Fijación de objetivos
¿Qué es la fijación de objetivos?
La fijación de objetivos es el proceso de entender, crear y resolver las tareas necesarias para lograr un determinado resultado. Por regla general, la fijación de objetivos significa planificación en el que un objetivo principal (el resultado) se divide en una sucesión de objetivos más pequeños. De este modo, se construye un sistema de acciones paso a paso. Los métodos de fijación de objetivos son igualmente aplicables tanto a la carrera como a la vida personal, ya que en ambos casos aumentan la eficacia de una persona y contribuyen a su desarrollo personal o profesional.
La teoría de la fijación de objetivos
La teoría de la fijación de objetivos fue elaborada por el psicólogo estadounidense Edwin Locke. En 1968, publicó un artículo titulado "Teoría del establecimiento de metas u objetivos". En él, Locke escribe que los empleados que conocen sus objetivos están más motivados y aportan más beneficios a la empresa. Esta teoría también se solapa con la teoría clásica de la motivación en muchos aspectos.
Según Locke, el principal componente de un buen objetivo es su complejidad. Cuanto más difícil es la tarea a la que se enfrenta una persona, más trabaja y desarrolla sus habilidades. Además, según su teoría, la retroalimentación sobre los resultados de la meta aumenta en gran medida la satisfacción.
Esta teoría entiende el objetivo como el punto final hacia el que se dirige todo el movimiento. El movimiento en sí debe cumplir cuatro principios:
- Hacemos lo que es bueno para nuestro bienestar.
- Planificamos de forma independiente todos los pasos necesarios para alcanzar la meta.
- Sabemos cómo alcanzar la meta.
- Ajustamos nuestras actividades a las circunstancias y descubrimientos hechos durante el proceso de fijación de objetivos.
Los beneficios de la fijación de objetivos
La fijación de objetivos es una de las pocas técnicas que no tiene ningún inconveniente. ¡Pero tiene muchas ventajas! Por ejemplo, tener objetivos vitales claros te permite:
- Centrarte en un camino concreto y minimizar así los recursos que vas a gastar.
- Obtener satisfacción personal.
- Mantener la motivación incluso en proyectos a largo plazo.
- Establecer prioridades de forma eficaz.
- Comprender mejor las propias expectativas, necesidades y deseos.
- Desarrollar la conciencia, lo que mejora la calidad de vida.
- Tomar decisiones con mayor facilidad y rapidez, y afrontar mejor las situaciones de crisis.
- Liberar tu potencial y cumplir tus ambiciones.
- Afrontar el fracaso sin problemas.
- Dominar la gestión del tiempo.
Tipos de fijación de objetivos
Se puede distinguir tres tipos de fijación de objetivos en función del carácter específico del propio objetivo, a saber:
- Los objetivos de proceso son actividades que se alargan en el tiempo, no tienen un plazo fijo y deben hacerse con regularidad. Por ejemplo, el objetivo de aprender japonés durante dos horas al día o hacer diez flexiones cada mañana. Este tipo de objetivos están completamente bajo el control de la persona y pueden pasar de ser un objetivo común a un hábito.
- Los objetivos de rendimiento son la consecución de un determinado estándar o hito personal que cumple un criterio claro relacionado con el crecimiento personal o profesional; por ejemplo, el objetivo de aprobar un examen con una puntuación de cien. Estos objetivos también son controlables por quien los fija, pero pueden complicarse por circunstancias externas (una relación difícil con el profesor, que puede ponerte notas injustas de forma deliberada, etc.).
- Los objetivos finales son resultados concretos y fijos que se consiguen una sola vez. Después aparece automáticamente un nuevo objetivo (por regla general, más grande y complejo), por ejemplo, el objetivo de conseguir un ascenso. Este tipo de objetivos no son totalmente controlables por quien los fija porque suelen depender de influencias y decisiones externas.
Además, los tres tipos de objetivos suelen estar interrelacionados. Así, cuando se consigue un objetivo de proceso (se empieza a aprender japonés con regularidad), se consigue automáticamente un objetivo de rendimiento (se empieza a interactuar mejor con los socios japoneses y a cerrar mejores tratos). Esto, a su vez, conduce a la consecución del objetivo final (convertirse en jefe de departamento).
