Si crees que ya es tarde para buscar tu vocación, aprender nuevas profesiones y pasatiempos, viajar, estás equivocado.
En realidad, es solo a los 50 años que nos llega la conciencia de nuestros verdaderos deseos y necesidades, reevaluamos el camino recorrido, vemos de otra manera los logros profesionales, cambiamos en muchos aspectos las prioridades y los valores de la vida. ¡Por lo tanto, nunca es tarde para realizar un sueño de la infancia o los grandiosos planes concebidos en la juventud! La principal barrera para cambiar la vida es el miedo a lo desconocido. Descubrimos cómo no tener miedo de cambiar tu vida en 180 grados, incluso si te parece que ya es demasiado tarde.
Consejo #1. ¡Evalúa tu experiencia y felicítate por todo!
Seguramente, detrás de ti no solo hay una rica experiencia de vida y sabiduría acumulada, sino también una enorme cantidad de éxitos profesionales, habilidades y conocimientos. Para decidirte a realizar cambios radicales, por ejemplo, mudarte, cambiar de trabajo o incluso de profesión, no taches todo lo que hubo antes. La expresión "empezar la vida de cero" no debe tomarse literalmente. Por el contrario, haz una lista de tus logros profesionales y personales, victorias, récords. No es del todo necesario que en esta lista haya puntos sobre la cantidad de dinero ganado, los altos cargos que ocupaste u ocupas, bienes inmuebles y otros activos materiales. Tal vez estés orgulloso de haber superado el miedo a las alturas y haber escalado montañas, haber viajado al extranjero, haber criado hijos, haber aprendido a dibujar desde cero o haber aprendido un idioma extranjero. Puede haber muchas razones para estar orgulloso y feliz de ti mismo, solo tienes que pensarlo y no ser tan crítico contigo mismo. ¡Esta práctica de gratitud te dará confianza, te inspirará y te hará recordar que tienes tal bagaje de conocimientos que ningún cambio da miedo!
Consejo #2. Define tus verdaderos deseos y recuerda con qué soñabas en tu juventud
De una forma u otra, cada persona en un período determinado piensa en cómo debería ser su vida ideal. Incluso si ahora no tienes tiempo o ganas de conectar tu imaginación, simplemente recuerda con qué soñabas en la infancia y la juventud. En ese tiempo lejano se puede encontrar la llave de tus verdaderas necesidades. Tal vez querías ir al espacio, convertirte en artista, deportista, científico, viajar o hacer descubrimientos científicos. Por supuesto, no todos los deseos se pueden realizar plenamente. Pero incluso si das al menos un par de pasos para hacer realidad tu sueño infantil, sentirás satisfacción, un impulso emocional, una sensación largamente esperada de realización. Por ejemplo, si soñabas con una carrera deportiva, puedes inscribirte en un gimnasio e ir a entrenar regularmente. Incluso si siempre te ha atraído el espacio, pero es demasiado tarde para presentarte como astronauta, puedes comenzar a familiarizarte gradualmente con las misiones e investigaciones espaciales, estudiar los cuerpos celestes y los fenómenos astronómicos. Todo esto no solo ampliará tus horizontes, sino que también servirá como terreno fértil para nuevas relaciones, mejorará la calidad de tu vida y el bienestar emocional.
Consejo #3. No dejes de aprender cosas nuevas
En el mundo moderno, las tendencias en los ámbitos de actividad más diversos aparecen a la velocidad de la luz. Al igual que las tecnologías, que a veces son difíciles de seguir. La única salvación es el lifelong learning, o la educación continua. En pocas palabras, vive y aprende. La mejora continua de las cualificaciones y la adquisición de nuevas habilidades te permitirán no solo obtener más placer del trabajo, sino también sentirte más seguro. Al potenciar tus competencias, crearás una red de seguridad para el futuro. Es por eso que seguir el concepto de educación continua se llama protección contra el agotamiento emocional, las dudas y la inseguridad en uno mismo, el miedo al futuro.
Consejo #4. Socializa más
Es importante mantener el contacto con viejos amigos, colegas y familiares. Pero no olvides lo agradables que pueden ser las nuevas amistades. Las ventajas no solo están en las impresiones recibidas, sino también en la mejora de las habilidades de comunicación, las perspectivas profesionales y las oportunidades de autorrealización que surgen inesperadamente, así como en la adquisición de nuevas experiencias y, por supuesto, en el apoyo y la ayuda mutua.
