Economía Gig
Qué es la economía gig
La economía gig es un modelo de negocio en el que una empresa prácticamente no utiliza personal fijo vinculado a la empresa por un contrato laboral, sino que recurre a la cooperación mediante trabajo autónomo o subcontratación. En consecuencia, dicho modelo no implica un empleo fijo en una oficina, y el pago se realiza por el resultado, la finalización de un proyecto específico o un servicio prestado una sola vez.
El propio término «gig» procede de la jerga musical de los años veinte. Así llamaban los músicos de jazz a las actuaciones puntuales remuneradas en clubes o eventos sociales. El término llegó al ámbito empresarial en la década de 2000, más o menos al mismo tiempo que se empezó a generalizar el uso de Internet, y con él las profesiones digitales y la posibilidad de realizar algunas de ellas a distancia. Por supuesto, todo empezó en el ámbito informático. Así, los primeros en «probar» el modelo gig fueron programadores, probadores y analistas que podían recibir encargos de varias empresas internacionales y dirigir varios proyectos simultáneamente. Más tarde, se sumaron a la lista de empleos de la economía gig diseñadores, traductores, redactores, contables, abogados, tutores, psicólogos, etc.. Así, los avances tecnológicos han contribuido al crecimiento de la economía gig.
Para implantar la economía gig en las empresas, suelen utilizarse plataformas especiales y bolsas de servicios, en los que se invita a las empresas a seleccionar y contratar a un empleado temporal a partir de una lista de candidatos y sus perfiles. Algunas empresas también implantan la economía gig por su cuenta, ya que sus beneficios se basan en ella. Es el caso, por ejemplo, de los servicios de sharing o de los agregadores de taxis, en los que todos los profesionales que colaboran con la empresa son también temporales y no cooperan en virtud de un contrato laboral, sino con condiciones limitadas que benefician ambas partes. En este caso, los ejecutores reciben dinero de los clientes directamente, no de la empresa, aunque esta opción también es una de las variantes del modelo gig.
Pros y contras de la economía gig
La economía gig es adecuada sólo para aquellas personas cuya profesión permite el trabajo a distancia que preferiblemente esté basado en proyectos, o cuya profesión pertenece al sector de servicios y puede realizarse a través de un intermediario que preste servicios como freelancer. En cuanto a las empresas, la economía gig es adecuada para aquellas que tienen pocas tareas y procesos empresariales, es decir, pueden limitarse a un pequeño equipo para mantener el funcionamiento de los procesos clave, y crecer y realizar actividades con ayuda de los autónomos. También se puede utilizar la economía gig como fuente auxiliar de mano de obra, por ejemplo, cuando se necesita poner en orden la contabilidad anual y se puede externalizar esta tarea.
En cualquier caso, la economía gig tiene sus pros y contras. Así, entre las ventajas para las empresas está:
-
Eficacia económica. El modelo gig protege las empresas de una expansión burocrática y el crecimiento de la plantilla desmesuradas, así como minimiza los gastos para mantener la productividad de la plantilla principal, ya que con los trabajadores externos no es necesario vigilar sus condiciones de trabajo, ofrecerles garantías sociales como seguros, pagar las bajas por enfermedad, alquilar una oficina más grande, etc. Además, se puede cesar la colaboración con un trabajador en cualquier momento sin tener que pasar por trámites burocráticos.
-
Diversidad de la plantilla. Si en una empresa aparecen tareas de carácter completamente nuevo, puede contratar a un profesional rápidamente, en unas horas o como mucho unos días, evitando la larga etapa de creación de una vacante y entrevistas. Hay diferentes agregadores para la búsqueda de trabajadores externos que facilitan significativamente el proceso de contratación para ambas partes.