Fijación de objetivos inteligentes (SMART)
SMART es un acrónimo que se centra en cómo establecer objetivos para que las personas los alcancen. Algunos expertos creen que el psicólogo Paul J. Meyer desarrolló este concepto en 1965. Sin embargo, la primera vez que se mencionó esta definición fue en 1981 en una revista de perfil Management Review, que trataba sobre las formas de ayudar a las personas a alcanzar sus objetivos en la vida de forma más fácil y rápida. Así, la base de SMART es la concreción y el detalle, que deben hacer que el objetivo sea claro, transparente y comprensible.
Según el método SMART un objetivo debe tener las siguientes características:
- Específico (Specific). Descripción detallada de un objetivo con respuestas a preguntas como quién, cómo, dónde, por qué, etc.
- Medible (Measurable). ¿Cómo sabrás si has alcanzado tu objetivo? ¿Cómo medirás tus resultados y progresos?
- Alcanzable (Achievable). ¿Es tu objetivo realista? ¿Está dentro de tus posibilidades?
- Relevante (Relevant). ¿Están tus objetivos alineados con tus posibilidades, deseos y circunstancias actuales?
- Limitado en el tiempo (Time bounded). ¿De qué plazo dispones para alcanzar el objetivo?
Digamos que quieres perder peso. Un objetivo SMART sería: quiero perder 25 kilos antes del 4 de diciembre de este año haciendo ejercicio en el gimnasio con mi entrenador Jim para aliviar mis problemas de salud. Sabré que he alcanzado mi objetivo cuando pierda 25 kilos, y mediré mis progresos según mi peso, mi bienestar general y la opinión de un entrenador profesional.
Cómo fijar objetivos y alcanzarlos
Si quieres saber cómo fijar objetivos, consulta la siguiente guía versátil para objetivos de toda índole y complejidad:
Paso 1. Piensa en el resultado
El primer paso para establecer objetivos es imaginar el impacto que el objetivo tendrá en tu vida. Lo que ganarás, lo que sentirás, cómo se manifestará en la práctica, etc. Para ello, pregúntate:
- ¿Qué es lo que quiero? ¿Es realmente lo que quiero?
- ¿Es lo suficientemente importante como para que le dedique tanto tiempo y esfuerzo?
- ¿Es algo a lo que no renunciaría bajo ninguna circunstancia?
Si has respondido "no" al menos a una de estas preguntas, quizás tengas que reconsiderarlo: puede que no necesites ese objetivo. Además, si ya tienes una lista de objetivos, deberías elegir sólo uno de ellos, ya que no es posible alcanzar varios objetivos a la vez con la misma eficacia. En caso de necesidad urgente, puedes combinarlos en uno solo para que constituyan una cadena que consta de un objetivo de proceso, un objetivo de rendimiento y un objetivo final. Sin embargo, no te olvides de priorizar.
Paso 2. Utiliza la fijación de objetivos SMART
No olvides que uno de los principios en el establecimiento de objetivos es la relevancia, y es necesario que el objetivo sea medible, realista, específico y limitado en el tiempo. El uso de SMART hará que tu objetivo sea más preciso, que tú seas más concentrado y tu trabajo más eficaz.
Paso 3. Elabora un plan de acción
Lo más probable es que el resultado deseado sea demasiado grande para conseguirlo en un solo paso. Por eso, dividir un objetivo global en otros más pequeños es vital para conseguir tu objetivo principal paso a paso. Así se crea un plan paso a paso: un punto de partida desde el que se empieza, una secuencia de acciones y tareas específicas que hay que completar para lograr el objetivo global y un punto final que representa el objetivo. Por último, puedes visualizar este plan en formato de hoja de ruta y colgarlo en un lugar destacado, para no olvidar la ruta necesaria.
