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El mercado nunca duerme, pero a veces se adormece. Sin embargo, en otoño abre los ojos y comienza un nuevo periodo de actividad, búsqueda y cambio.
¿Por qué ocurre esto? Es una buena pregunta, y no he encontrado inmediatamente la respuesta. Según un estudio de SuperJob, el 22% de los empleados declaran que su productividad disminuyó durante el verano, y el 52% de ellos culpan al calor. Otro 34% cita el deseo de irse de vacaciones como la principal razón de su falta de productividad, y puedo entenderlo: cuando sabes que en una semana estarás en la playa con un cóctel en la mano, puede ser un reto concentrarte en las tareas que tienes entre manos. El 5% también nota el cansancio que se acumula durante el verano. El 4% nota una disminución general de la productividad de la empresa y, por tanto, del número de tareas, lo que despierta la pereza latente. El 43% de los responsables de RRHH señalan que tienen problemas de contratación durante el periodo estival, no sólo por la disminución de su propia eficiencia, sino también por el menor número de candidatos que prefieren tomarse las vacaciones y aprovechar el verano para relajarse en vez de buscar un empleo.
De hecho, todo esto hace que el mercado de trabajo de la época estival entre en un "modo durmiente", del que empieza a salir ya en los últimos días de agosto y se activa plenamente en septiembre.
Estaciones y tiempo de empleo: cuándo y cómo funciona el mercado laboral
El mercado laboral es dinámico y volátil. En él influyen no sólo factores objetivos como las crisis económicas y las tendencias tecnológicas, sino también las estaciones del año. Así, por ejemplo, si buscaras trabajo en enero y lo volvieras a intentar en abril, te darías cuenta de la diferencia que estoy destacando.
En el contexto del mercado laboral solemos dividir el verano en dos mitades. Desde mediados de mayo hasta mediados de julio, la dirección está ocupada tomando decisiones estratégicas para los próximos seis meses o un año y a menudo se centra en el desarrollo de los que todavía están en la oficina entonces, por ejemplo, llevando a cabo programas de formación para los empleados o reestructurando los equipos. No es el momento de un cambio, sino de prepararse para él, cuando se pueden considerar con calma diferentes ideas e iniciativas sin precipitarse. En verano, el mercado laboral está bastante lento.
También es cuando hay vacantes y prácticas calientes en el mercado, por lo que es otro buen momento para el empleo. Los candidatos sin experiencia pero con perspectivas y objetivos son especialmente bien recibidos a principios de verano, ya que en verano es más fácil que un nuevo empleado se adapte a la rutina de trabajo, mejore sus conocimientos o pase un periodo de prueba en ausencia de la dirección que probablemente esté de vacaciones. En definitiva, es una gran época para ganar experiencia, probar cosas nuevas y demostrar tu valía.
La segunda parte del verano es el período de mediados de julio a principios de septiembre, cuando la mayoría de los empleados se van de vacaciones y las decisiones importantes sobre el personal se retrasan. Por lo general, durante este periodo, puedes ver un fuerte descenso de las vacantes en las bolsas de trabajo y encontrarte con el hecho de que el responsable de RRHH se olvidó de llamarte porque se fue a la playa.
¿Y qué ocurre en otoño, de septiembre a noviembre? Los directivos regresan de sus vacaciones y los empleados, que han descansado durante el verano, vuelven al trabajo con nuevo vigor, lo que lleva a un fuerte aumento de la productividad. El 29% de ellos, por cierto, afirma que el otoño es la época del año en la que han podido rendir más y conseguir un ascenso. ¡Y la mayoría de estas personas son mujeres! Recuerdo haber recibido grandes ofertas y proyectos entre octubre y noviembre. ¡Así que tenlo en cuenta!
El invierno es una historia diferente. Desde principios de diciembre hasta mediados de febrero, la actividad en el mercado de trabajo disminuye. Esto se debe a que las empresas simplemente no tienen tiempo para contratar personal para el final del año: necesitan resumir los resultados, compilar informes, alinear los KPI y prepararse para una nueva "carrera". El final del año es una especie de hito en el que todo el mundo está ocupado en el trabajo y en casa, preparándose para las festividades. Si pensamos en conseguir un trabajo durante este periodo, probablemente se trataría de un trabajo estacional a tiempo parcial, lo que es bastante frecuente en el sector de los servicios y las ventas debido a la gran demanda de productos navideños y actividades de ocio.