-
Ajustarse a la tendencia de la economía gig. Después de la pandemia, el mercado empezó a valorar la flexibilidad y la posibilidad de trabajar a distancia. Un horario laboral más flexible y cómodo y el poder organizar el trabajo uno mismo aumentan la productividad de los empleados y por ende se reducen el nivel de estrés y las bajas por enfermedad, aumentando al mismo tiempo la motivación.
En cuanto a los empleados, trabajar como un profesional externo tiene las mismas ventajas. Un trabajo a distancia o al menos un horario flexible ayuda a poder viajar, dedicarle más tiempo a la familia y los estudios. Los empleados externos no solo mejoran sus habilidades más rápido y mejor, sino que hasta pueden compaginar varios trabajos y proyectos en diferentes empresas, lo que aumenta considerablemente sus ingresos.
Por otro lado, la economía gig tiene algunas desventajas, por ejemplo:
-
Bajo compromiso de los empleados. Todo depende de cada persona en concreto, claro, pero no todos los empleados externos están tan interesados en el desarrollo y el éxito de la empresa, como los que están oficialmente contratados por la empresa. Lo que pasa es que son conscientes de que son libres de abandonar el trabajo en cualquier momento o los pueden despedir, así que no están pendientes de su aporte a la empresa y no sienten su responsabilidad por ella.
-
Alta competitividad entre los empleados externos. En cualquier plataforma de freelance se puede ver cientos de candidatos con diferente experiencia, habilidades y especialización, y hay que esforzarse mucho para que una empresa te elija a ti. Esto a menudo conduce a una bajada de precio de servicios y bajos ingresos de los empleados, ya que la oferta supera la demanda.
-
Falta de prestaciones. Los trabajadores externos, como ya se ha dicho, no pueden contar con una baja por enfermedad o un seguro médico pagado por parte de la empresa. A menudo, no se pueden permitir ponerse malos si el proyecto tiene un plazo de ejecución estricto o el contrato con la empresa está a punto de expirar.
-
Aislamiento. Es una desventaja para ambas partes. Para los empleados, esto se manifiesta en el aislamiento del equipo de trabajo: no todo el mundo vale para trabajar a distancia y no a todo el mundo le vale no poder ir a la oficina y comunicarse con los compañeros de trabajo y los directivos en persona. Para las empresas, se les hace más difícil controlar y seguir los procesos de trabajo, muchas de ellas pueden evaluarlo solo al alcanzar un resultado.
Ejemplos de la economía gig
La economía gig es justamente la que utilizan la mayoría de las empresa modernas, en particular en los siguientes ámbitos:
-
Servicio de entrega de comida y paquetería a domicilio, como el que ofrecen aplicaciones como Uber Eats o Deliveroo. Estas plataformas permiten realizar pedidos en cualquier momento desde el teléfono móvil, y garantizan una preparación y entrega rápida hasta la puerta del cliente. La plataforma es la que se encarga de «contratar» a ambas partes: el restaurante y la empresa que te llevará la comida. De la misma manera funcionan los supermercados en línea y los marketplaces.
-
Transporte y logística. Solo las empresas grandes se pueden permitir crear su propio departamento de transporte. Normalmente, la mayoría de los negocios utilizan los servicios de empresas de transporte independientes cuando necesitan enviar material al almacén o simplemente alquilar ese almacén. Los pequeños negocios incluso recurren a los servicios de entrega independientes para enviar pedidos a los clientes. Lo mismo pasa con el taxi, por ejemplo.
-
Hostelería. Por ejemplo, Airbnb conecta los hoteles con personas que quieren descansar proporcionando una comunicación fluida entre ambos y realización de los pagos. Como se puede ver, la mayoría de las empresas que usan la economía gig son intermediarios en el ámbito de los servicios.
-
Educación online. Muchas plataformas educativas, como Lectera, recurren a expertos y profesores para crear cursos educativos. También hay muchos expertos que colaboran con este tipo de sitios una vez para lanzar su propio programa único, pero a veces también crean esos programas de manera regular para un proveedor específico, pero aún así siguen sin formar parte de la plantilla de la empresa.
