Las entrevistas son un momento muy exigente en la vida de cualquier persona, especialmente si es la primera en su vida.
A veces, incluso los profesionales experimentados cometen errores en ella, lo que les hace enterrar el trabajo de sus sueños en la ruina, aunque realmente lo merezcan. ¿Cómo evitar cometer los mismos errores? Hemos ideado una forma divertida de librarte de ellos de una vez por todas: repasa las tarjetas con consejos perjudiciales que nunca deberías seguir, luego haz clic en ellas y lee cómo deberías hacerlo realmente.
Y si quieres aprenderlo todo sobre cómo conseguir un trabajo, bienvenido al curso "El trabajo de tus sueños", donde aprenderás no sólo a brillar en las entrevistas de trabajo, sino también a negociar salarios elevados, a aumentar tu valor en el mercado laboral y a establecer relaciones con tus compañeros.
En 2022, ya nadie escribe cartas de presentación. Un CV será suficiente
Un currículum vitae no será suficiente, ya que los directores de recursos humanos y los empleadores revisan cientos de ellos durante un día y son casi iguales. Las cartas de presentación escritas para cada empresa son las que ayudan a los empleadores a diferenciarte de los competidores. Demuestra tu interés por el nuevo empleador incluyendo en tu carta referencias a la experiencia pasada, a la formación y a los proyectos relevantes, y apelando a que esperas encontrar allí aún más oportunidades profesionales. Lo importante es mantener la carta en tres párrafos como máximo.
No tiene sentido averiguar detalles sobre la empresa de antemano: te lo dirán en la entrevista de todos modos
Todo empresario espera encontrar un empleado motivado que haya elegido su empresa conscientemente. Por lo tanto, la preparación de una entrevista es imprescindible. Averigua de antemano a qué se dedica la empresa, cuáles son sus logros y resultados, cuál es su posición en el mercado, quién la dirige y qué pretende conseguir la empresa. De este modo sabrás si en principio te interesa trabajar aquí y al mismo tiempo impresionarás al entrevistador con tu conocimiento de todos los matices.
Para llamar la atención sobre tu candidatura, vale la pena que te presentes a todas las vacantes de la empresa que se publican en la web
Un empleador busca un profesional, y para serlo hay que centrarse en una especialidad y cavar, cavar, cavar. Es imposible ser el mejor en una sola cosa, así que alguien a quien no le importa trabajar como comercializador, editor y gestor al mismo tiempo plantea grandes interrogantes. En el mejor de los casos, te verán como un bot que envía comentarios masivos, y en el peor, te verán como alguien sin propósito ni ambición, que no sabe lo que quiere de su carrera y está dispuesto a conformarse con lo que quiera.
Para un trabajo de ensueño, puedes mentir sobre las habilidades que no tienes. Ya lo entenderás más adelante.
Puede que te sorprenda que tener ciertas habilidades no sea el criterio más importante a la hora de que un empresario decida si te contrata o no. Por otro lado, tu capacidad de aprendizaje y adaptación es importante. Una pizca de honestidad es igualmente importante, por lo que de ninguna manera debes poner en tu CV lo que nunca has experimentado o lo que no posees adecuadamente. Si surge en medio de una entrevista de trabajo, puede incluso hacer que te despidan.
Es mejor admitir que aquí y ahora te falta experiencia, pero que aprendes rápido y ya has empezado a revisar materiales sobre el tema. Pon también el énfasis adecuado en tu currículum: haz hincapié en las habilidades que son directamente relevantes para tu perfil laboral y deja fuera las que no son necesarias para el puesto (¿por qué abarrotar tu currículum?). Tu objetivo es convencer al empresario de que puedes hacer el trabajo de forma eficaz y mejorar si es necesario, no de que puedes hacerlo todo.
Antes de la entrevista es una buena idea leer un par de libros sobre PNL para convencer al entrevistador de que te acepte
La postura de "yo soy el inteligente y hay tontos alrededor" es un perdedor seguro. No intentes ser más astuto que el entrevistador, sobre todo si se trata de un director de recursos humanos: ellos mismos están entrenados en técnicas de PNL y otros trucos psicológicos para identificarlos y detenerlos. Respeta a tu entrevistador y procura que la comunicación sea abierta y productiva, en lugar de persuasiva. La capacidad de escucha activa, la capacidad de hablar en público y la inteligencia emocional son lo que realmente te ayudará a ganarte a un posible empleador.
