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Pensamiento de diseño
¿Qué es el pensamiento de diseño?
El pensamiento de diseño es un enfoque específico de la solución de problemas o, directamente, el proceso de desarrollo de productos y servicios, orientado a una persona concreta y la solución de sus problemas actuales. En este caso el sinónimo de la palabra "diseño" es "proyecto", creación de algo nuevo.
El método del pensamiento de diseño permite comprender mejor a los usuarios o clientes, identificar sus auténticas necesidades y deseo, proponer alternativas para satisfacerlos. En otras palabras, el pensamiento de diseño está orientado, antes que nada, a los intereses de su público, en lugar de a los estándares estatales, exigencias del cliente o tareas de negocio. Por eso el método del pensamiento de diseño es considerado uno de los llamados enfoques centrado en el usuario, es decir, destinados a satisfacer las necesidades de los usuarios.
De esta manera, el pensamiento de diseño puede emplearse para desarrollar productos en cualquier área de actividad. Pero no es su principal ventaja. El gran mérito del sistema del pensamiento de diseño consiste en que permite procesar rápidamente las necesidades de los usuarios, formular y en seguida probar las ideas, eligiendo después los productos más prometedores y útiles para el público. Al mismo tiempo, a diferencia del pensamiento analítico, el método del pensamiento de diseño es mucho más creativo y original. Su principal objetivo es rebosar los límites de los estereotipos generando ideas y crear un producto realmente demandado.
Cómo nació el pensamiento de diseño
El primero a quien se le ocurrió, a mediados del siglo pasado, que el diseño, como un enfoque creativo de hacer productos, podría llegar a ser una particular forma de pensamiento, fue el profesor americano e innovador en el ámbito de la educación, John Arnold. Pero fue otro científico, Simon Herbert, especializado en las ciencias sociales, políticas y económicas, quien desarrolló sustancialmente su idea. En 1969 usó el término "pensamiento de diseño" en el libro "Las ciencias de lo artificial". Un tiempo después, en EEUU se inauguró el primer Instituto de Gestión del Diseño, llamado a unir los principios del diseño con los del negocio, servicio del cliente y cultura corporativa. Pero solo a finales del siglo XX las ideas del pensamiento de diseño fueron realmente reconocidas.
En 1991 se fundó la consultoría de diseño IDEO que ayuda a otras organizaciones y startups a crear productos demandados y útiles. Más tarde, en 1995, el científico Roger Martin publicó el libro "El diseño de los negocios" y describió cómo el método del pensamiento de diseño permite conseguir una ventaja competitiva. El interés hacia este método iba creciendo. A principios de los 2000 se inauguró la escuela Hasso Plattner Institute of Design, en la que enseñan justamente el enfoque de diseño para los negocios. Esta plataforma sigue siendo el centro principal del desarrollo del pensamiento de diseño.
En 2015 vio la luz el libro de Tim Ogilvie y Jeanne Liedtka "Piensa como un diseñador" que se convirtió en un auténtico superventas y sigue siendo uno de los libros más populares sobre el pensamiento de diseño. No menos demandados fueron los libros "Pensamiento de diseño en los negocios" de Tim Brown y "How design makes the world" de Scott Berkun, que sirven, de hecho, de manuales de creatividad.
De esta manera, el pensamiento de diseño lleva dos décadas osiendo un enfoque demandado y actual. Algunas empresas lo declarasu su ideología, por ejemplo Google, donde los desarrolladores emplean este método para crear y probar nuevos productos.
Principios del pensamiento de diseño
El pensamiento de diseño como un enfoque particular de la organización de la actividad consta de varios principios importantes. Entre ellos:
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Participación, o empatía, es decir, la capacidad de comprender y compartir emociones y de verse en lugar del cliente para comprender sus verdaderos deseos. El enfoque en las necesidades y las expectativas de los usuarios es el primer principio del pensamiento de diseño, sin el que sería imposible.
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Flexibilidad del pensamiento es la capacidad de ver el problema desde diferentes puntos de vista y proponer varias soluciones óptimas. Además, este principio prevé la apertura a las nuevas ideas y la disponibilidad de cambiar la opinión sobre ciertas cosas en el proceso de trabajo.
