Algunas personas sueñan con viajar al siglo XIX para asistir a exuberantes banquetes y bailes, otras con la Edad Media para ver con sus propios ojos torneos de caballeros y antiguos reyes.
Hay quienes sueñan con un futuro lejano con viajes espaciales y androides... Pero yo me siento muy cómoda en el presente. Me encanta nuestro tiempo, porque sólo tú y yo podemos ver el florecimiento de una nueva era de alta tecnología, me refiero a la aparición, el desarrollo y la popularización de los metauniversos.
Un poco sobre los metauniversos: cómo distinguirlos de una plataforma ordinaria
Seguro que al menos una vez te has preguntado o incluso has buscado en Google qué es un metauniverso. Para ser sincera, yo también. Así que te lo diré en un lenguaje sencillo: un metauniverso es un espacio digital que imita al real con funciones, características y contenidos mejorados utilizando tecnologías de realidad virtual y realidad aumentada. Es decir, es una especie de versión más avanzada y perfecta de nuestro mundo, como en la película "Matrix", donde puedes influir en lo que ocurre y hacer que sea como tú quieres verlo. Por eso un metauniverso no suele limitarse a una plataforma, sino que es toda una red o ecosistema de aplicaciones, servicios y productos. También se llama "Internet volumétrica". Cada persona, para utilizar un metauniverso concreto, crea su propio avatar y, a partir de ahí, ¡genera contenidos, socializa o simplemente se divierte! Todo lo que necesita es un casco virtual o unas gafas 3D.
Un metauniverso, a diferencia de los juegos normales o de los trabajadores, tiene algunas diferencias distintivas:
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Todas las acciones tienen lugar en tiempo real, no se pueden cancelar ni sobrescribir.
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Hay un número ilimitado de usuarios en el metauniverso. ¡Y detrás de cada avatar hay una persona real!
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La presencia de una economía interna propia. Algunos metauniversos, como Sandbox, tienen su propia moneda (casi siempre criptomoneda), que incluso puede convertirse en moneda real y monetizar así su "segunda vida".
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Una fuerte conexión entre el mundo digital y el mundo real. Es decir, el metauniverso no puede existir aislado, los objetos del mundo real penetran en el mundo virtual y viceversa, los usuarios interactúan con ellos y entre sí, las marcas también van y vienen y se representan en el espacio digital (de lo que hablaremos por separado más adelante).
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Los propios usuarios crean contenidos y desarrollan el metauniverso, no sólo consumen los contenidos ya creados. Así, todo verdadero metauniverso es una plataforma para que los desarrolladores informáticos creen algo propio, desde un nuevo objeto hasta un nuevo mundo.
El primer punto parece especialmente impresionante, ¿verdad? Es decir, ¡el metauniverso siempre tiene vida propia! Pongamos que he quedado con un colega en una de las cafeterías Mesh (una realidad virtual creada por Microsoft, donde también creas tu avatar y vas "paseando" por distintos mundos"). Una vez que hemos terminado de negociar y nos separamos, la cafetería no deja de existir: la siguen visitando otros usuarios, charlan de la misma manera, llevan y traen bebidas, etc. Cuando vuelvo a visitarla unas horas más tarde, el ambiente puede cambiar, por ejemplo, puede estar sucia o alguien puede limpiarla. Así que es como dejar una cafetería de verdad: seguirá funcionando y existiendo, pero si rompes algo allí, no podrás retroceder el tiempo.
Qué hacer con el metauniverso en los negocios: ideas y casos principales
Si tú también eres empresario o directivo como yo, probablemente te estés preguntando: "¿cómo puedo utilizar todo esto en beneficio de mi empresa y obtener ganancias adicionales?". Al fin y al cabo, parece que en el metauniverso todo gira en torno a la diversión y el entretenimiento en el tiempo libre. ¡Pero no es así! Muchas empresas internacionales ya los han adoptado y han aumentado enormemente tanto la participación del público como las ventas. Por eso, en Lectera hemos lanzado nuestro nuevo curso "Metaverse for All: Dive into the Digital Realm", en el que un experto en el campo de los metauniversos responderá a todas tus preguntas sobre sus posibilidades y funciones para las empresas.
Mientras tanto, compartiré algunos ejemplos del ámbito del marketing y la creación de marcas que me han impresionado especialmente. Por ejemplo, Nike, cuyos anuncios ya se han convertido en legendarios. La empresa utilizó el famoso metauniverso del videojuego Roblox para replicar una copia de su sede. Se llama Nikeland, y en ella los usuarios pueden competir en minijuegos deportivos, conseguir puestos en las listas de los torneos e incluso ganar premios digitales. Lego ha hecho algo parecido: actualmente está desarrollando un "entorno seguro y atractivo para los niños" con la empresa de desarrollo de juegos de ordenador Epic Games.