Si es tu primer trabajo y no tienes experiencia ni conocimientos relevantes, vale la pena decírselo directamente al empresario. La sinceridad es lo más importante
Sí, la sinceridad es importante, pero no cuando te impide presentarte de forma positiva. Aprende a jugar con tus puntos débiles. Por ejemplo, si no has trabajado antes en ningún sitio, no digas "no tengo experiencia laboral", sino "he sido voluntario en esta organización, y también he ayudado a dirigir un proyecto aquí por ejemplo". Si has dirigido eventos, actuado como organizador, desarrollado un producto por ti mismo o simplemente eres activo en tu nicho elegido, habla de ello como tu experiencia laboral. Lo mismo ocurre con las aptitudes: no lances la información al empleador de frente y habla de las ventajas en lugar de las desventajas.
Presenta todos tus diplomas y certificados a tu empleador
Sí, los certificados y diplomas son realmente importantes, pero sólo los que refuerzan tu profesionalidad en un campo concreto, no todos. Hay diplomas universales que benefician a cualquiera: por ejemplo, los certificados de competencia en lenguas extranjeras, como el TOEFL o el IELTS. También sirven los diplomas de finalización de cursos profesionales en plataformas educativas de renombre. Pero ninguno de ellos es necesario en absoluto.
No importa cómo llegues a la entrevista, lo que importa son tus conocimientos y experiencia
La primera impresión es la más fuerte, y no es fácil de disipar. Y se forma en los primeros 10-15 segundos de la conversación. ¿No quieres impresionar al empresario no sólo con tu inteligencia, sino también con tu profesionalidad y pulcritud? No es necesario que te vistas de acuerdo con un código de vestimenta, pero tu ropa debe ser neutra, limpia y planchada. No hay zapatos sucios ni pelo desordenado. Para no calcular mal el grado de brillo o estilo, puedes consultar la galería de la página web de la empresa o las cuentas de las redes sociales del empleado para ver cómo se visten.
Cuenta todo lo que puedas sobre ti, preferiblemente toda tu biografía: el empleador apreciará tu honestidad
Es importante mantener un diálogo abierto, pero tiene que haber una medida para todo. Una entrevista de trabajo es una conversación profesional, una conversación entre dos profesionales, no un encuentro amistoso. Concéntrate en describir tu trabajo, tus tareas y tus logros, haz contrapreguntas al entrevistador para mostrar tu participación, aplica la capacidad de escucha activa y responde a las preguntas que te planteen. Por otro lado, habla con tus amigos sobre tus hijos, tu familia o tus aficiones. Lo ideal es preparar las respuestas a las posibles preguntas del entrevistador con antelación y no permitir que ni tú ni el entrevistador se distraigan.
Habla con tu entrevistador de igual a igual para dar una impresión de profesionalidad
Si te sientes cómodo en la entrevista sin sentirte nervioso o avergonzado, esa es la mitad de la batalla. Pero no confundas la asertividad con la familiaridad y la falta de etiqueta. Una actitud amistosa no gustará a nadie si acabas de conocer a la persona. En una entrevista de trabajo, el entrevistador no sólo pone a prueba tus conocimientos, sino también tu capacidad para comportarte de forma socialmente adecuada y observar la etiqueta empresarial.
Cuéntale al entrevistador que estás planeando lanzar tu propio negocio pronto o unirte a una empresa más grande, pero que sólo quieres practicar mientras tanto
Ningún empresario querrá "cambiar" por un empleado que no esté interesado en desarrollarse a largo plazo en la empresa. Por lo tanto, si en la primera entrevista le haces saber al empresario que su compañía no está en tus planes futuros, dará preferencia a otro candidato que espera estar asociado a la empresa durante al menos varios años. Por lo tanto, hazle saber al entrevistador que quieres permanecer en el puesto, que lo ves como un trampolín para crecer y profundizar en la profesión. Si quieres compartir con el empresario algún plan para tu vida, sólo comparte los que estén relacionados contigo.
Las entrevistas no son fáciles, pero ahora sabes exactamente cómo no fracasar al principio. Mantén la calma, sé consciente de tus puntos fuertes y muestra tu voluntad de aportar resultados a la empresa: eso es lo más importante.