Cuatro días de trabajo en vez de cinco, ¿no es genial?

Según el concepto de la jornada laboral de cuatro días, los empleados de empresas reciben un día libre extra, pero conservando el mismo sueldo y cumpliendo el mismo desempeño diario. A veces este enfoque se llama "100-80-100", porque te siguen pagando el 100% como antes, trabajas con la misma eficiencia del 100%, pero el número de horas se reduce al 80%.

Por supuesto que suena genial para los empleados, pero los empleadores tienen sus dudas. A pesar de eso, ya llevan hablando mucho sobre la jornada de cuatro días, y sus partidarios tienen argumentos convincentes. Uno de ellos dice que cuando la jornada de cinco días semanales sustituyó a la de seis, provocó una auténtica revolución y horrorizó a los economistas. La experiencia mundial actual también ha mostrado que, a pesar de la pandemia por coronavirus y otras crisis, se puede trabajar de distintas maneras sin perjudicar la productividad. Sin embargo, hay que tener en cuenta algunos matices.

Casos reales de la jornada laboral de cuatro días en el mundo

A pesar de que hayan empezado a hablar de la jornada laboral de cuatro días justo durante la pandemia, cuando todo el mundo se vio obligado a revisar los métodos de producción y trabajo antiguos, este concepto existe desde hace muchos años. Y también se va practicando en distintos lugares con mucho éxito, por muy paradójico que sea.

La empresa inglesa Roundpay Metal Finishers fue la primera en probar esta innovación en 1965. Pero la verdad es que los directivos tomaron la decisión de esa reducción no por el bien de sus empleados, sino para reducir los costos de seguridad social y de energía y agua de la empresa. Además, las horas laborales seguían siendo las mismas: las 40 horas simplemente se distribuyeron de manera equitativa entre otros días de la semana. Así que este "truco" no se puede considerar una implementación de la jornada laboral de cuatro días del todo (ya que consiste en reducir la carga, no en cambiar el horario), pero aún así este fue el primer experimento de esta índole.

En 2018, se realizó un experimento similar en Nueva Zelanda, en la empresa Perpetual Guardian, especializada en ofrecer servicios financieros: para sus 240 empleados redujo no solo la cantidad de días laborales, como lo hizo Roundpay Metal Finisher, sino también las horas, es decir, de 37.5 a 30. Además, seguían pagando el mismo salario de antes.

Según los resultados del experimento de Perpetual Guardian, que duró un año entero, la productividad de los empleados aumentó en proporción a la disminución de sus horas de trabajo. En otras palabras, los empleados se volvieron más eficientes, aunque trabajaban bastante menos. También cabe destacar que se redujo la duración de las reuniones y las comidas: los empleados volvían a sus tareas cotidianas con más ganas que antes. Junto con esto se redujo el nivel de estrés de 45% a 38%, y un 78% de los empleados evaluaron positivamente el equilibrio entre su vida personal y el trabajo en comparación con el 54% del año anterior.

En 2019, Microsoft Japón también implementó una jornada laboral de cuatro días a la semana como parte del Work-Life Choice Challenge. 2300 empleados se unieron a esta iniciativa, todos ellos recibieron un día libre adicional el viernes. Según los resultados de este experimento, los empleados necesitaron menos días de baja por enfermedad, y también se redujo el número de días libres y el consumo de electricidad y agua. La productividad de los empleados aumentó tanto como en Perpetual Guardian: ¡hasta un 40%!

Sin embargo, el experimento más grande de la implementación de la semana laboral de cuatro días fue en Islandia, donde se realizó en diferentes empresas y sectores de todo el país al mismo tiempo. Así, las empresas empezaron a trabajar 35 o 36 horas semanales en vez de 40. Participaron tanto startups informáticas como servicios sociales, instituciones médicas y educativas, etc. Considerando las características específicas de cada sector, algunas empresas tuvieron que trabajar por turnos de 9:00 a 17:00 (pero aún así lograron cumplir las condiciones del experimento).

Según los resultados del experimento islandés, descubrieron que no en todas las empresas aumentó la productividad de los empleados, pero, lo que es igual de importante, es que tampoco disminuyó en ninguna. En un 90% se redujo el nivel de estrés y se incrementó el bienestar general de los empleados, incluida la salud física. Hablando de forma más específica, los psicólogos, encargados de controlar el experimento, descubrieron que los empleados empezaron a delegar más sus tareas, poner prioridades de manera racional y procrastinar menos en el puesto de trabajo. Además, se redujo la duración de las reuniones corporativas (igual que en el experimento de Perpetual Guardian) y muchos procesos empresariales los trasladaron al formato online, lo cual los aceleró significativamente.

Por cierto, después de eso Islandia decidió escalar el experimento a todo el país: actualmente, alrededor del 80% de la población activa de Islandia tiene ese horario de trabajo, aunque la última palabra en la decisión de cambio sigue siendo de las empresas o los sindicatos.

A finales de julio de 2023 finalizó la última parte de la campaña global "4 Day Week Global" iniciada por Nueva Zelanda, pero que abarca varios países más, incluídos Australia, Gran Bretaña y Estados Unidos. Todas las empresas participantes en la campaña (por cierto, uno de sus fundadores es el jefe de Perpetual Guardian), implantaron la semana laboral de cuatro días empezando en diciembre de 2022. Los empleados también mostraron una mejora de desempeño y las ganancias de las empresas aumentaron en un 15% promedio. Un tercio de los empleados también señalaron que el riesgo de dimitir a favor de otra empresa se redujo notablemente.

