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"¿Por qué necesito una especie de mentor? ¿Soy un monje Shaolin o un aprendiz que no sabe comportarse?". - esto es lo que quizás piensas al leer el título de mi mensaje.
Pero no seas tan rotundo: un mentor no es como un vigilante o un profesor. Tiene una función diferente y, lo que es más importante, conduce a resultados reales. Lo he aprendido de mi propia experiencia, que me gustaría compartir hoy con ustedes. Discutiremos las cuestiones más importantes: cómo encontrar un mentor, cómo no equivocarse en la elección y qué debe alertarte si la persona que tienes delante no es realmente un mentor, sino un mediocre "vendedor de humo".
3 razones por las que necesitas un mentor
Todo el mundo tiene un bajón de motivación. En esos momentos, parece que todo lo que haces es realmente en vano, y aunque las cumbres te llaman, están demasiado fuera de tu alcance como para esforzarte en conquistarlas. Yo, por ejemplo, solía rendirme cuando oía un rechazo. Como, "bueno, no es mi destino. Si fuera mío, habría tenido más suerte". Sin embargo, cuando tuve un mentor, que más tarde se convirtió en mi amigo íntimo, me dijo: "¡Deja de confiar en el destino! Y deja de pensar por qué las cosas sucedieron así y no de otra manera. Tienes que pensar cómo hacer que funcione por ti". Y aquí está la primera razón por la que todo el mundo necesita un mentor: es el oportuno "lavado de cerebro" que sólo él o ella puede hacer.
La segunda razón es que un mentor puede ayudarte a encontrar tu verdadero propósito. Aconsejo insistentemente a todos mis alumnos que vean el dibujo animado de Disney "Soul", porque explica bien qué es la "chispa" y cómo puede convertirte no sólo en una persona de éxito, sino también en una persona feliz. Así pues, este dibujo animado cuenta con un mentor para que cada alma encuentre su "chispa". Así, bajo la supervisión de un profesional, con su visión objetiva y su experiencia, es más probable que comprendas qué talentos debes desarrollar, cómo cambiar tu entorno, tu propósito y llegar a tu verdadero sueño.
La tercera razón por la que un mentor es importante es que será un punto de referencia para ti. Verás claramente el nivel de profesionalidad al que aspiras, y algún día podrás superarlo. También podrás entender en la práctica cómo hace su trabajo un verdadero profesional, cómo se hizo famoso y cómo consiguió resultados. No es lo mismo que leer un libro autobiográfico, pero puedes ver y formar parte de él.
Dónde buscar un mentor y cómo debe ser un mentor
Quizá no necesites un mentor en absoluto, sino a otra persona, porque además de mentores, también existen coaches y entrenadores empresariales. Te diré en qué se diferencia uno de otro para que puedas elegir.
Mentor
Un mentor es esencialmente un orientador, alguien que comparte sus conocimientos y experiencia contigo, es un experto en un sector y un modelo a seguir. Además de lo descrito anteriormente, un mentor puede ayudarte a:
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evitar errores típicos de tu profesión;
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construir u optimizar tu negocio;
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presentarte a las personas adecuadas y ampliar tu red de contactos comerciales;
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proporcionar información actualizada o conocimientos especializados sobre un tema.
¿Dónde buscar un mentor? Lo ideal es que sea tu propio jefe, porque sólo él sabe de forma fiable cómo alcanzar un puesto alto en tu empresa y qué necesitas para poder hacerlo. Pero no todos los directivos disponen del tiempo libre y la energía necesarios para ello, por lo que basta con buscar "elevadores de personas". ¿Quiénes son? Estos son los líderes de tu nicho, los que son más fuertes, más listos y tienen más éxito que tú, los que te llevarán al siguiente nivel. Mucha gente evita instintivamente a este tipo de personas, temerosa de sentirse inferior frente a ellas, pero sólo con ellas se puede adquirir experiencia. Por cierto, no es necesario decirle a la persona que es tu mentor: puedes observarla y aprender en secreto. Lo principal es encontrar a alguien que posea las cualidades que tú quieres poseer y que tenga casos reales y exitosos en su haber.