-
Contabilidad y marketing (incluidas las soluciones de pago para grandes corporaciones). No todas las empresas necesitan llevar registros financieros o controlarlos todo el tiempo, a veces es más fácil llevarle todas las facturas acumuladas en medio año a un profesional para que rellene las declaraciones correspondientes y te proporcione un resumen fiscal. Lo mismo pasa con el marketing: existen empresas que lanzan publicidad dirigida para un negocio o una persona, configura la publicidad de manera profesional, graba videos y se encarga temporalmente de las tareas de promoción pudiendo trabajar al mismo tiempo con varios clientes a la vez.
A día de hoy, la economía gig se usa incluso en sanidad, como en la plataforma Nomad Health que conecta a médicos y enfermeras externos con hospitales que necesitan personal extra para casos de crisis o reemplazos por bajas y vacaciones de los trabajadores fijos (lo cual es muy importante cuando se trata de atención urgente y de salvar vidas). Entre las empresas con la economía gig también se encuentra la plataforma Fiverr (permite a las empresas de diferentes ámbitos encontrar a freelancers) y Care (ayuda a proporcionar cuidados a ancianos y niños conectando fondos públicos, freelancers y personas necesitadas).
Retos de la economía gig
La economía gig también tiene sus inconvenientes, y no se trata de desventajas específicas sino de los retos a los que tienen que enfrentarse las empresas que han elegido este modelo. Algunos de estos retos también afectan a todo el mercado laboral y diferentes industrias privadas.
1. Falta de empleados fijos altamente cualificados
A pesar de todo, las empresas no siempre pueden prescindir de empleados fijos del todo, sobre todo si la empresa pertenece al género de intermediarios y produce su propio producto u ofrece sus propios servicios. Debido a que cada vez hay más empleados que eligen trabajo temporal o a tiempo parcial en formato a distancia, el 68% de empresas medianas tienen dificultades con la contratación de personal fijo. Esto aumenta la demanda de profesionales fijos y crea competitividad entre las empresas por lo que el negocio se ve obligado a ofrecer paquetes sociales, incentivos y prestaciones cada vez más atractivas. En las empresas donde tener una plantilla fija es imprescindible, la falta de empleados puede socavar la sostenibilidad de la empresa y perjudicar la continuidad de los procesos laborales.
2. Cubrir turnos y ausencias en los horarios y entre contrataciones con antelación
A diferencia de una plantilla fija donde sabes que tienes a tu disposición cierto número de personas y siempre se puede encontrar a alguien quien haga una suplencia, los trabajadores externos no garantizan que un puesto se cubra sin interrupciones y se considera que es difícil tenerlos siempre localizados. Es decir, si un empleado se ausenta por enfermedad, no habrá personal disponible para sustituirlo, lo que afectará negativamente la productividad de la empresa y podría generar insatisfacción en los clientes. Lo mismo pasa si no se previenen las ausencias en los turnos en caso de ocupación parcial de los trabajadores externos.
Para solucionar este problema, se puede tener un grupo de trabajadores especial o registrarse en una plataforma adecuada para encontrar un rápido reemplazo a los empleados si es necesario. También hay que proporcionar una comunicación fluida entre los profesionales externos, pedirles que indiquen cómo localizarlos, averiguar si se puede contactar con ellos en caso de una situación crítica, intentar predecir el movimiento de la demanda y organizar los turnos y los recursos auxiliares con antelación basándose en estadísticas empresariales.