El periodo de primavera, que va de finales de febrero a principios de mayo, se caracteriza por la apertura de puestos de trabajo y el aumento de proyectos. Es el segundo periodo más popular para buscar trabajo después del otoño. Se lanzan proyectos que se desarrollaron en invierno, se montan nuevos equipos y surgen nuevas tendencias, profesiones y empresas. Sin embargo, esta actividad es efímera y se va disminuyendo poco a poco hasta cesar por completo para las vacaciones de mayo (al menos en Rusia).
El mercado laboral se ralentiza a medida que se acerca el verano hasta entrar en una fase de estancamiento.
Por qué buscar trabajo en otoño
Por eso sigo creyendo que el mercado laboral de otoño es un tesoro de oportunidades para quienes buscan un nuevo empleo o quieren empezar una nueva carrera:
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Muchos empleados que se van de vacaciones en verano deciden dejar el trabajo. Así que, previendo esto, muchas empresas empiezan a publicar vacantes y a buscar candidatos con antelación. Como resultado, se produce un "ciclo de vacantes": llegas en otoño para sustituir al empleado que se fue en verano, y él puede volver a ocupar el puesto si tú también decides dejar el trabajo en verano.
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También aparecen nuevos puestos en el mercado laboral cuando comienza el curso escolar y disminuye la presión sobre las empresas orientadas al verano. La producción de bienes también se reduce, sin embargo, aparecen puestos de trabajo a medida que la empresa cambia su enfoque de la producción al desarrollo externo. Por ejemplo, se abren nuevos centros comerciales o sucursales que requieren personal adicional.
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Por el contrario, la producción de las empresas orientadas al invierno y la primavera aumenta en el período previo a la temporada de ventas (por ejemplo, la producción de regalos de Año Nuevo). En esta época, el personal directivo y los especialistas en ventas y tecnología están especialmente solicitados.
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El otoño es también el inicio de la temporada comercial, por lo que las empresas lanzan rápidamente nuevos proyectos que estaban desarrollando en verano, contratan activamente personal, innovan y se expanden de todas las maneras posibles. Por ello, la competencia entre empresas también crece, aumentando el número de vacantes con condiciones atractivas. Pero ten en cuenta que, simultáneamente, crece el número de solicitantes…
A primera vista, podría parecer que el mercado laboral es más o menos estable y el mismo en todas las épocas del año, pero no es así. Por supuesto, durante todo el año aparecen nuevos proyectos con vacantes, y si de repente te encuentras sin trabajo en Nochevieja o en pleno verano, no es motivo para desesperarte. Pero es más fácil encontrar trabajo en otoño porque el mercado laboral está interesado en atraer personal fresco y profesional, y las innovaciones y los cambios (incluidos los políticos, científicos y culturales) contribuyen a crear nuevos nichos y puestos de trabajo.
El plan de búsqueda de empleo para el otoño es casi el mismo que para las demás estaciones. Supervisa diariamente las ofertas de empleo y revisa los sitios de búsqueda de empleo que suelen enviar ofertas interesantes a los suscriptores por correo electrónico en función de su CV. Además, deberías estar atento a todo tipo de selecciones que suelen recopilar las publicaciones online y los canales de Telegram. Por último, si hace tiempo que no actualizas tu currículum, hazlo bien a principios de otoño, incorporando las nuevas experiencias del verano y tus nuevas habilidades. Los empleadores se fijan primero en los últimos currículos actualizados.
Además, no te olvides de los trabajos de temporada. Por ejemplo, considera la posibilidad de montar tu propio negocio. ¡Un negocio temporal! No es tan arriesgado como un negocio a largo plazo, y puedes prepararte para empezar uno con bastante rapidez porque algunas áreas y nichos son relevantes de septiembre a noviembre. Cuáles son las ventajas de un negocio estacional y qué opciones hay que tener en cuenta en otoño, ¡te lo cuento en el próximo artículo! Así que permanece atento a Lectera Magazine para estar al día.
