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Metaprogramas

Qué son los metaprogramas

Qué son los metaprogramas

Los metaprogramas son un conjunto de patrones de comportamiento o actitudes psicológicas que predeterminan el comportamiento de una persona. Los metaprogramas se utilizan activamente en PNL (programación neurolingüística) y en la elaboración de perfiles para comprender mejor la personalidad de una persona y, a veces, para manipularla. Una característica importante de los metaprogramas es que son extremadamente estables y forman parte integrante de la psique de las personas. Así, los metaprogramas empiezan a formarse en la primera infancia según una persona pasa por diferentes experiencias, traumas, emociones, etc.

Las funciones clave de los metaprogramas consisten en ayudar a la persona a filtrar la información procedente del mundo exterior y a tomar las decisiones más sopesadas. En otras palabras, se trata de una barrera que facilita la comprensión de lo que le rodea a uno. Los metaprogramas también pueden compararse con los estereotipos o las creencias: ambos son una herramienta para comprender la realidad y un pilar del razonamiento diseñado para optimizar la vida.

El concepto de metaprograma fue definido por primera vez por el lingüista norteamericano Noam Chomsky en 1957, cuando demostró en un trabajo científico sobre el proceso de la percepción humana que el pensamiento de una persona es un «mapa de las experiencias». Precisamente debido a este mapa una persona no puede transmitir datos a otra persona de manera totalmente objetiva, ya que toda la información se filtra a través de este mapa, es decir, se distorsiona de un modo u otro. Al mismo tiempo, una persona no es capaz de vivir sin ese mapa, ya que el exceso de información le causaría una sobrecarga cognitiva. Así pues, la existencia de un mapa es un mecanismo compensatorio. Además, los mapas, o metaprogramas (este término apareció un poco más tarde) varían de una persona a otra. Por eso nos permite comprender el tipo de pensamiento y las características especiales de la personalidad de una persona.

Los metaprogramas también se pueden llamar modelos lingüísticos o de comportamiento, que permiten interpretar, analizar y predecir correctamente el comportamiento de una persona. Mientras que los pensamientos y las emociones se encuentran en el nivel primario de la conciencia, es decir, una persona es consciente de ellos y sabe controlarlos, los metaprogramas están en un nivel profundo, prácticamente donde está el inconsciente. En otras palabras, se trata de reglas que una persona se impone a sí misma sin darse cuenta y que sigue por inercia.

Para qué sirven los metaprogramas

Para qué sirven los metaprogramas

Comprender los metaprogramas es importante, en primer lugar, para los especialistas que trabajan con personas. Se trata de profesores, psicólogos, analistas de perfiles, coaches, especialistas en marketing, agentes del orden, etc. En otras palabras, los metaprogramas permiten interactuar con las demás personas con más eficacia, predecir sus reacciones e incluso manejarlas, por ejemplo, para motivarlas a tomar una decisión favorable para ti. En función del ámbito de aplicación, los metaprogramas permiten:

  • En coaching y psicoterapia: entender mejor al cliente y su problema, así como su origen. Por ende, esto permite desarrollar una estrategia más efectiva para solucionarlo e introducir cambios necesarios para mejorar la calidad de vida del cliente.

  • En la gestión empresarial y de personal. Conocer los metaprogramas permite entender la motivación de una persona y entablar con ella una comunicación más productiva, distribuir y formular objetivos y tareas correctamente, dar formación e involucrar a los empleados en los procesos empresariales.

  • En ventas y marketing. Los metaprogramas permiten adaptar las campañas publicitarias a cada segmento de audiencia, potenciando de esta manera su efecto y haciéndolas más convincentes gracias a la personalización.

Los metaprogramas en PNL y análisis de perfiles se utilizan para establecer relaciones. Identificar los metaprogramas nos da una idea sobre las herramientas y estereotipos que utiliza una persona para tomar decisiones y procesar información, brindando al mismo tiempo la oportunidad de predecir o rectificar su comportamiento. Debido a esto, los metaprogramas también son relevantes en el ámbito de selección de personal, consultoría y planificación de carrera profesional.

Los principales metaprogramas y sus ejemplos

Los principales metaprogramas y sus ejemplos

La base de un metaprograma son los valores, estereotipos y características de personalidad de una persona. Existen muchos metaprogramas y cada psicólogo y especialista en neurolingüística tiene una idea diferente sobre su cantidad. Sin embargo, cualquier metaprograma tiene dos polos extremos (a veces incluso tres). Cada persona en cada metaprograma normalmente se encuentra en solo uno de los polos, pero a veces hay excepciones, cuando una persona no tiene una tendencia clara en uno de los modelos de comportamiento. En este caso, es difícil crear un perfil de metaprograma, pero según las estadísticas, estos casos son muy raros.

