meses a tu disposición para ello, entonces el esquema cambia un poco:
- repetir inmediatamente después de leer,
- 20-30 minutos después de la primera repetición,
- 1 día después de la segunda,
- 2-3 semanas después de la tercera,
- 2-3 meses después de la cuarta repetición.
Además, puedes crear un programa de repetición personalizado basado en tus características personales de pensamiento y memoria. Para ello, puedes utilizar programas especiales, por ejemplo, Anki está diseñado para facilitar la memorización de palabras, expresiones y cualquier otra información mediante un juego de tarjetas. No menos populares son las aplicaciones SuperMemo, Mnemosyne y EasyWords para aprender palabras extranjeras. Cada uno de estos programas se puede personalizar para satisfacer tus propias necesidades y características individuales.
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Método de los Lugares Geométricos
También se le llama comúnmente palacio de la memoria o paseo mental. Se cree que el método se originó en la antigua Roma, cuando los oradores se veían obligados a memorizar sus discursos de muchas horas. La esencia de la técnica es visualizar hechos o cualquier otra información que deba recordarse y vincularla a ubicaciones, lugares u objetos conocidos.
Para empezar, céntrate en el lugar en el que te encuentras, por ejemplo, en casa. Este espacio se convertirá en tu palacio de la memoria. Recórrelo mentalmente, recuerda los objetos de decoración o muebles más memorables, detente en ellos, míralos bien e intenta recordarlos. A continuación, crea una ruta entre estos objetos y propón asociaciones para ellos uno por uno. Pueden ser no solo palabras o expresiones, sino también fechas, fórmulas, nombres de personas, compras necesarias. Entonces, la información que debes recordar ahora tendrá un cierto "locus", que en latín significa "lugar". Por ejemplo, una lámpara en la sala de estar es un lugar, una flor en el alféizar de la cocina es otro, un acuario en la sala de estar es un tercero, y así sucesivamente. Intenta fijar esto en tu mente y la próxima vez que pases por este objeto, recuerda los datos asociados a él.
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Técnica Chucking, o fragmentación de la información.
Este método implica combinar datos dispares que deben recordarse en un grupo y llevarlos a una forma común. En la mayoría de los casos, este método se utiliza cuando se intenta recordar información numérica, como números de teléfono o cuentas bancarias. El enfoque Chucking es cómo registramos exactamente y posteriormente recordamos estos datos. Piensa por qué es costumbre escribir los números de teléfono con un guión. De hecho, así los conjuntos numéricos se perciben y se asimilan mejor.
El principio clave que subyace al método de fragmentación es la combinación de objetos basada en la codificación semántica, cuando los elementos se combinan en grupos de acuerdo con un determinado patrón, principio o característica. Por ejemplo, para recordar una lista de productos que necesitas comprar en una tienda, puedes redactarla alfabéticamente o dividir los artículos según la clase de producto. Por lo tanto, la fragmentación implica dividir cualquier dato en bloques pequeños e independientes en lugar de presentar un flujo de información continuo e inconexo.
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Cuentacuentos
Numerosos estudios realizados por especialistas en el campo del pensamiento humano han demostrado que una narración competente y atractiva promueve la producción de la hormona oxitocina, que mejora la empatía y activa la función cerebral.
Las historias contadas utilizando esquemas narrativos deben reunir aquellas cualidades y características que hagan que los oyentes o lectores las recuerden involuntariamente. Se trata, por ejemplo, de imágenes vívidas, una trama detallada, acontecimientos emocionantes e inesperados. Actualmente, este método se utiliza activamente en publicidad y marketing para atraer y retener la atención de la audiencia. La esencia de esta técnica de memorización cotidiana de información radica en la necesidad de crear pequeñas historias, tramas, personajes y los altibajos que les suceden en torno a determinados nombres y apellidos, fechas, fórmulas y otra información. Esto no significa que tengas que escribir un guion engorroso, simplemente inventa una historia divertida en tan solo un par de frases. La exactitud y verosimilitud de la narración no es importante en este caso. Lo principal es agregar orgánicamente a tu historia información que debas recordar. Es cierto que, si te estás preparando para un examen oral de esta manera, al responder es importante poder distinguir entre la historia de ficción y los hechos reales que la sustentan.
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Mnemotécnicas
Las mnemotécnicas son todo un conjunto de técnicas y métodos especiales que simplifican el proceso de memorización. Estas técnicas se basan en la opinión de los investigadores de que la información se absorbe mejor y más rápido si se asocia con otra información. Esta conexión puede ser muy diferente, pero la mayoría de las veces es asociativa. Para formar y consolidar conexiones entre diversos datos, se utilizan varios canales de memoria: visual, auditivo, táctil y olfativo. Otro tipo de mnemotécnica es la creación artificial de emociones, gracias a las cuales se recuerdan fácilmente eventos o diversas estadísticas, incluso las más aburridas. Echemos un vistazo más de cerca a algunas mnemotécnicas más eficaces:
1. El método de Cicerón
Consiste en crear una cadena de asociaciones o imágenes vívidas que quedarán asociadas a una determinada información. Entonces, cuando recuerdes, primero surgirán imágenes en tu memoria y luego te conducirán a la información necesaria. Es mejor utilizar el método de Cicerón para memorizar grandes cantidades de datos: conferencias, informes, discursos.