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Síntesis y multidisciplinariedad, es decir, la combinación de los conocimientos y experiencias de diferentes áreas para crear un producto innovador. Este principio también incluye la cooperación con los expertos para conseguir los objetivos del proyecto.
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Minimalismo razonable, o la exclusión de lo sobrante. Lo que más importa en el pensamiento de diseño es crear un producto eficaz y funcional. Por eso este enfoque rechaza todos los elementos que sobran, busca simplificar la percepción y el empleo del producto para el usuario. Es el minimalismo razonable que permite centrarse en los objetivos clave del producto y las necesidades del cliente, ofreciéndole las soluciones fáciles y comprensibles de los problemas que surjan.
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Iteratividad, que supone no un proceso lineal, sino un ciclo ininterrumpido de iteraciones, gestión de errores y mejora del producto.
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Experimentos y pruebas constantes, es decir, toda una serie de ensayos, pruebas y, por sonsiguiente, errores. Esto permite introducir cambios en el producto rápidamente y hacerlo cada vez más cómodo y comprensible para el usuarios.
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Retroalimentación. Este es el principio que ayuda a realizar experimentos y pruebas del producto asegurando la iteratividad del proceso del desarrollo. La retroalimentación permite comprender cómo hacer un producto demandado, mejorarlo o adaptar a las necesidades de las personas.
Estos principios ayudan a los desarrolladores ver cómo los usuarios interactúan con el producto o servicio, qué es lo que no les gusta o molesta, cómo se puede corregir y generar una experiencia de usuario positiva.
Por qué es importante el pensamiento de diseño
El pensamiento de diseño contribuye a desarrollar la creatividad, estimula el pensamiento creativo y original, ayuda a generar nuevas ideas y conceptos. Además, este enfoque ayuda a encontrar nuevos caminos para mejorar y perfeccionar productos y servicios.
Además, el pensamiento de diseño ayuda a solucionar problemas que parecen complicados y difíciles de regular. Esto sucede gracias a que los principios del enfoque de diseño permiten a las empresas desarrollar la flexibilidad y la capacidad de adaptarse rápidamente a las condiciones cambiantes del mercado y a las exigencias de los clientes. Por eso las entidades que organizan sus procesos laborales de acuerdo con los principios del pensamiento de diseño, no temen ningunas amenazas externas, porque siempre saben cómo superar sus consecuencias. A continuación, hablaremos de cómo funciona esto.
Etapas del pensamiento de diseño
Cualquier proceso consta de determinadas etapas que permitan realizar por completo el potencial de cierta metodología aprovechando todas sus ventajas. En general, el pensamiento de diseño se divide en cinco etapas, aunque no se debe olvidar que uno de los principios del enfoque es la iteratividad. Esto significa que las etapas no tienen por qué seguir una a otra, pueden cambiar de orden o, en la mayoría de los casos, realizarse de forma paralela.
Etapa 1. Empatía
Se suele considerar que es esta etapa la que activa el proceso del pensamiento de diseño. Prevé el estudio y el análisis de la audiencia objetivo de la empresa o del producto concreto. Es necesario sumergirse profundamente en los problemas de los clientes, investigar sus costumbres económicas, deseos y necesidades, razones de insatisfacción y preocupaciones. Es decir, habrá que estudiar todo lo que se llama dolores de los clientes. Para ello hace falta usar datos ya conocidos por la empresa sobre la audiencia objetivo y obtener nuevos encuestando a los clientes mediante entrevistas en profundidad y haciendo uno mismo el viaje del usuario para detectar los factores molestos a la hora de interactuar con el producto. Las principales preguntas a las que se debe encontrar respuestas para la ulterior mejora del producto, son:
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¿Qué valor tiene este el producto?
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¿Qué beneficio aporta a los clientes?
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¿Para qué segmento de la audiencia el producto será más útil?
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¿Qué defectos tiene el producto y cómo corregirlos?
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¿Cuáles son las necesidades y deseos clave de los clientes?
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¿Podrá el producto satisfacer todas sus necesidades?
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¿Con qué dificultades se enfrentan los usuarios interactuando con semejantes productos? Etc..