Veamos los ejemplos de metaprogramas más populares, sus polos extremos y cómo son en la práctica.

Metaprograma de «Generalización»

En este programa existen dos polos: «Específico» y «General». En función del polo al que se atrae una persona, cambia su comportamiento.

Por ejemplo, para una persona con metaprograma «General», para tomar decisiones es importante información final y clave mientras que una persona con metaprograma "Específico" se fija en primer lugar en detalles y los compara entre sí.

Por ejemplo, para una persona que utiliza el metaprograma «General» para tomar decisiones es importante la información clave resumida, mientras que una persona con el metaprograma «Específico» presta atención sobre todo a los detalles y los compara entre sí. Así, si se pregunta a dos personas con estos metaprogramas diferentes, qué tipo de coche quieren, la persona con el metaprograma «General» responderá algo así como «Quiero un todoterreno, oscuro y rápido», mientras que la persona con el polo «Específico» contestará «Quiero un Lexus, de 300 caballos, negro, modelo del año 2023». Estos metaprogramas pueden afectar a las prioridades y a los objetivos personales o incluso profesionales. Por ejemplo, las personas con tendencia a lo «específico» suelen ser meticulosas y a fijar objetivos concretos, mientras que las personas con tendencia a lo «general» trabajan «para tener éxito». A las personas de estos dos polos extremos les costará mucho ponerse de acuerdo entre sí, ya que se fijan en cosas muy diferentes. Las personas «específicas» planifican, mientras que las «generales» son más espontáneas; las «específicas» son tácticas, mientras que las «generales» son estrategas; las primeras son analistas, mientras que las segundas suelen ser las que generan ideas, etc.

Metaprograma «Estilo de respuesta»

Este metaprograma tiene los polos de «Contemplativo» y «Activo». Así, las personas con el metaprograma contemplativo:

  • observan los cambios en lugar de proponerlos;

  • analizan mucha información antes de tomar una decisión y se basan en datos, por lo que les gustan los sistemas y esquemas;

  • suelen dudar, preocuparse y sentirse inseguras;

  • no saben gestionar el tiempo y evitan la responsabilidad;

  • debido a esto, son más efectivas como ejecutores más que como directores;

  • les cuesta mucho tiempo y esfuerzo entablar relaciones con los demás, ya que necesitan analizar todos los pros y contras antes de tomar una decisión;

  • tienen buena capacidad de investigación y análisis.

Las personas «activas», como se puede deducir, son lo opuesto a las personas «contemplativas». Se caracterizan, al contrario, por:

  • actuar y tener iniciativa;

  • desempeñar el papel de directivos o líderes;

  • ser espontáneas y tener una gran flexibilidad de pensamiento y de comportamiento;

  • asumir la responsabilidad y siempre tener prisa (alto ritmo de trabajo que a menudo es difícil de seguir);

  • poder afrontar la incertidumbre, la necesidad de responder/reaccionar de inmediato;

  • la capacidad de hacer nuevos amigos con facilidad, ser comunicativas y a veces demasiado enamoradizas;

  • ser más conflictivas que las personas «contemplativas»;

  • a veces tienen problemas con la atención;

  • fuertes sentimientos en caso de fracasos y derrotas.

Así, para que una persona con el metaprograma «Activo» te preste atención, es necesario que no seas demasiado «contemplativo», de lo contrario la persona «activa» pierde rápidamente el interés y se irrita si reaccionas lento. También les cuesta obedecer y trabajar por cuenta ajena, no son capaces de mantenerse sentadas mucho tiempo y no se adaptan bien a la rutina, pero se les pueden confiar proyectos creativos y atípicos. Si comparamos los dos polos de este metaprograma en función de los tipos de personalidad conocidos, entonces una persona «activa» se puede considerar extrovertida, y una «contemplativa» introvertida (aunque la existencia este vínculo no está demostrado, ya que no hay ninguna relación entre psicotipos y metaprogramas confirmada por los psicólogos hasta la fecha). A los «activos» también les gusta la competencia, mientras que los «contemplativos» la evitan. En resumen, su oposición es obvia y crea un contraste especial en la sociedad y la carrera profesional.

