El estrés es un fenómeno que está presente en todas partes. Puede aparecer por muchas razones, y no sólo en nuestra vida personal, sino también en el trabajo.
Seguro que conoces casos cuando una persona supera las tareas más complejas, adelanta los plazos límite, trabaja por dos y de repente, de un día para otro, ya no quiere ir a su trabajo que tanto le gustaba y se inventa motivos para cogerse una baja. Así es como el estrés reduce la eficacia de nuestras actividades, afecta significativamente a los indicadores de negocio más importantes y no nos permite trabajar bien en equipo. Por eso, los profesionales experimentados se guían por técnicas de gestión del estrés. Averigüemos cómo gestionar adecuadamente el estrés y mantener un ambiente psicológico saludable en el equipo.
Qué es realmente el estrés y cómo se produce
El estrés es la reacción del organismo a factores externos, como conflictos, fatiga y exceso de trabajo. Además, tanto los cambios inesperados y agradables en la vida, así como su total ausencia y el aburrimiento por la rutina pueden provocar estrés. Por lo tanto, podemos decir que el estrés es un estado de tensión, que es causada por un fuerte impacto físico o psicológico en el cuerpo. El estrés profesional, a su vez, es un estado de tensión causado directamente por la actividad profesional.
Es importante entender que el estrés es una reacción absolutamente normal: así es como las personas se resisten a una carga de trabajo excesiva y a una actividad excesiva. Es por ello que entre los síntomas de estrés se destacan:
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problemas de atención y concentración: cuando a una persona le resulta cada vez más difícil realizar tareas habituales y rutinarias;
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irritabilidad e hiperexcitabilidad: cuando incluso la cosa más insignificante puede hacer que una persona pierda los estribos;
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cansancio constante y aumento de la fatiga: falta de energía y ganas incluso para los hobbies;
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mala salud y su descuido: malos hábitos, trastornos del sueño, dolores de cabeza frecuentes, baja inmunidad.
Todo esto indica que tu cuerpo ha estado sometido a una sobrecarga grave durante mucho tiempo porque tal vez habías asumido demasiadas responsabilidades. Normalmente, la gente no suele pensar en las consecuencias del exceso de trabajo, sobre todo para la salud psicológica. ¡Pero eso es a lo que hay que prestar atención en primer lugar!
Además, las causas del estrés pueden ser:
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Riesgo físico, por ejemplo, si una persona ha sido víctima de un robo o testigo de un delito, se ha visto implicada en un accidente, ha sobrevivido a una catástrofe natural, etc.
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Factores sociales y psicológicos, incluidos los recuerdos negativos, el rechazo de la propia apariencia, ansiedad por el futuro, exceso de emociones y el consiguiente agotamiento emocional, así como rasgos de personalidad como el perfeccionismo, la hiperresponsabilidad, la incapacidad para delegar responsabilidades, el deseo obsesivo de controlarlo todo y la visión pesimista del mundo.
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Circunstancias laborales o contexto profesional. Este factor de estrés también se puede dividir en dos tipos:
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razones físicas: condiciones de trabajo incómodas, horarios irregulares, viajes de negocios constantes con frecuentes cambios de husos horarios, etc;
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razones emocionales: sobrecarga de tareas, ejecución de varias funciones en el mismo trabajo, trabajo demasiado monótono, falta de reconocimiento social o de recompensa por la actividad profesional, trato injusto por parte de la dirección, entorno psicológico desfavorable, aumento de los conflictos en el trabajo, etc.
Sentir estrés con demasiada frecuencia o tener el llamado estrés crónico puede conducir al desarrollo de enfermedades más graves, trastornos psicoemocionales y agotamiento. Para evitar las consecuencias del estrés, los profesionales experimentados aprenden técnicas de gestión del estrés, con ayuda de las cuales controlan su propio estrés y recuperan su energía de inmediato.
Cómo superarlo: técnicas de gestión del estrés
Las técnicas de gestión del estrés permiten superarlo más rápido y minimizar sus consecuencias. Por supuesto, a veces es muy difícil gestionar este proceso, pero lo principal es aprender a controlar este estado y reducir los riesgos de aparición de la tensión.
Con las siguientes prácticas, puedes aprender a controlar el estrés:
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Actividad física
Si sientes que el estrés te invade en el trabajo, tienes que tomar medidas al instante. Lo mejor es moverse un poco, hacer algunos ejercicios o incluso dar un paseo. Los científicos afirman que, al reaccionar ante el factor del estrés, el cuerpo nos prepara para la defensa, por lo que los músculos se tensan involuntariamente y se quedan a la espera de la relajación.
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Actividad mecánica
Estos ejercicios también te ayudarán a deshacerte rápidamente del estrés repentino en el trabajo. Para ello, sólo tienes que tratar de ocupar tus manos con algo y dejar que tu mente descanse y se relaje. Por ejemplo, puedes ordenar tu escritorio, poner en orden los papeles, regar las flores, hacerte un café, etc.
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Relajación básica
La relajación es una forma eficaz de reducir los niveles de estrés y restablecer el equilibrio emocional. Aquí hay tres técnicas de relajación más comunes:
- Meditación autógena (visualización)
Los científicos ya demostraron hace mucho tiempo que nuestro subconsciente no distingue entre hechos reales e imaginación. Así, unas fantasías pueden proporcionar a una persona las mismas emociones y sensaciones agradables que si ocurrieran en la realidad. Para practicar la meditación autógena, basta con cerrar los ojos, tranquilizarse y respirar con calma, y después imaginarse en cualquier circunstancia propuesta. Es importante concentrarse en los detalles: colores que te rodean en tu subconsciente, sonidos y olores, sensaciones táctiles. Cuanto más precisa y vívida sea la imagen que recrees, antes pasará del subconsciente a la mente consciente y, por tanto, hará un efecto terapéutico.