Y muchas marcas también están empezando a abrir copias digitales de sus tiendas en metauniversos y a vender artículos digitales o incluso reales que pueden entregarse en la dirección del cliente una vez realizado el pedido. Gucci, por ejemplo, ha creado una especie de "probador virtual": cualquier usuario puede probarse sus modelos Gucci Virtual 25 mediante realidad aumentada y ponérselo a su avatar en cualquier juego basado en Roblox. La empresa también ha abierto una copia de la instalación florentina "Gucci Garden" en Roblox, gracias a la cual ahora puede visitarse en línea.
Y mi marca favorita, Louis Vuitton, ¡ha diseñado skins para los personajes de League of Legends! Es decir, cada usuario puede comprar y lucir en el juego un "look" único diseñado por diseñadores de élite. En una línea similar, Gucci se asoció con Tennis Clash para lanzar conjuntos de moda exclusivos para los usuarios, y otra famosa casa de moda, Balenciaga, incluso lanzó un videojuego llamado "Afterworld" para mostrar su colección de otoño de 2021. Como parte del juego, los usuarios tenían que explorar un mundo postapocalíptico, que también contaba con una localización en forma de tienda abandonada de Balenciaga.
Otra oportunidad de negocio que ofrecen los metauniversos son los influencers y los modelos. Imagínate que tu marca la anunciara, por ejemplo, Harry Potter. Lo mismo ocurre, por ejemplo, con los vocaloids, es decir, cantantes virtuales que tienen sus propias páginas en las redes sociales y una sólida base de fans, como Miku Hatsune o Lil Michela. En otras palabras, puedes colaborar con modelos virtuales y personas como actores o blogueros. El dinero que tienes que pagarles, sin embargo, ¡es bastante real!
También puedes colocar tus anuncios exteriores en el metauniverso, de la misma manera como lo haces fuera de línea en las vallas publicitarias de la calle y en carteles publicitarios. También puedes comprar un espacio virtual online, por ejemplo, en el centro de una ciudad digital o en la pantalla de un partido deportivo digital. Dado que las metapantallas implican funcionalidad y oportunidades de interacción, como en los videojuegos, aquí todo está limitado únicamente por el presupuesto y la imaginación del vendedor. Y la mayoría de las veces resulta más barato que llevar a cabo eventos similares en línea. Por ejemplo, el rapero Travis Scott dio un concierto virtual ante sus fans en 2020 utilizando el juego Fortnite, cuando este se canceló en la vida real debido a las medidas de cuarentena.
¡En una analogía, incluso podrías lanzar tu propia academia de educación virtual, por ejemplo creando una copia de Lectera! Los estudiantes que utilicen avatares podrían entonces asistir a las clases y aprender en línea. En su origen, los metauniversos se utilizaron por muchas empresas como solución a problemas de lejanía geográfica o limitaciones sociales. Es una forma de llevar una vida activa desde la comodidad del hogar e incluso de vender productos, atraer clientes o celebrar exposiciones completas.
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He aquí algunos consejos que debes tener en cuenta si quieres abrir las puertas adecuadas al metauniverso para tu empresa:
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Vincula el metauniverso con los procesos reales de la empresa. Necesitas un punto de contacto entre ambos, algo que integre de un espacio al otro. La empresa real y la virtual tienen que sincronizarse. Para ello tendrás que conectar tu sistema CRM, los terminales de punto de venta, los pagos electrónicos, etc. Además, no te olvides de recopilar datos del mundo virtual: al igual que en la vida real, así podrás hacer un seguimiento de los productos a los que los usuarios prestan más atención, dónde se detienen cuando miran en 3D, etc.
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Asegúrate de que tus productos virtuales se corresponden con los reales. ¡No decepciones a los usuarios! Comprendo la tentación de "embellecer" y hacer que las versiones digitales parezcan mejores de lo que son. Pero si estás anunciando un producto, o más aún si estás ofreciendo probar algo y luego pagarlo en la vida real, la honestidad es especialmente importante.
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Automatiza, pero no "eches" a las personas vivas del proceso. Según una encuesta de Foresight Factory, alrededor del 70% de los consumidores prefieren ser atendidos por un humano, sobre todo cuando se trata de algunas cuestiones relacionadas con un producto. Así que, incluso en el mundo virtual, cuida los avatares de tus vendedores y no te olvides de la calidad del servicio también en el mundo real.
El metauniverso difumina los límites entre la realidad y nuestra imaginación, pero es muy importante mantener y garantizar un equilibrio cuando se trata de negocios, marketing y clientes. Sí, aquí puedes poner a tope tu creatividad y hacer realidad hasta las ideas más locas, pero no pierdas terreno y olvides que la aportación real, la inversión y las relaciones siguen siendo más importantes. Y así, quién sabe, ¿quizá pronto vayamos al supermercado a hacer la compra con gafas 3D en lugar de una chaqueta?