2. El método de pictogramas
Según esta técnica, el texto se escribe en forma de pictogramas, pequeños dibujos que reflejan el significado de lo que se debe recordar. El método funciona más eficazmente a la hora de memorizar poemas, ya que están llenos de todo tipo de imágenes y descripciones que son fáciles de reflejar en forma de imágenes.
3. Uso de rimas
Las líneas rimadas son mucho más fáciles y rápidas de recordar que el texto en prosa. Por lo tanto, si necesitas aprender una determinada regla o teorema, intenta darle forma de un verso. Si se quiere, se puede rimar casi cualquier información que deba recordarse. Además, la mayor parte del material se absorbe durante el proceso de composición. Este método es especialmente relevante al estudiar idiomas extranjeros.
4. Inventar abreviaturas
Esta es otra forma de codificar información utilizando no solo imágenes visuales y auditivas, sino también abreviaturas. Para hacerlo, necesitas redactar la lista de palabras que quieres recordar. Estos podrían ser, por ejemplo, los planetas del sistema solar. A continuación, elabora una oración coherente, en la que cada palabra comenzará con la primera letra del planeta. De esta manera puedes codificar lo que quieras.
Cómo mantener la memoria
Para desarrollar la memoria y asimilar fácilmente nueva información, no basta con utilizar las mnemotécnicas y otros métodos de memorización rápida solo durante la temporada de exámenes o para prepararse para informes y discursos. Por eso, hemos recopilado para ti los 5 mejores consejos sobre cómo mantener la memoria y el pensamiento activo:
Consejo 1. ¡Duerme lo suficiente! El sueño está directamente relacionado con las capacidades cognitivas, el pensamiento y el rendimiento. Nuestro cerebro necesita descansar, porque de lo contrario no podrá funcionar al 100%. Así, los científicos han demostrado que si no duermes bien durante una sola noche, y mucho menos si no duermes lo suficiente sistemáticamente, tu capacidad para recordar información disminuirá drásticamente.
Consejo 2. Practica deportes y lleva un estilo de vida saludable. No es ningún secreto que el entrenamiento físico mejora la memoria. Para ello no es necesario en absoluto pasar días seguidos en el gimnasio; puedes hacer unos ejercicios cada mañana o al menos ejercicios elementales para animarte y tomarte un pequeño descanso de tu actividad principal. Es especialmente importante dedicar entre 10 y 20 minutos de ejercicio físico antes de prepararse para un examen para mejorar la concentración y recordar mejor fechas importantes, fórmulas y otros datos precisos.
Consejo 3. No te olvides del entrenamiento mental. El cerebro también debe entrenarse periódicamente. Para ello son más adecuados el uso de rompecabezas, pruebas, crucigramas u otras actividades similares que impliquen procesos mentales. Cualquier acertijo y problema aumenta la velocidad del procesamiento de la información y el pensamiento, mejora la memoria y la plasticidad del cerebro.
Consejo 4. Escribe a mano y lee en voz alta. Escribir te ayuda a recordar mejor la información y a concentrarte únicamente en el material, porque mientras escribes es muy difícil pensar en algo abstracto. Como resultado, aumenta el nivel de comprensión de lo que escribes. Leer en voz alta también favorece el desarrollo de la memoria, ya que utiliza dos canales de percepción a la vez: visual y auditivo. Esto estimula aún más la actividad cerebral.
Consejo 5. Desarrolla la atención plena. Sólo una mayor capacidad de conciencia te permitirá concentrarte fácilmente en el material y aplicar de manera competente todos los métodos y prácticas descritos anteriormente. Además, los científicos han confirmado que esta práctica ayuda a regular el estrés y afrontar los trastornos del sueño, reduce la ansiedad y la inquietud. Puedes aprender más sobre qué es la atención plena y cómo desarrollar la conciencia en ti mismo aquí.
La principal ventaja de cada una de las prácticas descritas es que se pueden realizar en casa, son completamente gratuitas y fáciles de entender, y no requieren formación adicional ni equipo especial. Con su ayuda, no sólo podrás desarrollar tu memoria, sino también mejorar tu pensamiento creativo, la imaginación y las habilidades cognitivas. Así que no descuides las mnemotécnicas y otros métodos, incluso si no tienes problemas para recordar información, ¡usarlos será una experiencia interesante y útil!