Sin embargo, en cuanto al último experimento, es importante señalar que cada empresa decidió por su cuenta cómo distribuir las horas laborales restantes y también realizó talleres con los empleados y asesoramientos con expertos para adaptarse bien al nuevo horario.

Semana laboral de cuatro días: ¿la necesito o no?

Teniendo en cuenta todo lo descrito anteriormente, da la impresión que la semana laboral de cuatro días supera a una de cinco en todo. Y puede que realmente sea así. Según un estudio del centro de análisis Gallup, en el que participaron 7500 encuestados, un 23% de los empleados que siguen trabajando cinco días a la semana tienen agotamiento emocional contínuo y un 44% lo siente de vez en cuando. En comparación con los números de la jornada de cuatro días, la conclusión es obvia.

Sin embargo, todo tiene sus ventajas y desventajas. Por tanto, según los resultados, los principales pros de la semana laboral de cuatro días son sin duda los siguientes:

• Aumento de la productividad y calidad de trabajo de los empleados. Es lógico, ya que el descanso restaura los recursos internos. Un empleado descansado es un empleado eficiente: comete menos errores, reacciona más rápido a los cambios, tiene más iniciativa y creatividad y al mismo tiempo procrastina menos.

• Reducción de bajas y dimisiones. Las empresas que practican la jornada de cuatro días, muestran una tasa baja de rotación de personal. También consiguen ascensos más rápido e incluso incrementan las ganancias del negocio.

• Distribución del tiempo entre las tareas laborales más eficiente. El tiempo laboral limitado motiva a acelerar el trabajo y optimizar los procesos empresariales (por eso la jornada de cuatro días a menudo se implanta junto con innovaciones tecnológicas).

• Reducción de gastos empresariales y mejora de la reputación en el mercado laboral. Todo el mundo quiere trabajar en una empresa con una jornada de cuatro días, y el negocio a su vez ahorra en energía, seguridad social y, tal vez, incluso en alquiler. También cabe señalar un impacto positivo en el medioambiente: se reduce la contaminación de las fábricas y el transporte.

A las posibles desventajas de esa jornada se puede atribuir:

• La empresa se vuelve menos accesible para los clientes. Dada la gran competitividad del mercado, aumenta el riesgo de que los clientes recurran a quienes trabajan 24/7 a fin de no esperar a que tu empresa abra. En el peor de los casos, esto puede reducir los ingresos.

• Una distribución desigual de la carga laboral. No todos los empleados saben priorizar correctamente. Por esa razón, primero se debe enseñarles cómo gestionar el tiempo y solo después de eso iniciar importantes cambios del horario laboral.

• No es para todas las empresas. Hay sectores que simplemente no se pueden permitir trabajar cuatro días a la semana, como, por ejemplo, la industria pesada, los servicios públicos y las tiendas de alimentación. Es fácil hacer esa transición para los trabajadores de oficina, sobre todo en el sector informático.

• Hay riesgo del efecto Hawthorne. Es muy probable que el desempeño que muestran los empleados haciendo la jornada de cuatro días sea una "euforia temporal" y al cabo de poco tiempo vuelva a disminuir. Aún así, es discutible, ya que muchos experimentos han durado más de un año y los resultados no empeoraron.

• En algunos sectores, es necesario implantar un horario de turnos y puede haber dificultades con la coordinación entre empleados y departamentos (sobre todo si todo el mundo tiene turnos diferentes).

Alternativas para la semana laboral de cuatro días: ¿qué elegir?

Después de leer todos los pros y contras, seguro que pensaste en cómo adoptar lo primero y evitar lo segundo. ¡Esto es muy posible! De hecho, entre las jornadas de cinco y cuatro días existen medidas intermedias que dan resultados similares en su conjunto. Por ejemplo:

• Implantar un horario laboral flexible. Ofrece a los empleados la oportunidad de planificar sus propios horarios (por ejemplo, tomando días libres cuando les convenga, en lugar de sábados y domingos) o de trabajar a distancia de vez en cuando (por ejemplo, tres días en la oficina y dos en casa). Todo esto también reduce el estrés y al mismo tiempo aumenta la eficiencia.

• Enfoque individual de los empleados y un sistema de incentivos personalizado. Ofrece a los empleados, por ejemplo, un día libre extra al mes por alto rendimiento o desarrolla planes de carrera personalizados para ellos. En resumen, averigua qué motiva a tus empleados a rendir más y les hace sentirse más cómodos en la oficina. Tal vez una simple máquina de café en la cocina de la oficina o almuerzos gratuitos funcionen.

• Revisión de los métodos y procesos laborales. Revisa el número de reuniones a la semana, redistribuye las tareas y obligaciones y optimiza los procesos empresariales que complican el trabajo o quitan demasiado tiempo. La implantación de innovaciones y tecnologías correspondientes también podrá ayudarte a hacerlo.

Además, siempre podrás reducir la cantidad total de horas de trabajo sin reducir los días (en Países Bajos, por ejemplo, trabajan solo 29 horas a la semana), o implantar la jornada de cuatro días experimental y proponérsela a un grupo de empleados para luego comprobar qué impacto ha tenido en el funcionamiento de la empresa. Lo importante en este caso es que definas unos objetivos claros de esta innovación y tengas métodos de monitoreo del nuevo horario, además de revisar posibles problemas y preparar sus soluciones. No todos los empleados van a estar a favor de trabajar cuatro días en vez de cinco, a algunos no les va a gustar ese cambio. Las empresas tienen que darse cuenta y aceptar que no hay empleados, horarios o herramientas perfectos: existen circunstancias con las que hay que conformarse.