Metaprograma «Estilo de percepción»

El metaprograma «Estilo de percepción» da una idea del modo en que una persona afronta diferentes situaciones, así como de su grado de implicación emocional en ellas. Por tanto, hay dos polos: «Disociado» y «Asociado». Según las estadísticas, hay más personas asociadas. En pocas palabras, la «disociación» es más característica de la gente que se guía por la razón, la «asociación» es más característica de la gente que se guía por los sentimientos. Y puesto que el mundo moderno es polifacético, demasiado complejo y requiere una participación activa, la asociación pasa a primer plano la mayoría de las veces.

Así, las personas del polo «Disociado» tienden a evitar expresar y experimentar las emociones. Esto no quiere decir que estas personas eviten las interacciones y relaciones sociales, pero eligen más a menudo formas de comunicación a distancia (por ejemplo, por internet en lugar de la comunicación en directo). Suelen ser buenos analistas y técnicos porque se caracterizan por una lógica bien desarrollada. Los hechos y las estadísticas son importantes para ellos, siempre buscan relaciones causa-efecto y minimizan la influencia del factor humano en sus vidas. Por lo tanto, pueden cambiar fácilmente entre tareas, problemas y situaciones.

Por el contrario, a las personas «asociadas» les gusta crear vínculos personales y confiar en sus emociones, por lo que a menudo se convierten en rehenes de algún problema y no se calman hasta que lo resuelven. Es decir, les resulta extremadamente difícil cambiar de chip e «improvisar». Si las personas «disociadas» son poco conflictivas y prefieren verlo todo objetivamente, las «asociadas» se ven fácilmente envueltas en peleas y discusiones. Expresan sus emociones libremente y a veces tienen poco control sobre ellas. También se les da mal la planificación y gestión del tiempo, pero tienen una empatía bien desarrollada y una gran inteligencia emocional, lo que les permite gestionar bien los recursos humanos, relacionarse con la gente, negociar, etc. Son excelentes trabajadores sociales, psicólogos, profesores, etc. Sin embargo, sería extremadamente difícil para una persona «asociada» trabajar con una persona «disociada», por tanto deberían estar separadas en departamentos diferentes o, por el contrario, trabajar en la misma tarea, pero desde diferentes aspectos de la misma, ya que estos dos tipos de personalidad se complementan muy bien.

Metaprograma «Tipo de referencia»

Este metaprograma define la forma en que una persona tiende a tomar decisiones. Tiene dos polos: la referencia interna, que implica tomar decisiones basándose en las propias creencias y opiniones, y la referencia externa, cuando una persona se basa en la opinión de las personas de su entorno y en consejos del exterior.

Así, las personas con referencia interna son más propensas a tomar decisiones rápidamente, ya que no necesitan recabar información adicional para ello, pero al mismo tiempo, justamente por eso, son malas analizando situaciones en las que es importante considerar varios aspectos y puntos de vista a la vez. Como consecuencia, pueden tener dificultades con las negociaciones, la resolución de conflictos, con transigir, etc. Estas personas no tienen en cuenta las opiniones y los comentarios de los demás, su lenguaje se caracteriza por las expresiones «lo sé», «será mejor», «estoy seguro», «veo/siento», etc. Por esta razón, no aceptan la opinión de los demás y no escuchan consejos. Su mayor defecto es que ni siquiera consideran las recomendaciones de sus superiores, lo que les dificulta llegar al éxito y a los puestos deseados.

Al mismo tiempo, la referencia interna se asocia a un alto nivel de responsabilidad (porque la persona se centra en sí misma). A diferencia de este tipo, las personas con referencia externa rara vez asumen responsabilidades porque no son capaces de tomar decisiones por su cuenta. Todas sus decisiones son en parte colectivas, basadas en una selección de opiniones. Les gusta repasar opciones y opiniones y analizar distintas fuentes de información, por ejemplo foros de internet, televisión, revistas, etc. En las relaciones sentimentales, estas personas tienden a orientarse hacia la pareja, y éste es uno de esos raros casos en los que personas de polos opuestos no entran en conflicto, sino que, al contrario, entran en simbiosis, es decir, se llevan bien. De este modo, una persona con referencia externa confiará fácilmente en alguien con referencia interna.