3. Seguimiento del rendimiento de los empleados
Una de las características de la economía gig es que, bajo este modelo, la eficacia de los trabajadores externos no se mide con los KPI y su productividad diaria, sino por el resultado final. Para las empresas que quieren centrarse específicamente en los logros y no les importa dónde o cuánto trabaja su personal, esto es una ventaja, pero para las que están acostumbradas a mantener el dedo en el pulso, es una desventaja. Además, esto puede aumentar los riesgos innecesarios relacionados con el incumplimiento de los plazos y el producto final, o más bien su correspondencia a los requisitos o las necesidades del cliente. Los empleados siguen siendo independientes de la empresa en todos los aspectos y ésta sólo tiene que esperar a que cumplan la tarea global que se les ha asignado.
En esta situación, puede ser útil implantar un software de planificación automatizado para poder realizar un seguimiento pasivo de las etapas del trabajo y, al mismo tiempo, no incumplir los compromisos (la economía gig no implica supervisar el rendimiento de los empleados, se considera tabú ya que a menudo ni siquiera existe una relación directa con los trabajadores externos). Por tanto, el uso de un servicio de planificación en la nube o de mapas mentales por ambas partes eliminará los problemas y tensiones asociados a la gestión del tiempo y la programación de las tareas.
4. Compromiso y fidelización de empleados
La fidelización de empleados es un motivo de preocupación para el 90% de las empresas, especialmente si siguen la economía gig, donde no se tienen las herramientas y oportunidades para construir una cultura de empresa, crear un equipo unido, sistemas de formación y todo lo que tienen los modelos de contratación tradicionales. Y como no todas las empresas quieren cambiar constantemente de trabajadores externos (muchas prefieren trabajar a largo plazo, a veces durante años) esto puede provocar rotación y reducir la fidelización. Los profesionales externos, debido a su falta de vínculos fuertes con una empresa concreta, son más susceptibles a las fluctuaciones de motivación e intereses, cambian fácilmente de área de actividad y de conjunto de tareas y, por tanto, pasan fácilmente de una empresa a otra.
La solución a este problema radica en la introducción de sistemas personalizados. Se trata de sistemas de motivación e incentivos, canales de comunicación transparentes con el personal y la dirección, así como concesión de algunos derechos y beneficios, tales como el acceso a la formación corporativa o el ascenso profesional. A pesar de que se considere que la ventaja de la economía gig es la ausencia de la necesidad de tener en cuenta estos puntos, todavía se pueden utilizar y así combinar el modelo de la economía gig con la contratación tradicional compensando sus desventajas. Por ejemplo, si un empleado no forma parte de la plantilla fija y trabaja como autónomo para la empresa, se le pueden ofrecer una serie de beneficios como a un empleado fijo para ganar frente a una empresa competidora.
5. Cumplimiento de requisitos y entresijos legales
El contrato de trabajo es un formato comprobado y el más habitual en las relaciones laborales, lo que no se puede decir sobre los contratos de prestación de servicios o los contratos por proyecto. Si utilizas sitios especializados para contratar trabajadores, debes familiarizarte de antemano con sus normas, ya que la firma de un contrato suele estar integrada en las funciones del sitio por defecto. Ten en cuenta también las diferentes normativas de las distintas jurisdicciones, especialmente en lo que se refiere a las consecuencias de la rescisión anticipada de las relaciones laborales. Esto te ayudará a evitar conflictos con tus trabajadores externos y a garantizar el cumplimiento de las obligaciones por ambas partes. Como un punto a favor para los empleadores, la economía gig permite a las empresas asignarse un estatus especial en lugar del de empleador. Por ejemplo, Uber demostró ante un tribunal británico hace unos años que no es una empresa de transporte, sino que solo presta servicios de información como intermediario.
El impacto de la economía gig
Según un estudio realizado en 2023, alrededor del 15% de los empleados externos son de la Generación Z, cerca del 45% son Millennials, el 27% son de la Generación X y solo el 9% son baby boomers. Al mismo tiempo, la cuota de participación en la economía gig de la generación más joven sigue aumentando a medida que esta generación se va haciendo mayor y van surgiendo nuevas y diversas formas de empleo digital. En particular, influye la creciente popularidad de los contenidos en línea y las redes sociales.