Etapa 2. Concentración
Esta etapa del pensamiento de diseño comprende centrar la atención en los datos obtenidos. En otras palabras, es necesario analizar todos los datos sobre los usuarios, sus costumbres, deseos, necesidades y miedos. Entre toda esta información conviene destacar lo principal, es decir, identificar el dolor clave y, por consiguiente, la necesidad de los clientes. Para sistematizar la información obtenida te pueden ayudar las siguientes herramientas:
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tablero interactivo en línea Miro, que permite sortear datos, crear diagramas y gráficos;
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creación del perfil del cliente, es decir, una descripción detallada del usuario ideal con una serie de características que te ayudarán a comprender la audiencia;
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elaboración del mapa del viaje del cliente, o CJM, que reproduce el viaje del consumidor desde el momento de tomar conciencia de la necesidad del producto hasta su compra y, a veces, después de la misma.
Etapa 3. Generación de ideas
Esta fase se caracteriza por la búsqueda del mayor número posible de soluciones del problema y la satisfacción de la necesidad clave de la audiencia, identificada en la etapa de concentración. Lo mejor es reunir todo el equipo de desarrolladores para hacer una lluvia de ideas. Es importante comprender que no conviene rechazar de entrada ninguna idea, por desacertada que parezca. Para empezar, hay que generar cuantas más opciones para luego evaluar su viabilidad y elegir la solución óptima. En esto te puede ayudar la llamada técnica del "silencio", un tiempo en el que se recomienda olvidar la tarea discutida, dedicarse a otras cosas permitiendo que el cerebro descanse y se reinicie.
Etapa 4. Creación de prototipos
En esta etapa se crea el prototipo, o el modelo del producto que ya puede presentarse a los usuarios evaluando sus características. No obstante, no conviene emplear demasiado tiempo ni recursos para la creación de tal modelo, ya que el principal objetivo es mostrar el producto de prueba a los usuarios y recibir la retroalimentación. Es decir, esta etapa sirve para probar si las ideas de los desarrolladores son válidas en la práctica.
Etapa 5. Prueba
Una vez creado el prototipo, se debe entregar a los usuarios. Serán ellos los que realizarán una auténtica prueba del mismo, evaluarán todas las características del producto y la comodidad de su uso. También el prototipo puede ser ofrecido a un grupo de expertos, que compartirán no solo sus impresiones, sino darán consejos de cómo mejorarlo. El producto deberá mejorarse en adelante a partir de la retroalimentación de los usuarios. Aunque es posible que los desarrolladores tengan que abandonar la idea anterior y empezar el desarrollo prácticamente desde cero. En cualquier caso, esta etapa está destinada a obtener experiencia y mejorar el producto hasta que sea al máximo cómodo para los usuarios.
Ventajas del pensamiento de diseño
Está claro que el pensamiento de diseño está orientado a los usuarios, pero, al fin y al cabo, influye positivamente en el desarrollo del negocio:
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atrae al nuevo público y ayuda a aumentar el número de los clientes leales gracias a que reciben, finalmente, un producto cómodo y necesario;
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desarrolla la cultura de la innovación, estimula el pensamiento creativo y original de los empleados;
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mejora el trabajo en equipo y la consolidación del colectivo, la comunicación y el desempeño;
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permite evitar gastos innecesarios en el lanzamiento del producto y acelerar el proceso de su creación;
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abre nuevos horizontes, ayuda a buscar las posibilidades ventajosas e investigar los segmentos desconocidos del mercado;
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contribuye a uno rápida adaptación del negocio a las exigencias del mercado elevando la competitividad.
De esta manera, el empleo del pensamiento de diseño ayuda al negocio a desarrollar su movilidad e innovaciones, aumentar la orientación al cliente y mejorar la experiencia de usuario.
Conclusión
En los últimos años el pensamiento de diseño se ha convertido en un enfoque aún más demandado y actual para solucionar problemas cotidianos. Todos los factores arriba enumerados prueban su utilidad no solo en el mercado actual de negocios, sino también en los más diversos ámbitos de actividad. Por eso el pensamiento de diseño será útil para cualquier especialista. ¡De esta manera aprenderás a solucionar cualquier tarea laboral, dejarás de tener miedo a los errores y ampliarás los horizontes de tu pensamiento!
