En el mundo actual, las mujeres disfrutan de las mismas perspectivas y oportunidades profesionales que antes estaban reservadas a los hombres.
Ahora no hay nada más fácil que imaginar a una mujer al frente de una gran empresa o incluso de toda una corporación. Sin embargo, aunque la historia está repleta de ejemplos de este tipo, los estereotipos de género siguen resurgiendo de vez en cuando, complicando la vida a todos.
Es más robable que se creen estereotipos cuando se es una mujer directiva en un equipo predominantemente masculino. Averigüemos cómo debe comportarse una supervisora con sus subordinados y qué principios de gestión debe seguir en situaciones controvertidas.
Consejo 1. Elige un enfoque individual para cada subordinado
Esto no requiere necesariamente un título universitario en psicología del comportamiento ni formación adicional. Basta con una simple observación. Presta atención a tus empleados, fíjate en cómo se comportan en determinadas situaciones, cómo reaccionan ante los éxitos y los fracasos, hasta qué punto están abiertos a la comunicación informal o centrados en el trabajo. De este modo, podrás comprender cuál es la mejor manera de interactuar con cada uno de ellos, encontrar el contacto y construir una relación a largo plazo. El consejo de guiarse por el carácter, los hábitos y las necesidades de cada persona funciona perfectamente en cualquier equipo. Al fin y al cabo, a todos nos gusta que nos presten atención y nos respeten.
He aquí algunos libros universales que te ayudarán a trabajar eficazmente incluso en los equipos más duros y a dirigirlos con competencia:
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Manual "Los 5 lenguajes del aprecio en el trabajo. Cómo motivar al personal para mejorar su empresa" Gary Chapman y Paul White te enseñarán cómo encontrar un enfoque para quienes te rodean durante la jornada laboral.
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El libro "Feedback in Business. Diálogo sincero con clientes y empleados", de Angela Lane y Sergei Gorbatov, te ayudará a establecer relaciones laborales de confianza. Los lectores también aprenderán algunos de los secretos para que su empresa sea más productiva y su lugar de trabajo más inspirador a través del diálogo abierto y el feedback.
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En “La ciencia de la comunicación”, Vanessa van Edwards explica cómo entablar una conversación y superar las dificultades de comunicación posteriores. La autora comparte el conocimiento de los principios ocultos del comportamiento humano y demuestra que son ellos los que determinan nuestro éxito en el trabajo y en la vida personal. Los trucos psicológicos de Vanessa van Edwards te ayudarán a convertirte en un interlocutor interesante y a aprender a reconocer las emociones de los demás y, así, comprender mejor a quienes te rodean.
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Y el título del libro de Rob Goffey y Gareth Jones, “No sé cómo dirigir a la gente. Cómo ser un líder inspirador” habla por sí solo.
Además, el curso “Gerente ideal” te enseñará a evitar errores en la interacción con tu equipo, a resolver conflictos dentro del equipo y a aumentar la productividad de tus empleados. Al fin y al cabo, son sus competencias profesionales las que determinan lo bien formado y entrenado que está tu equipo y los éxitos que puede alcanzar. Si quieres profundizar en la gestión de RRHH, este curso de Lectera para directivos te será de gran ayuda.
Consejo 2. Protege los intereses de tus subordinados como si fueran los tuyos propios
Los verdaderos directivos siempre se convierten en "protectores" de sus empleados frente a amenazas externas, como la insatisfacción del cliente o las amenazas de una autoridad superior. Limita el impacto en el equipo de aquellos factores que puedan reducir su productividad y rendimiento. Pero, por supuesto, sin excesos: es importante seguir siendo una autoridad no sólo para el equipo, sino también para los clientes, patrocinadores y socios.
Por supuesto, si un empleado ha cometido un error, tienes derecho a ser profesionalmente severo, pero recuerda que la responsabilidad de ese error sigue recayendo en ti como directivo, por no haberle explicado bien las normas o por no habérselas enseñado. Cada empleado necesita sentir que tú, como su jefe, estás de su parte.