Déjame que te cuente otro secreto: puedes aprender incluso de personas que no conoces personalmente o que ya no están vivas. ¿Cómo se hace eso? Basta con leer sus libros, ver sus películas, asistir a seminarios históricos. Yo, por ejemplo, considero a Christian Dior y Benjamin Franklin mis mentores, así que estudié a fondo sus principios, técnicas y estrategias. ¿Acaso esto no es una mentoría?
Sin embargo, si has acordado establecer una mentoría, por así decirlo, formal, puedes aumentar la eficacia de tu interacción de las siguientes maneras:
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Discute y fija con el mentor un objetivo claro que quieras alcanzar.
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Acuerda claramente todos los términos: hora y duración de las reuniones, plan de desarrollo, temas, etc.
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Solicita opiniones con regularidad, haz preguntas y pregunta abiertamente lo que te interesa.
¿Cómo hacer que la interacción sea más productiva?
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Fíjate un objetivo que quieras alcanzar.
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Discute los términos de la cooperación: cuánto tiempo quieres dedicar a la comunicación, cuál será el calendario de reuniones, qué quieres discutir.
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Escucha, pregunta, pide una retroalimentación: sácale el máximo partido a esta comunicación.
Asesor empresarial
Un asesor empresarial es un formador que sigue un sistema de formación específico y estructurado destinado a desarrollar competencias concretas. Toda la formación consiste también en seminarios individuales con un calendario claro, durante los cuales pueden aplicarse diversas técnicas educativas: lluvia de ideas, juegos de rol, actividades de proyectos, etc.
A diferencia de un mentor o un coach, un asesor empresarial tiene:
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Al menos una formación pedagógica nominal o un plan de estudios propio, que puede adaptarse a las necesidades de un alumno concreto o construirse para él desde cero.
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Habilidades de comunicación desarrolladas, como hablar en público, inteligencia emocional, negociación, gestión de equipos, etc.
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Experiencia en el campo en el que imparte la formación. No debe ser sólo un formador, sino un líder de nicho de renombre que ha acumulado una valiosa experiencia y ha decidido empezar a compartirla con los demás.
Un asesor empresarial es más adecuado para personas acostumbradas a aprender de forma sistemática y que necesitan una disciplina estricta, como en la escuela o la universidad.
Coach
Un coach es un consultor que no comparte conocimientos, sino que ayuda a resolver un problema concreto o a cambiar la forma de pensar del alumno para que lo resuelva por sí mismo. A diferencia de un formador empresarial o mentor, un coach no da consejos ni evaluaciones, sino que ayuda a construir una ruta profesional, desarrollar un plan y crecer internamente. En esencia, un coach tiene mucho en común con un psicólogo, por lo que es más adecuado para ejecutivos consolidados o propietarios de empresas que quieren saber cómo mejorar su productividad personal, aprender a delegar tareas, fijar objetivos o prevenir conflictos de equipo. Por lo tanto, el coach simplemente ayuda a ahorrar tiempo en el desarrollo personal acelerándolo.
Mi opinión
Como cualquier gran ejecutivo, yo también tengo mentores. Uno de ellos es un multimillonario estadounidense y el otro es un multimillonario europeo. El primero me enseña a dirigir una empresa internacional y, francamente, sin él difícilmente habría podido reunir en un solo equipo a un número tan enorme de especialistas de distintos países del mundo, desde la India hasta México. El segundo mentor me ayuda con mi crecimiento personal: me enseña a trabajar con mis actitudes, a llevar a cabo negociaciones, a desarrollar mis habilidades para hablar en público y a utilizar en los negocios no solo mi intelecto sino también mis emociones. Así pues, tu reto al buscar un mentor es encontrar a alguien que pueda ayudarte a cambiar tu mentalidad de forma que te ayude a alcanzar tus objetivos. Por eso lo ideal es que haya varios mentores, cada uno para su tarea.