Digamos que tu objetivo principal es comprar una casa junto al mar. No puedes ir y hacerlo ahora. ¿Cómo puedes dividir este objetivo en pequeños pasos? Por ejemplo, de la siguiente manera (en secuencia): hacer cursos online de habilidades profesionales, conseguir un ascenso, llegar a ser jefe del departamento, ahorrar un millón de dólares, mirar ofertas en el mercado inmobiliario y comprar una casa; cuanto más detallado sea el camino hacia el objetivo, mejor.
Paso 4. Fija los plazos
Cualquier objetivo debe tener un plazo estricto. Los plazos te mantienen con energía y motivación y añaden realismo a tu objetivo. Además, te ayudan a planificar tu agenda de forma más eficaz. Cuanto más urgente parezca tu objetivo, más rápido lo conseguirás.
Paso 5. Pasa a la acción
Es importante no quedarse estancado en uno de los pasos anteriores. No intentes pensarlo todo minuto a minuto: la vida es imprevisible y tu plan puede cambiar en el proceso. Prepárate para hacer ajustes. Puede que necesites dar un paso más entre los otros dos, o que encuentres un camino más corto hacia tu objetivo. Lo más importante es que te mantengas en el camino y empieces a moverte tan pronto como sepas exactamente a dónde quieres ir.
Paso 6. Analiza tu progreso
Es importante que midas tus progresos y te recompenses regularmente para mantenerte motivado . En primer lugar, intenta identificar la diferencia entre tu situación anterior y la actual. A continuación, analiza tu progreso semanalmente, anotando los avances en todas las áreas, la cantidad de trabajo realizado, los pasos cerrados con éxito y las decisiones tomadas en el proceso.
Consejos para alcanzar tus objetivos rápidamente
Para optimizar tu camino y tus recursos, también puedes incluir los siguientes pasos en la fijación de objetivos:
- Visualiza. Elabora un llamado tablero de visión con imágenes que representen tu objetivo final y colócalo en un lugar destacado, por ejemplo, cerca de un espejo o en la puerta de la nevera. Las aplicaciones especiales en tu teléfono también funcionarán.
- Busca un mentor. Cualquier cosa es más fácil cuando se hace bajo la supervisión de otra persona y se aprende de su experiencia. Puedes encontrar un mentor que te ayude a desarrollar las habilidades que necesitas para alcanzar tu objetivo o pedirle a un amigo que supervise tus progresos. Comparte tus planes y objetivos, presume de tus victorias, habla de tus fracasos e involúcrate en el proceso de cualquier forma que puedas. Así te será mucho más difícil rendirte, ya que este método fomenta el sentido de la responsabilidad.
- Pasa de lo simple a lo complejo. Al dividir un objetivo en etapas, es importante tener en cuenta su tamaño y complejidad. Empieza con algo sencillo que te lleve unos minutos o una hora completar. Por ejemplo, revisar una lista de ofertas de empleo para encontrar un nuevo trabajo no es tan aterrador ni difícil, ¿verdad? También puedes intercambiar pasos equivalentes si un paso es más fácil o más difícil o si te apetece dar uno de ellos hoy.
Fijación de objetivos para los empleados
La fijación de objetivos para los empleados casi no difiere de la fijación de objetivos personales. La única diferencia es que la empresa, el equipo o el director también participan en las tareas. En este caso, los objetivos se fijan para evaluar el éxito de la empresa, pero también se pueden utilizar para la resolución de conflictos. Estos objetivos pueden establecerse durante las sesiones de creación de equipos, de forma individual con el empleado, en reuniones especiales o incluso en un entorno informal, dependiendo de las características de la empresa y de la cultura corporativa.
Al establecer los objetivos para los empleados, se toman como base los KPI que deben alcanzarse (aumentar). Junto con su responsable de RRHH o de Desarrollo, los empleados planifican su desarrollo profesional y revisan sus progresos a través de la formación y los cursos, los libros, los sistemas de compensación, las actividades de los proyectos y las nuevas tecnologías para mejorar el rendimiento. También es importante asegurarse de que los empleados entienden sus funciones, sus objetivos y sus responsabilidades dentro de la organización para fomentar el compromiso y desarrollar la responsabilidad individual para el éxito compartido.
