He hablado de esto muchas veces, pero he pensado en reunir toda la información en un solo lugar. ¿Sabías que hay diferentes tipos de entrevistas de trabajo?
No, no me refiero a las variaciones en las preguntas que se hacen a los candidatos en los distintos puestos de trabajo. Algunas entrevistas se celebran con relativa tranquilidad: lo que el responsable de RRHH (recursos humanos) quiere es conocerte y evaluar tu CV. En otras, parece que te tiene manía y te bombardea con cientos de preguntas que parecen diseñadas específicamente para hacerte fracasar. Y algunas se celebran en grupo con otros candidatos, pero las preguntas del reclutador se sustituyen por un juego de negocios.
¿Qué tipos de entrevistas hay, cómo superarlas y conseguir una oferta de empleo? Te hablaré de los diferentes tipos de entrevista y te explicaré lo que debes tener en cuenta a la hora de prepararte.
Cara a cara
Es la entrevista más común que supone una conversación con un reclutador. Normalmente se te pregunta por tu experiencia laboral, lugares de estudio, proyectos interesantes, habilidades, conocimientos de lenguas extranjeras, etc. Se te puede pedir que resuelvas un pequeño caso ("¿Qué harías si estuvieras en esta situación?", es decir, la estructura de estos casos no es la misma que la estructura de los que se resuelven en los campeonatos especiales). Es posible que se te pida que hables de ti en inglés. Es posible que se te pida que calcules o realices otras actividades dentro de la descripción del puesto al que optas; todo depende de tu ámbito profesional.
El especialista de RRHH también se fijará en tu capacidad para formular tus ideas de forma lógica, utilizar un lenguaje adecuado para la audiencia, recibir y comentar todo tipo de retroalimentación y escuchar lo que se te dice sin intentar interrumpir. Las técnicas de los oradores que, siglos antes de Cristo, aprendieron a persuadir a sus oyentes y a conseguir lo que querían pueden ayudarte a hacerlo. Puedes aprender sus secretos en el breve curso de oratoria de Lectera.
Prueba
La primera mitad de la entrevista consiste en preguntas generales sobre tu historial profesional. Aquí se te preguntará por qué deseas trabajar en esta empresa en particular, lo que sabes de ella, lo que puedes aportar a su cultura, etc. Tú mismo conoces las preguntas más habituales en las entrevistas de trabajo "normales". La segunda parte de la entrevista es una prueba que consiste en unas preguntas sobre tu especialidad. La mayoría de las preguntas son prácticas, aunque los abogados y los expertos en contabilidad, por ejemplo, pueden esperar que se les de algunas pruebas para comprobar sus conocimientos jurídicos, que son puramente teóricos.
¿Cómo pasar las pruebas? Repasa los principios teóricos de tu especialidad, ensaya las respuestas a las preguntas sobre ti y encuentra un par de casos en tu práctica que demuestren que tienes las cualidades que necesitas como profesional en este puesto. Puedes encontrar una lista de cualidades relevantes en la descripción del puesto o en los comentarios de personas que han ocupado puestos similares en Glassdoor.
Caso práctico
Ya mencionamos los casos cuando hablamos de las entrevistas "normales". A veces, las entrevistas consisten únicamente en la resolución de un caso práctico, es decir, un problema empresarial que requiere la aplicación de un montón de habilidades diferentes al mismo tiempo. La solución debe ser relativamente creativa: el reclutador quiere entender cómo te enfrentarás a las tareas reales en el trabajo, seguir tu línea de pensamiento, ver cuáles son tus cualidades más valiosas. Es importante mostrar un pensamiento fuera de lo común (un caso puede ser totalmente irreal: "cómo vender plátanos a los monos" es sólo la punta del iceberg), demostrar tus habilidades profesionales (es decir, habilidades duras o hard skills), la tolerancia al estrés, el cumplimiento de los valores de la empresa. Y en el caso de los valores, es poco probable que puedas engañar a una persona de RRHH fingiendo estar súper interesado en una determinada cultura corporativa. Así que ser tú mismo es la mejor manera de conseguir una oferta para un puesto de trabajo de ensueño.
Algunas escuelas de estudio de casos, especialmente comunes en la consultoría, aconsejan utilizar una determinada estructura. Pero en realidad no hay que actuar de acuerdo con un reglamento: se puede resolver el caso como se quiera, lo principal es pensar en formas de mejorar la situación. Asegúrate de especificar cuánto tiempo tienes para resolver el caso y qué recursos previstos (personal, finanzas, etc.) puedes utilizar para solucionar el problema.
Entrevista estrés
Como su nombre indica, se trata de una entrevista centrada en revelar tu nivel de calma en situaciones de estrés. Si trabajas con personas o te presentas a un puesto directivo, seguro que tendrás que enfrentarte a este tipo de entrevistas. Aunque la primera reunión con el reclutador se limite a preguntarte sobre ti y tu experiencia, es probable que las siguientes etapas del proceso de selección (y en las grandes empresas una sola conversación no es suficiente) impliquen la puesta a prueba de tus habilidades, incluyendo la tolerancia al estrés. Es cierto que las empresas modernas que valoran a sus futuros empleados te advierten de que tendrás que pasar por una entrevista estrés. Si la empresa no te lo ha dicho, te aconsejamos que lo pienses varias veces antes de aceptar la oferta de inmediato.
Una entrevista estrés puede contener varios clichés. El reclutador puede llegar tarde: así pone a prueba tu paciencia. Puede realizar la entrevista en un entorno incómodo, ya sea una sala de reuniones mal ventilada o una cafetería para el personal; en este caso, pondrá a prueba tu reacción a la incomodidad. Si el puesto implica un trabajo rutinario, te darán unos papeles aburridos e interminables para rellenar. Si el puesto implica creatividad, se te pedirá que generes ideas súper innovadoras. El especialista de RRHH puede hacerte preguntas inapropiadas (se evaluará tu reacción ante una situación difícil) o invitar a tus colegas a la entrevista para que te interroguen como si fueran profesores universitarios (se evaluará tu capacidad para orientarte rápidamente en una situación y encontrar el enfoque adecuado para diferentes personas).
Lo más importante que tienes que recordar en este tipo de entrevistas son las verdaderas intenciones del reclutador. No quiere ofenderte ni intimidarte, sino poner a prueba tus habilidades en situaciones de estrés. Para asegurarte de no perder la cara ante tu empleador y tus colegas, toma el curso de búsqueda de empleo y entrevista de Lectera. Te ayudaremos a prepararte para la entrevista y a conseguir la oferta en pocos días: el curso contiene conocimientos que sólo pueden adquirirse mediante la práctica y casos interesantes, gracias a los cuales aprenderás a comportarte en situaciones de estrés.
Todos los tipos de entrevistas implican que se te evalúe como candidato para un puesto específico. Esto significa que cometer errores típicos no es deseable en cada uno de los casos descritos anteriormente. Infórmate previamente acerca de la empresa, formula un par de preguntas para el empleador, prepara las respuestas a las preguntas más populares para no quejarte de la empresa anterior, no devaluar el puesto actual y no revelar demasiada información. Y sé sincero: ¡seguro que el reclutador lo apreciará!