Stop-triggers: cómo saber si estás ante un estafador
Desgraciadamente, el mercado de mentores, coaches y formadores empresariales está lleno de personas sin escrúpulos a las que ni siquiera se puede llamar expertos. Hoy en día es muy fácil toparse con personas que no sólo quieren quitarte el dinero, sino también el tiempo (¡que es mucho más valioso!). Estos son algunos signos de que no estás tratando con un mentor:
1. Vendedor de la "píldora mágica"
Todas estas afirmaciones del tipo "¡Te convertiré en una leyenda en un solo webinar!" o "¡Mi esquema ya ha sido seguido por un millón de personas, y ha ayudado a todos sin excepción!" no son más que anzuelos. Suelen llevárselo las personas que necesitan un cambio urgente o las que sueñan con hacerse ricas sacando el billete afortunado en la lotería. Pero te diré una cosa: ¡haz un curso gratuito de Lectera! Gracias a ellos obtendrás muchos más beneficios, sobre todo porque están pensados para quienes se encuentran en una situación difícil. Y ni siquiera esperes una "píldora mágica": no existe el mentor que agita la mano y te conviertes inmediatamente en un profesional. La profesionalidad significa miles de horas de práctica, sobrevivir a los fracasos y la máxima cualificación.
2. Zapatero sin botas
Recuerda una regla: una persona que no ha alcanzado el éxito no puede enseñar a los demás a triunfar. Busca a quienes hayan triunfado específicamente en tu campo. Asegúrate de consultar Internet y las redes sociales, como Facebook y LinkedIn. El nombre de esa persona debería estar en el radar de otros expertos del nicho. Si esta persona es en realidad un desconocido, y entró en tu nicho hace sólo un año, sin haber conseguido nada en él... Lo más probable es que sea un estafador habitual.
3. Super Soldado
Esta categoría incluye a los mentores que "saben hacerlo todo a la vez". Disponen de multitud de productos de información, sistemas de formación, competencias y conexiones en todos los sectores. Pero esto plantea una pregunta: ¿puede una persona ser buena en todo a la vez? Difícilmente, porque la profesionalidad sólo se alcanza cuando uno está plenamente centrado en un único objetivo. Y si la edad del mentor es inferior a cuarenta años, la probabilidad de que realmente lo sepa todo tiende a cero. Es mejor elegir a alguien que sea perfecto en una cosa que a alguien que sea bueno en todo.
4. Éxito total
Es lo mismo que "Piensa en el dinero y lo tendrás" o "Piensa como un alto directivo y mañana lo serás". Sí, es posible y necesario cambiar de mentalidad, yo misma lo hago y ayudo a otros a cambiar, pero las palabras no juegan casi ningún papel aquí. Se necesita práctica: nuevos hábitos, herramientas empresariales, reconstruir patrones de comportamiento, eliminar fobias y estereotipos, etc. En resumen, se trata de un trabajo total sobre uno mismo, que puede durar años, pero no es suficiente. El mentor tiene que darte conocimientos reales aplicables en la práctica, no limitarse a darte discursos inspiradores.
Si has visto la película Avatar, de James Cameron, probablemente recuerdes ese momento de la domesticación de los pájaros alienígenas en el que Jake pregunta a los navi: "¿Cómo sabré que me ha elegido a mí?". A lo que le dijeron: "Intentará matarte". Me gustaría bromear diciendo que con la mentoría pasa exactamente lo mismo, pero no es así en absoluto. Sí, puede ser difícil, incluso mentalmente. Sí, tendrás que esforzarte para encontrar al experto adecuado para ti. Pero créeme, ¡vale la pena! Al fin y al cabo, cuanto más fuerte y experimentado sea el mentor, más fuerte y experimentado serás tú.