Un objetivo establecido en el marco de fijación de objetivos para los empleados debe correlacionarse con los objetivos de la empresa y vincularse a su estrategia global de crecimiento. De este modo, el resultado por el que el empleado debe esforzarse no es su resultado personal, sino el de toda la empresa. Sin embargo, el empleado sigue beneficiándose de él a través de ascensos, bonificaciones materiales o no materiales, desarrolladas por la dirección antes de que comience el proceso de fijación de objetivos.
La importancia de la fijación de objetivos
¿Por qué es importante fijar objetivos? Establecer objetivos es un método clave para racionalizar nuestra vida, organizar y optimizar los procesos de trabajo, aumentar nuestra propia satisfacción y hacer realidad nuestras ambiciones profesionales. Un objetivo siempre actúa como punto de referencia, lo que facilita la gestión de nuestro crecimiento y la puesta en marcha de los cambios necesarios. Una de las citas más famosas del empresario y coach empresarial Tony Robbins es: "El progreso es igual a la felicidad". La ausencia de objetivos ralentiza el progreso y lo hace caótico, posponiendo inevitablemente el momento de la felicidad.
Desde una perspectiva más práctica, la fijación de objetivos también nos ayuda a superar la procrastinación y la apatía, a planificar nuestra agenda de forma inteligente, a establecer prioridades personales y laborales, y a averiguar rápidamente cómo satisfacer cualquier necesidad que tenemos. Fundamentalmente, la fijación de objetivos es un medio, una herramienta para hacer realidad los propios deseos, que permite construir una ruta hacia el punto de destino y llegar a él con la menor pérdida de recursos. Por eso es innegable la importancia de fijar objetivos, tanto en la vida personal como en la carrera profesional.
Ejemplos de fijación de objetivos
Todo el mundo se fija nuevos objetivos cada día sin darse cuenta. He aquí algunos ejemplos de fijación de objetivos en diferentes ámbitos de la vida:
- Objetivos profesionales: aprender la profesión de director de recursos humanos y conseguir un puesto de trabajo en la empresa N con un salario de 5.000 dólares antes del 31 de octubre. Para especificar y detallar este objetivo, responde las siguientes preguntas: ¿Cómo debería ser tu rutina para que no te canses de ella? ¿Cómo quieres influir en el mundo y en la sociedad? ¿Qué te hace sentir bien? ¿Qué estás dispuesto a hacer para conseguirlo?
- Objetivos financieros: ahorrar 40.000 dólares antes de los 50 años para poder jubilarme y dedicarme a cuidar a mis nietos pequeños. La fijación de objetivos financieros implica preguntas como: ¿Cuánto dinero necesitas para tener el estilo de vida que sueñas tener? ¿Qué tipo de gastos requiere cada cambio que quieres hacer?
- Objetivos de salud: aprender a llevar un estilo de vida saludable en un mes, lo que incluye comer seis veces al día, dejar de fumar e ir a la piscina dos veces a la semana. Preguntas de apoyo: ¿Qué zonas problemáticas tiene tu cuerpo? ¿Qué enfermedades predisponen tu estilo de vida actual y tu genética? ¿Qué precauciones y autocuidados mejorarían tu salud?
- Objetivos educativos: obtener las mejores notas entre todos los estudiantes, aprobar todos los exámenes y entregar un trabajo de investigación. Las preguntas de apoyo son: ¿Qué habilidades necesitas? ¿Hay algún objetivo secundario que necesites conseguir para alcanzar tu objetivo educativo? ¿Cómo se relacionan entre sí? ¿Debías buscar la ayuda de otra persona?
- Objetivos de autodesarrollo: aprender a manejar el estrés para evitar el agotamiento emocional en un trabajo estresante. Preguntas de apoyo: ¿En qué nivel de autodesarrollo te encuentras ahora? ¿Qué debilidades, fallas y problemas relacionados tienes? ¿Qué puntos fuertes tienes que podrías mejorar? ¿Qué rasgos de carácter te gustaría tener?