¿Preocupado porque tu currículum sea demasiado largo? ¿No sabes qué opinan los empleadores sobre los cambios frecuentes de trabajo y qué hacer si en el último año has cambiado de empresa varias veces?
Si este es tu caso, entonces eres una víctima del estereotipo de que cambiar de trabajo frecuentemente es malo. Disipemos juntos este mito anticuado y obsoleto y averigüemos por qué no merece la pena quedarse en un solo sitio.
Qué es el job hopping y por qué se ha vuelto tan popular
En los últimos años, la opinión de los empleadores sobre los profesionales que cambian de un trabajo a otro con frecuencia ha cambiado significativamente. Esto es debido a que el mercado laboral actual se ha vuelto mucho más dinámico y está cambiando rápidamente. Por ejemplo, ha surgido la oportunidad de estudiar online, trabajar a distancia o por proyectos, lo cual permite a los trabajadores compaginar varios lugares de trabajo y cambiarlos a menudo. Las empresas también se vuelven más flexibles y adaptables a las cambiantes condiciones del mercado, exigiendo a los empleados tener siempre actualizados sus conocimientos y habilidades. Si antes se creía que cambiar de trabajo con frecuencia es una señal de poca fiabilidad, falta de experiencia o de cualidades profesionales, hoy en día los cambios constantes no se pueden considerar como algo rotundamente negativo. Un nuevo lugar de trabajo, cambio de sector de actividad o de especialización, un puesto inesperado: todo esto amplía la experiencia, abre nuevas oportunidades y perspectivas al mismo tiempo que permite adaptarse rápidamente y sin problemas a las condiciones cambiantes y procesos laborales nuevos dentro de la empresa.
Así apareció la tendencia de job hopping, o job jumping: una práctica de cambio frecuente del lugar de trabajo. Se considera frecuente cuando un empleado no se queda en una misma empresa por más de medio año. Este tipo de trabajadores también se denominan "voladores" o "saltadores". Están en búsqueda de sí mismos y construyen su carrera donde consideren que es mejor para ellos. Esta tendencia es más notable entre los profesionales jóvenes de la generación de millennials y zoomers. Son ellos los que han convertido el job hopping en un fenómeno global. Según un estudio de la consultoría internacional Deloitte Global, tan solo un 14% de los representantes de la generación de zoomers están dispuestos a quedarse en el mismo lugar de trabajo durante cinco años o más. Al mismo tiempo, uno de cada dos piensa cambiar de trabajo después de un par de años. Como muestra el mismo estudio, para los demandantes de empleo es más importante sentirse libres, tener oportunidad de autoexpresión y sentirse realizados en el trabajo. Según Bloomberg, los zoomers no están dispuestos a tolerar jerarquías rígidas y jefes autoritarios, un horario incómodo y falta de conciliación del trabajo y la vida personal. Además, un estudio de la empresa australiana Airtasker demostró que el 39% de los empleados están dispuestos a renunciar por las políticas de la empresa que consideran incorrectas.
Así, los profesionales jóvenes no se van a quedar en un sitio que no cumpla sus propias expectativas. Es una señal importante de que a los demandantes de empleo no solo les importa ganar dinero en el trabajo, sino también disfrutar de él.
Motivos de job hopping
Aparte de la insatisfacción, los motivos de un cambio frecuente de trabajo o incluso sector de actividad pueden ser:
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falta de perspectivas y búsqueda de nuevas oportunidades de crecimiento profesional;
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condiciones de trabajo insatisfactorias o salarios bajos;
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cambio de intereses y deseo de variedad, obtención de nuevos conocimientos y experiencias diferentes.
No obstante, hay muchos más motivos de job hopping. Pueden ser no solo objetivos que han sido enumerados anteriormente, sino también subjetivos. Por ejemplo, un empleado no siempre sabe lo que quiere en realidad, por eso puede cambiar de trabajo y ámbito de actividad buscándose a sí mismo. Además, los cambios de trabajo debido a conflictos con la dirección o insatisfacción con la empresa pueden ser porque el demandante no haya analizado adecuadamente las verdaderas razones de su insatisfacción. En este caso, el job hopping es incluso beneficioso, no perjudicial. Solo se puede conseguir beneficios de cambios frecuentes de trabajo y sacar de ello una experiencia positiva teniendo una actitud responsable, entendiendo las verdaderas razones de constantes cambios en la vida de uno mismo.
Beneficios de cambios frecuentes de trabajo
A pesar de todo, el job hopping tiene una multitud de beneficios entre los que destacan:
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Experiencia variada y desarrollo de las habilidades profesionales
El Job hopping permite a los empleados conseguir una experiencia muy variada en diferentes empresas y puestos, lo cual fomenta la adquisición de conocimientos y habilidades relevantes. Además, cambiar de ámbito de actividad con frecuencia ayuda a los profesionales a estar al tanto de las tendencias actuales, aprender más sobre el desarrollo de diferentes industrias, tecnologías y métodos de trabajo. Todo ello repercute positivamente en el desarrollo profesional y personal del especialista.