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Respiración profunda
Es otra técnica sencilla que puede practicarse varias veces a lo largo del día y puede realizarse en cualquier lugar. Para ello, adopta una postura cómoda e intenta relajarte al máximo. Después, inhala y exhala lentamente, intenta concentrarte en el aire que entra en tus pulmones, siéntelo con todo tu cuerpo. Repite este ejercicio varias veces hasta que te sientas más tranquilo y en paz.
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Relajación muscular
Se trata de una relajación voluntaria de los músculos, que permite calmarse rápidamente, ya que durante la excitación mental los músculos están notablemente tensos. Para ello es necesario adoptar una posición cómoda y recorrer mentalmente todas las partes del cuerpo, diciéndose a sí mismo: "Estoy relajado, estoy tranquilo. Mi cabeza, mis hombros, mi espalda están relajados...". Paso a paso, relajando cada parte del cuerpo, llegarás a un estado de tranquilidad. Puedes terminar la relajación con las siguientes afirmaciones: "Estoy tranquilo, me siento bien y en paz".
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Egoísmo y autocuidado saludables
Si crees que llevas mucho tiempo estresado y no consigues superarlo, entonces necesitas un descanso de calidad. Encuentra al menos un par de horas de tiempo libre y dedícalas a ti mismo. Lo mejor es salir a la naturaleza y, por ejemplo, pasear por el bosque, montar en bici o patines, ir de excursión. Todo esto te permitirá sacarte de la cabeza pensamientos innecesarios y recuperar energía y vitalidad. También puedes dedicar tu tiempo libre a hacer deporte o a tus hobbies favoritos. Pero si no te sientes con energía ni siquiera para las actividades que antes te hacían ilusión, entonces lo mejor de todo sería dormir. Es debido a la falta de descanso adecuado que nuestro cuerpo puede ser especialmente susceptible a los factores irritantes. Por lo tanto, intenta dormir lo suficiente cada día y no alteres tus patrones de sueño.
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Comunicación
No debes ignorar la ayuda cuando estás estresado. Pide apoyo a tus compañeros o a tu jefe, ya que pueden darte valiosos consejos para sobrellevar la situación que te incomoda. Además, es especialmente importante tener a alguien con quien hablar de tus preocupaciones y problemas. A veces es necesario discutir todos los temas que se han acumulado y encontrar juntos una salida a la situación actual.
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Modificación de comportamiento
Este término psicológico complejo se puede sustituir por una expresión bien conocida: "Si no puedes cambiar la situación, cambia tu actitud ante ella". Esto significa que tienes que ver de otra manera la situación que te provocó una reacción negativa y resultó ser un factor de estrés. En primer lugar, acéptalo como un hecho, y luego intenta encontrar aspectos positivos de lo sucedido. También es importante vigilar tus propias afirmaciones, por ejemplo, nunca debes decir "tengo un problema en el trabajo". En su lugar, es mejor decir "Ha surgido una situación difícil que requiere especial atención".
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Mindfulness
Se trata de un concepto psicológico orientado a la atención plena de lo que está ocurriendo en el momento dado. En otras palabras, tienes que aprender a ser consciente de lo que te rodea y de tu propio estado interior, es decir, tus sentimientos, emociones y deseos en ese momento. La principal pregunta que debes hacerte regularmente para desarrollar la atención plena es: "¿Cómo me siento ahora mismo?". Es decir, lo más importante es comprender los sentimientos que estás experimentando. Esto te permitirá estar siempre en contacto con la realidad, ser consciente de tus propias emociones y acciones, y por ende, controlar el estrés.
Por supuesto, lo mejor es utilizar todas las técnicas sugeridas: llevar un estilo de vida activo y saludable, hacer nuevas amistades y socializar más, utilizar afirmaciones y meditaciones, practicar la atención plena y cambiar de actitud. Sin embargo, puedes probar distintas técnicas y encontrar la que mejor te funcione.
P. S. Qué es el concepto de well-being y por qué es importante conocerlo
Well-being se refiere al bienestar físico, emocional y social total de una persona. Se puede lograr alcanzando la armonía en todos los ámbitos de la vida, incluido el ambiente en el trabajo.
Así pues, el concepto de well-being consiste en crear el entorno de trabajo más adecuado y propicio que permita al empleado alcanzar su pleno potencial, ampliar su horizonte profesional, potenciar las competencias existentes y adquirir otras nuevas, logrando al mismo tiempo una satisfacción laboral total. Se puede decir que se trata de un enfoque especial de la cultura corporativa necesario para que una empresa prospere. Implica, por ejemplo, enseñar a los empleados a gestionar el tiempo, delegar y priorizar correctamente tareas, así como tener relaciones amistosas en el equipo, ayudarse y apoyarse mutuamente, solucionar conflictos, crear un espacio de trabajo cómodo y una zona confortable para el descanso y las pausas. En otras palabras, el directivo debe crear el entorno más cómodo y acogedor tanto en el sentido psicológico como físico. Y los empleados deben apoyar los valores comunes de la empresa, fomentar la ayuda mutua, las iniciativas y las ideas creativas y afrontar juntos las situaciones estresantes. Al fin y al cabo, como sabes, sólo las empresas cuyos empleados trabajan en un equipo unido alcanzan el éxito. ¿Sabías que el principal "combustible" de una empresa próspera es un buen equipo? Así es.
Por eso son especialmente importantes la gestión del estrés y el mantenimiento de un entorno psicológico favorable. Por supuesto, es imposible eliminar por completo los factores de estrés de tu vida. Sin embargo, conociendo las técnicas de gestión del estrés, podrás minimizar las consecuencias de una tensión prolongada y aprender a manejar este estado.