Consejo #5. No te compares con los demás
A pesar de que los límites del concepto de juventud se están ampliando significativamente, la edad generalmente aceptada para alcanzar el éxito está disminuyendo. La tendencia "tener tiempo para todo antes de los 30: lanzar una startup, ganar tu primer millón, convertirte en un líder de la industria y al mismo tiempo en un ejemplar hombre de familia" tiene un efecto más bien negativo y desmotivador en la mayoría de las personas, y no los inspira en absoluto. Por supuesto, renunciar a compararte con los demás no es fácil. Lo principal es recordar que las personas muestran a los demás solo sus mejores facetas, éxitos y logros, pero cuál es el verdadero precio de sus victorias es algo que desconocemos. Además, no olvides recordarte a ti mismo tus propios puntos fuertes y ventajas (¡mira el consejo 1!).
Consejo #6. Refuta los estereotipos
No creas que a los 50 o 60 años la única diversión será ir a la policlínica, tejer ganchillo o preparar pasteles. Los estereotipos asociados a la edad han sido desmentidos hace mucho tiempo. Por ejemplo, la cadena McDonald's se extendió por todas partes después de que Ray Kroc comprara varios restaurantes de comida rápida y los convirtiera en una marca mundialmente conocida. En ese momento, ya tenía cincuenta años. Otro ejemplo inspirador es el actor autodidacta Morgan Freeman, que comenzó a actuar en películas cuando tenía treinta años, pero su carrera no comenzó a florecer hasta veinte años después. La fundadora y CEO de la empresa estadounidense Thrive Global, Arianna Huffington, lanzó una startup a los 65 años. Y Tracy Chadwell, creadora de 1843 Capital, fundó un fondo para ayudar a las startups creadas por mujeres y dirigidas a mejorar la vida de las personas mayores de 50 años, cuando ella misma ya tenía 55 años. Todo esto sugiere que las limitaciones solo existen en nuestra cabeza. Numerosos estudios lo confirman: las personas entre 50 y 60 años pueden sentirse más felices que los jóvenes, se enfrentan mejor a las emociones y a los problemas que surgen, tienen una mayor resistencia al estrés y es menos probable que sufran de depresión.
Por lo tanto, no olvides que la edad real no es un número en tu pasaporte, sino el estado de tu salud y tus funciones cognitivas. Esto, a su vez, está influenciado no por los años vividos, sino por la genética, el estilo y la calidad de vida, los acontecimientos traumáticos y las enfermedades que se hayan producido. Por supuesto, con la edad, algunas funciones pueden disminuir, pero otras, como la capacidad de concentrar la atención, tomar decisiones rápidas y expresar las emociones con competencia, mejoran.
Consejo #7. No tengas miedo de expresarte y no mires atrás a tu edad
Muchas personas después de los 50 se niegan a sí mismas ropa brillante, fiestas, juegos activos, porque lo consideran extraño, pretencioso o simplemente no orgánico para su edad. Pero si te sientes más joven, ¿por qué no ir a un club o a un concierto, patinar o apuntarte a clases de baile? Además, los científicos han confirmado que la edad subjetiva de una persona puede ser significativamente menor que la real, cronológica. Por lo tanto, no dudes en verte como te sientes sinceramente.
Tu edad es una ventaja, junto con la cual vienen la experiencia profesional, la sabiduría de la vida y muchas habilidades inaccesibles para los jóvenes. Para facilitar la tarea y ayudarte a decidirte a cambiar tu vida, hemos preparado una guía paso a paso para transformar tu vida para mejor.
Paso #1. Prepárate para los cambios inminentes
No vale la pena lanzarse desde el principio y cambiar bruscamente el curso ordinario de la vida. Para que este proceso se desarrolle con éxito y con el menor estrés posible, es necesario prepararse con antelación. Por ejemplo, piensa en varios escenarios, es decir, opciones para el desarrollo de los acontecimientos. Así, si quieres aprender una nueva profesión y cambiar de trabajo, divide este objetivo global en varios pequeños. Obtendrás la siguiente secuencia:
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analizar varias plataformas educativas, cursos, escuelas en línea, leer las opiniones de los estudiantes, estudiar el programa de formación y elegir el lugar más adecuado para obtener una nueva profesión;
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completar la formación, aprobar el proyecto final y obtener una cualificación;
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crear un nuevo currículum vitae y un portafolio, subirlos a sitios web de reclutamiento en Internet, utilizar redes sociales profesionales como LinkedIn;
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pasar las etapas de selección, entrevista, elegir la vacante más adecuada.
El miedo a la incertidumbre, que impide emprender acciones activas, se puede superar con la ayuda del método de René Descartes. Su "Cuadrado de Descartes" te ayudará a calcular de antemano cómo será tu vida futura si tomas o no tomas esta decisión, aceptas la oferta o la rechazas, te decides a realizar cambios radicales o te acobardas ante las dificultades. Para aplicar esta metodología necesitarás una hoja de papel limpio o una página en un documento de Google. Divídela en cuatro partes iguales, en cada una de ellas escribe una pregunta:
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¿Qué pasará si esto (acontecimiento, decisión, situación) sucede?