La virtud de las personas con referencia externa es que suelen aprender con rapidez y a conseguir buenos resultados en su nicho, porque son receptivas a cualquier información, siguen los consejos de los profesionales y les gusta recibir feedback. Su defecto son sus escasas dotes de liderazgo, aunque al mismo tiempo, con la presencia adecuada de otros metaprogramas que impliquen iniciativa, las personas con referencia externa podrían ser buenos directores, ya que siempre escuchan a los miembros del equipo.

Metaprograma «Búsqueda y utilización de la información»

Este metaprograma regula la actitud ante la información y las formas de interactuar con ella. Así, se distinguen el polo «Procedimiento» y el polo «Opciones».

El tipo de «procedimiento» incluye a las personas que necesitan seguir reglamentos claros y normas establecidas. Son desconfiadas y escépticas ante todo lo nuevo, les gusta estructurar la información y son extremadamente conservadoras. Les cuesta salir de su zona de confort y normalmente no ven el sentido de hacerlo. En pocas palabras, este tipo tiene una baja tolerancia a la incertidumbre y tiende a planificar todo lo que se puede planificar, desde el trabajo hasta las comidas.

Las personas de «opciones» están orientadas, como se deduce de su nombre, a las oportunidades, por lo que siempre están abiertas a los cambios y a las decisiones espontáneas. Estas personas suelen ser curiosas y prefieren un estilo de vida activo, les gusta explorar nuevas áreas y adquirir conocimientos. También se caracterizan por la creatividad y el deseo de utilizar un enfoque poco convencional en todo. Si a una persona con el metaprograma de «opciones» la invitan a un restaurante, propondría elegir algo nuevo, donde no haya estado todavía. Pero una persona con el metaprograma de «procedimiento» optaría por ir a su sitio favorito. En resumen, la primera prefiere la novedad y la segunda la costumbre. Al mismo tiempo, en la dinámica de pareja, estos dos extremos de metaprogramas no tienen por qué generar conflicto; pueden complementarse de manera flexible y crear una relación armoniosa. Así, la persona orientada a las «opciones» puede evitar que su pareja centrada en el «procedimiento» sea demasiado rígida, mientras que esta última puede ayudar a la primera a mantener el enfoque, ya que quienes se inclinan por las «opciones» suelen tener dificultades en ese aspecto.

Otros metaprogramas

  • La motivación. ¿Qué es lo que más motiva a una persona a actuar? Se distinguen motivaciones de poder, pertenencia, logro o seguridad. Como puede verse, se trata de uno de metaprogramas raros en los que se distinguen cuatro polos a la vez.

  • Forma de pensar. ¿Cómo procesa la información una persona? Se distinguen la ampliación y la reducción de la información (a veces se añade la búsqueda de analogías).

  • Modalidad preferida. ¿Mediante qué órganos sensoriales suele procesar la información la persona? Se distinguen los polos visual, auditivo y sensorial.

  • Orientación temporal. ¿A qué se orienta una persona: al pasado, al futuro o al presente?

  • Enfoque comparativo. ¿Qué es más importante para una persona tanto en las relaciones personales como en el trabajo con la información? Se distinguen los polos «Similitud» y «Diferencia».

¡Importante! Los distintos metaprogramas pueden combinarse entre sí y formar pares completamente diferentes y a veces hasta sorprendentes, pero una persona no puede tener dos polos de un metaprograma al mismo tiempo (sólo uno o ninguno).

Conclusión

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Es muy difícil que determines por tu propia cuenta cuál de estos metaprogramas sigues, porque es importante la visión objetiva de un tercero para comprobarlo y evaluarlo. También es importante tener en cuenta que puede pasar que una persona no tenga algunos metaprogramas, ya que hay más de cincuenta. Al mismo tiempo, conocer su significado te ayudará a construir tu propia trayectoria profesional y desarrollarte como persona de forma más eficaz, porque sabiendo dónde quieres estar, podrás entender qué metaprogramas pueden contribuir a ello y cuáles de ellos necesitas. Así pues, se puede aprender y reajustar los metaprogramas para alcanzar los objetivos deseados, pero lo mejor es hacerlo junto con un especialista.

Los metaprogramas son también una poderosa herramienta en la comunicación interpersonal, el psicoanálisis, el marketing, la elaboración de perfiles y otras áreas. Comprender qué metaprogramas guían a una persona a la hora de tomar decisiones brinda oportunidades únicas para personalizar cualquier estrategia (desde la publicidad hasta las estrategias de creación de relaciones), optimizar la comunicación y lograr así mejores resultados en las tareas encomendadas.

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