¿Te gustan los Juegos Olímpicos de Invierno tanto como a mí? Ahora, con el inicio de los XXIV Juegos Olímpicos de Invierno en Pekín, podemos volver a ver a auténticas leyendas en acción.
Al fin y al cabo, los Juegos Olímpicos no son sólo eventos deportivos en los que todo el mundo demuestra lo que sabe hacer: son el objetivo de toda una vida para muchos atletas que se entrenan incansablemente durante muchos años para actuar ante un público multimillonario y ganar. ¿Te has preguntado alguna vez por lo que han pasado para participar? Y qué desesperante tenacidad y motivación se necesita para superarse a sí mismo cada día para lograr un objetivo como lo hacen los atletas olímpicos.
De hecho, los atletas olímpicos y las personas de éxito tienen mucho más en común de lo que parece. Como mínimo, tanto los deportistas destacados como los empresarios destacados (incluso los profesionales) saben ver su objetivo y no renunciar a él. Por cierto, ¡tú también puedes hacerlo! Los deportistas tienen algunos trucos que les ayudan a superar los obstáculos y a mantener esa misma persistencia envidiable.
Trabajas en "flujo"
Los psicólogos definen el estado de flujo como un estado de máxima concentración, que permite acumular el máximo de recursos internos. Yo, en cambio, lo entiendo como un estado en el que se puede hacer absolutamente todo. ¡Y no es una broma! El estado de flujo llegó a nuestra vida precisamente de la mano del deporte. Así llaman los deportistas a su actitud decidida y concentrada, en la que fácilmente pueden conseguir resultados óptimos.
Y tú, sentado en la oficina, gracias al flujo, puedes encontrar rápidamente una salida a una situación de crisis o resolver con la misma rapidez una tarea concreta.
¿Cómo entrar en un estado de flujo? Primero elimina todas las distracciones, desde los compañeros ruidosos hasta el teléfono móvil, y luego analiza tus propias emociones. Debes estar tranquilo y libre de sentimientos negativos como la irritación o la tristeza (de lo contrario, nada funcionará). La clave de un estado de flujo es poder disfrutar de tu trabajo. Empieza por ahí, y poco a poco encontrarás el camino hacia tu flujo interior personal. No es difícil entrar en un estado de "flujo", pero es más difícil mantenerlo durante mucho tiempo.
Dialoga contigo mismo
En 1993, un equipo de psicólogos que investigaba cómo los atletas olímpicos consiguen hacer frente a las enormes presiones del patinaje artístico entrevistó a 17 campeones de este deporte. La mayoría respondió que les ayudaba el pensamiento racional y el diálogo interno, en el que buscaban las fuentes de estrés y los sentimientos negativos para poder eliminarlos y poner sus emociones bajo control.
El diálogo interno es algo realmente útil que también practico. Si sientes que estás al límite cuando te enfrentas a alguna dificultad y no sabes qué hacer, intenta responder a las siguientes preguntas de forma detallada y honesta:
- ¿De dónde vienen estos pensamientos/sentimientos? ¿Son objetivos?
- ¿Hay alguna posibilidad de superar esta dificultad? Si es así, ¿qué me lo impide?
- ¿Qué resultado obtendré cuando lo supere?
- ¿Por qué me importa?
- ¿Qué me hace sentir más seguro? ¿Qué puedo hacer ahora para recuperar esa confianza?
Lo importante es no escuchar a tu crítico interior durante el diálogo interno. Recuerda que pensamientos como "Esto no va a funcionar de todos modos" no pertenecen a tu verdadero yo, sino a ese crítico, al que hay que callar de inmediato.
Crea imágenes mentales
Sí, suena trillado, pero realmente es lo que ayuda a los atletas a ganar y obtener los mejores resultados día tras día. La visualización, o la creación de una imagen mental, provoca una oleada de emociones positivas, lo que a su vez te proporciona los recursos necesarios para avanzar hacia tu objetivo. Por cierto, según un estudio que Psychology Today publicó en 1996 sobre la actividad cerebral de los deportistas, sus cerebros están tan activos durante el entrenamiento físico como durante la visualización. Esto significa que ambos tienen el mismo efecto en el cerebro del deportista.
Se trata de que las imágenes mentales influyen en los procesos cognitivos del cerebro, lo que a su vez mejora las habilidades motoras, la concentración y la memoria. También mejora el estado de flujo o ayuda a entrar en él. Y quiero señalar que la visualización no consiste sólo en pensar en un sueño. Hay que involucrar todos los sentidos durante la visualización. ¿Qué ves, qué oyes y qué sientes cuando por fin alcanzas tu objetivo después de todo el esfuerzo?
Establece objetivos medibles
El patinador estadounidense Dan Jensen, que ganó el oro olímpico en 1994, dijo una vez lo siguiente: "Cuanto más altas sean tus metas, más trabajarás". Y yo también no dejaré de decir que, efectivamente, nada es imposible si se tiene un objetivo determinado. Pero, lo que es mucho más importante, ese objetivo tiene que cumplir algunos criterios, ser alcanzable y medible. ¿Cómo sabrás si has alcanzado tu objetivo? ¿Qué tan realista es, objetivamente hablando? ¿Quizás deberíamos dividir el objetivo en varias etapas?
El consejo del nadador olímpico y tres veces medallista de oro Gary Hall es que escribas siempre tu objetivo y lo cuelgues donde lo veas todos los días. En concreto, coloca el objetivo en la puerta de la nevera o en el marco del espejo en el que te miras por la mañana cuando te lavas la cara. Cuando Gary tenía dieciséis años y se preparaba para sus primeras olimpiadas, su entrenador escribió todos los objetivos de Gary en una pizarra de natación, que utilizaba para practicar diferentes técnicas de natación durante el entrenamiento. Según Gary, esto es lo que le ayudó a entrar en el equipo olímpico, ya que simplemente no podía olvidar físicamente sus objetivos ni un solo día.
Sólo se puede envidiar el valor y la determinación de los atletas olímpicos, ya que están dispuestos a mover montañas por sus sueños. Pero tú también eres capaz de mucho, si tienes el apoyo de tus seres queridos, las técnicas adecuadas y los conocimientos correctos. No en vano las Olimpiadas se retransmiten en todos los canales de televisión: inspiran, motivan y son un ejemplo a seguir. ¡Motívate tú también y llega hasta tu meta!