Según el informe de 2022 de Upwork sobre las perspectivas de desarrollo de freelance (la economía gig se refiere precisamente al trabajo freelance), la proporción de freelancers entre las personas con estudios superiores también está creciendo (alrededor del 26%). Por otro lado, es difícil decir qué es la economía gig en términos de distribución por sexos. Por ejemplo, algunos expertos creen que los hombres siguen optando por el empleo fijo y a tiempo completo, mientras que las mujeres recurren más a menudo al trabajo a tiempo parcial y al freelance como fuente de ingresos adicionales, por ejemplo, durante la baja por maternidad. En términos de distribución racial, sin embargo, la economía gig es exactamente igual al mercado laboral actual: en proporciones iguales.
Dado que la economía gig se aplica en una gran cantidad de ámbitos completamente diferentes, es imposible establecer con precisión el salario medio de un empleado que trabaja según el modelo gig. Además, muchos empleados combinan diferentes actividades y distintos tipos de empleo de varios nichos, ya que los horarios flexibles y el trabajo a tiempo parcial lo permiten. Los nichos también varían en cuanto a sistema y estructura de remuneración; por ejemplo, el sector de reparto de comida adopta un sistema de tarifas base y comisiones, mientras que las empresas de externalización de marketing trabajan con una tarifa plana por proyecto. En este sentido, no existe una lista de los «mejores empleos de la economía gig», ya que las condiciones y los ingresos están firmemente ligados al mercado laboral tradicional y a las especificidades de cada empresa o plataforma intermediaria.
Curiosamente, el 44% de los empleados externos declaran que ganan más con esta forma de empleo de lo que solían ganar con un empleo fijo. Además, describen su carga de trabajo actual como inferior a la de un empleo fijo.
El futuro de la economía gig
Como ya se ha dicho, fue la pandemia de coronavirus la que aumentó la demanda de la economía gig, a pesar de que apareciera en la década de 2000. Dado que sólo han pasado unos pocos años desde el final de la pandemia, no hay necesidad de hablar del declive y la «extinción» de la economía gig. Al contrario, se puede predecir su crecimiento ya que está estrechamente vinculada a los avances tecnológicos gracias a los que se están creando nuevas profesiones digitales y, por tanto, el sector se expande. También se está produciendo gradualmente la digitalización de mercados y ámbitos de la vida tradicionales, desde la educación superior hasta los servicios sanitarios o las empresas financieras y bancarias. Como resultado, el número de profesiones representadas en plataformas en línea crecerá y, por tanto, también lo hará la economía gig.
Las empresas tradicionales se están dando cuenta cada vez más de los beneficios de este modelo (principalmente las pequeñas y medianas empresas), ya que la economía gig ayuda a ahorrar recursos en personal, equipos y alquileres, así como costes de tiempo. Al mismo tiempo, la economía gig aumenta la flexibilidad y la competitividad empresarial, mientras que los modelos híbridos de empleo, en los que una empresa combina personal fijo con trabajadores externos según sus necesidades, permiten optimizar la estrategia empresarial y la gestión de equipos.
Conclusión
La economía gig representa, sin duda, el enfoque más moderno del empleo, ya que responde a la demanda actual de un estilo de vida acelerado y flexible. Sin embargo, desde una perspectiva social, puede interpretarse como un retroceso al siglo XIX, cuando predominaban los trabajadores a domicilio, no existían los sindicatos, y los empleados debían asumir por sí mismos los costes de la seguridad social, incluidas las bajas por enfermedad y las pensiones. También limita el desarrollo profesional, por lo que este modelo no es adecuado para quienes sueñan con puestos directivos y carreras dentro de un mismo nicho o empresa. Sin embargo, todo esto es un sacrificio inevitable, a cambio del cual se obtiene un horario de trabajo más libre y otras oportunidades relacionadas con la economía gig que cada uno aprovecha a su manera.