Demuestra tu implicación y compromiso. ¿Cómo? Consulta con tus colegas hombres, discute con ellos las nuevas tareas, pídeles su opinión sobre un proyecto concreto. Pero, por supuesto, tú tienes que tener la última palabra.
Consejo 3. Controla tus emociones
Recuerda que un diálogo constructivo es siempre la forma más eficaz de resolver los problemas que surjan. Además, lo que más aprecian los hombres en el líder, además de sus cualidades profesionales y su inteligencia, es la capacidad de gestionar sus emociones y mantenerlas bajo control. ¡No dés a tus subordinados motivos para considerarte débil o demasiado nerviosa! Sé audaz y confía en la defensa de tu propia posición, basándote, por supuesto, en cálculos detallados y en un análisis imparcial de la situación.
La coquetería femenina o la sensualidad excesiva en este caso también serán perjudiciales para tu reputación como jefe. La mejor forma de controlar tus propias reacciones y frenarlas a tiempo es realizar el curso “Inteligencia emocional para el éxito personal y profesional”. En él aprenderás las causas de tus emociones, cómo te afectan y cómo gestionarlas.
Consejo 4. Mantén el equilibrio
Como jefa, debes ser ante todo una profesional para tu equipo, pero eso no significa que tengas que actuar como un hombre. No te olvides de tu feminidad natural, para ser exactos, de tus rasgos tan importantes, como una intuición desarrollada, la empatía y el tacto. Nadie dice que no seas amable y bondadosa de vez en cuando. Lo importante es que esto siempre sea razonable y que el equipo sea capaz de apreciarlo.
Consejo 5. Fomenta la competitividad y haz que las tareas sean gradualmente más difíciles
Los planes de motivación basados en la competitividad entre empleados funcionan mejor en los equipos masculinos. La emoción y la satisfacción de ganar (o la frustración de perder) mantienen motivados a los empleados y contribuyen a un alto rendimiento. Además, las competiciones también ayudan a fomentar el espíritu de equipo y a hacerlo más fuerte. De este modo, el trabajo es más divertido y efectivo. Y cuanto más difíciles sean las tareas que pongas delante de tus hombres, más satisfacción obtendrán al resolverlas. Algunos psicólogos afirman que los empleados masculinos empiezan a perder productividad si se enfrentan a la misma y simple rutina. Así que no tengas miedo de ponerles obstáculos adicionales y ¡experimenta!
Consejo 6. No intentes conquistar a todos y a todo
Como jefe, nunca debes competir con tus subordinados y presumir de tus cualidades profesionales. Si estás altamente cualificado y tienes derecho a ocupar un puesto directivo, tus subordinados no tardarán en comprobarlo por sí solos. Por lo tanto, no hay necesidad de demostrar deliberadamente tu competencia, de lo contrario corres el riesgo de provocar el efecto contrario y causar risa o lástima.
Consejo 7. No tengas miedo de confiar en tus colegas hombres
Los hombres necesitan tanta confianza como las mujeres. Si delegas algunas tareas en tus empleados, confías en su opinión y visión, les permites ser independientes y mostrar iniciativa, sentirán su importancia en el equipo, así como el papel que desempeñan en él. Y entonces, ¡he aquí que su productividad se multiplicará varias veces!
No lo dudes, una mujer es tan capaz como un hombre de convertirse en una líder autoritaria y competente, llevar una empresa al éxito y encontrar aliados leales entre sus colegas. Y lo que es más importante, recuerda que las cualidades de liderazgo no dependen de tu sexo, ¡sólo de tus aptitudes! El liderazgo es, ante todo, una forma de pensar que te ayuda a ver oportunidades donde nadie las busca. Y el curso "Liderazgo femenino: cómo asumir un puesto de liderazgo en cualquier empresa" te ayudará a despertar la líder que llevas dentro. En el curso aprenderás a luchar eficazmente contra los estereotipos y los miedos, a creer en tus capacidades y a construir la carrera de tus sueños.