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Ampliación de la red de contactos
La posibilidad de trabajar en diferentes empresas e interactuar con personas de diferentes profesiones permite a los job hoppers ampliar su red de contactos profesionales y descubrir nuevas perspectivas y oportunidades profesionales. Además, también favorece el desarrollo de las habilidades comunicativas y habilidades blandas. Cada vez que el empleado se encuentra en un equipo nuevo, aprende a conectar con sus compañeros, construir relaciones de confianza y comunicarse de manera constructiva.
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Desarrollo de flexibilidad y mejora de habilidades de adaptación
Cambiar de trabajo con frecuencia requiere del especialista la capacidad de adaptarse rápidamente a nuevas condiciones, entender a la primera el funcionamiento de los procesos laborales y sus propias obligaciones.
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Más oportunidades para el crecimiento profesional
Cambiar de trabajo permite a los profesionales probar diferentes ámbitos de actividad, industrias y sectores. Los job jumpers son capaces de trabajar tanto en startups, como en grandes corporaciones y organizaciones no comerciales. El job hopping abre para todos nuevas perspectivas y oportunidades. Además, durante el proceso de cambio del lugar de trabajo o puesto, muchos empleados señalan un aumento de motivación cuando se encuentran con nuevos retos y dificultades.
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Afrontamiento del estancamiento
El Job jumping ayuda a evitar un posible estancamiento en la carrera profesional. Cambiando a menudo de trabajo, los trabajadores no se quedan mucho tiempo en el mismo sitio y no se quedan estancados en el desarrollo profesional, estando siempre en movimiento y simplemente no permitiendo que el estancamiento entre en sus vidas.
Por eso se considera que los job jumpers son más resistentes al estrés, más adaptables y aprenden más rápidamente. Tienen experiencia de trabajo y de pasar entrevistas variada, habilidades blandas bien desarrolladas y una gran red de contactos profesionales. No obstante, hay que tener en cuenta que cambiar frecuentemente de trabajo también puede tener desventajas.
Desventajas del job hopping
Los job hoppers a veces se encuentran con una serie de problemas. Por ejemplo:
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una opinión sesgada por parte de los empleadores;
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dificultades en las entrevistas por la necesidad de dar explicaciones sobre el cambio frecuente del trabajo;
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posibles pérdidas económicas, ya que esperando un nuevo proyecto o encargo, se pueden perder todos los ahorros.
Además, el job hopping implica inestabilidad tanto en la vida profesional como privada, falta de oportunidad de aprender de los propios errores y pérdida de identidad profesional. En otras palabras, un cambio de trabajo frecuente no permite sumergirse por completo en los procesos laborales que tienen lugar en una determinada empresa. Debido a eso, puede verse perjudicado el rendimiento del job jumper, inseguridad en sus propias capacidades y competencias. Además, los cambios constantes de un lugar de trabajo a otro impide que la persona aprenda a resolver problemas eficazmente y reduce las oportunidades de crecimiento profesional dentro de una empresa.
Está claro que cambiar de actividad profesional constantemente no siempre es malo. Amplía las miras, permite obtener nuevas experiencias variadas y conseguir conocimientos y habilidades valiosas. Sin embargo, tiene su lado negativo: la falta de estabilidad, que es la ventaja principal de permanecer en el mismo lugar de trabajo durante mucho tiempo. Además, cuanto más tiempo lleve una persona en la misma empresa, más le cuesta cambiar de trabajo. Un profesional que ha trabajado más de cinco años en el mismo sitio, puede encontrarse con estrés a la hora de buscar una vacante nueva, y en el proceso de adaptación le costará más acostumbrarse a las condiciones y exigencias nuevas. Este tipo de candidato tardará más en adaptarse a la nueva empresa y necesitará una ayuda extra, que no todos los empleadores están dispuestos a brindar.
Así, el job hopping se está volviendo una tendencia cada vez más popular no solo entre los propios profesionales, sino entre los empleadores también. Si es especialmente importante para ti que los empleados compartan los valores de la empresa, que estén implicados e interesados en la mejora de los procesos laborales, que estén motivados y sean ambiciosos, no debes preocuparte por su gran lista de lugares de trabajo. Un especialista que ha tenido experiencia laboral en diferentes empresas y ámbitos de actividad no es menos valioso que uno que ha trabajo en el mismo sitio durante varios años, y en algunos casos es incluso más productivo. ¡Puede que sea tu empresa donde un job hopper se sienta realizado, ascienda en su carrera profesional y al mismo tiempo le dé un nuevo impulso a tu negocio!