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¿Qué pasará si esto no sucede?
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¿Qué no pasará si esto sucede?
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¿Qué no pasará si esto no sucede?
Para obtener un resultado real, responde a cada una de las preguntas de la forma más completa y extensa posible. Intenta concretar las consecuencias de uno u otro acontecimiento, tanto si se ha producido como si no. Por ejemplo, si se trata de cambiar de profesión, asegúrate de especificar tanto los aspectos materiales como los no materiales de esta decisión. Tal vez la nueva profesión que has elegido esté mejor pagada o te reporte más satisfacción y alegría, porque percibes esta actividad como creatividad, y no exclusivamente como trabajo.
Paso #2. Empieza el lunes
No es una broma, la forma más eficaz de empezar a cambiar tu vida es a partir de alguna fecha importante, por ejemplo, el cumpleaños, el primer día del mes o la semana que viene. Se considera que es precisamente en este momento, cuando aparece un punto de partida, que las personas están listas para los cambios y se sienten más seguras. Así lo han demostrado investigadores estadounidenses, que explican el fenómeno de un nuevo comienzo por el hecho de que las personas tienden a sistematizar su vida y a dividirla en ciertos períodos, como capítulos de una novela o episodios de una serie. Por lo tanto, es precisamente el nuevo capítulo, aunque sea solo el comienzo de otra semana laboral, y no un nuevo año, el que crea el efecto de una hoja en blanco. Además, esto, a nivel subconsciente, ayuda a superar el miedo interno al fracaso, los pensamientos de que nada saldrá bien.
Paso #3. No te eches demasiada carga encima
El riesgo de renunciar a lo que se ha concebido y abandonar a mitad de camino los cambios en la vida para mejor es bastante alto. Por regla general, las promesas que nos hacemos a nosotros mismos (renunciar a los malos hábitos, encontrar por fin un nuevo trabajo, aprender un idioma extranjero) se cumplen muy raramente. La razón de esto no es solo la falta de confianza en uno mismo, los complejos y el miedo, sino también las expectativas demasiado altas de uno mismo. Por lo tanto, trata de no echarte demasiada carga encima con el comienzo de una nueva vida. Por ejemplo, no debes inscribirte inmediatamente en la primera escuela online que se te cruce por los ojos, para no arrepentirte después de tu decisión impulsiva, y si has decidido aprender un idioma extranjero o practicar deporte, no te excedas, recuerda que si aprendes cien palabras o corres una maratón en un día, el efecto será más bien negativo.
Paso #4. Ve hacia tu objetivo con comodidad
A menudo abandonamos nuestros objetivos porque olvidamos uno de los componentes más importantes en este camino: la comodidad cotidiana. Será mucho más fácil decidirse a realizar cambios, superar el miedo y avanzar hacia tu nueva vida si proporcionas para ello condiciones cómodas y agradables. Así lo confirmaron los investigadores estadounidenses Ayelet Fishbach y Kaitlin Woolley. Llevaron a cabo un experimento, dividieron a sus participantes en dos grupos y propusieron a todos que siguieran los principios de una dieta equilibrada y practicaran deporte. Sin embargo, los miembros de un grupo eligieron ellos mismos los platos saludables y los ejercicios físicos que les gustaban, mientras que a los otros participantes en el experimento no se les dio ninguna opción. Los resultados del primer grupo resultaron ser mejores, hubo suficiente motivación para practicar deporte durante más tiempo y la gente empezó a elegir comida sana con más frecuencia. Por lo tanto, las restricciones en el camino hacia el cambio a menudo interfieren. Para no reprocharte a ti mismo por las compras impulsivas, las decisiones equivocadas, los entrenamientos perdidos o los dulces comidos, haz concesiones. Por ejemplo, puedes permitirte no ir al gimnasio si hoy has tenido un día duro en el trabajo. Este enfoque flexible para el cambio te permitirá superar más fácilmente el punto de inflexión, cuando quieres abandonarlo todo, y afrontar con mayor eficacia el miedo al cambio.
Lo principal es tener siempre en cuenta que buscarse a sí mismo a los 50+ años es absolutamente normal. El hecho es que estamos en constante cambio, al igual que el mundo que nos rodea, el contexto social, cultural y tecnológico. Desarrollarse junto con la sociedad, probarse en diferentes ámbitos, dominar nuevas profesiones y ampliar las competencias es una estrategia más eficaz e interesante que permanecer dentro del marco establecido por nosotros mismos.