Los psicólogos aún no han llegado a un consenso sobre lo que significa "estado de recursos". Sin embargo, no hay duda de que en un estado de recursos una persona puede lograr los mejores resultados, porque en un estado de recursos se siente mucho más feliz, más tranquila y más productiva.
En un estado sin recursos, normalmente sólo tenemos energía suficiente para vivir. Pero los recursos internos de nuestro cuerpo se pueden activar y también la energía que podemos gastar para alcanzar nuestros objetivos personales. El estado de recursos es un estado natural para nosotros, pero a menudo nos vemos expulsados de él para volver a un estado sin recursos. ¿Por qué ocurre esto?
Es porque nuestros recursos internos -físicos y emocionales- son limitados. Los gastamos todos los días en el trabajo, luchando contra el estrés y las preocupaciones, por lo que acabamos en un estado de falta de recursos en el que nuestras energías físicas y emocionales están simplemente agotadas. Por eso hay que regenerar regularmente los recursos internos. Todo el mundo se asegura de tener suficiente dinero para sus necesidades básicas, pero nadie cuida su energía interior, olvidando que es tan fácil vaciarla como su billetera. Sin embargo, si tus recursos internos están a cero, esto puede poner en peligro tu carrera e incluso tu felicidad personal.
Así, el estado de recursos se basa en los recursos físicos y emocionales. Por lo tanto, es necesario restaurarlos, activarlos y no volver a abandonarlo.
Restablecer los recursos físicos
Los recursos físicos de una persona son mucho más limitados que los emocionales. Esta sensación es aún más fuerte a medida que se envejece: si a los diez años no te cansabas incluso después de una maratón, a los cuarenta levantarte de la cama es todo un reto. Pero podemos cambiar nuestro estilo de vida para ser más fuertes y alcanzar más.
No hay nada como cuidar tu salud para mantenerte en un estado de recursos. Lo primero que hay que hacer es adquirir hábitos saludables:
- Da un paseo al aire libre. Los paseos al sol también son necesarios: esto ayuda al cuerpo a reponer sus reservas de vitamina D;
- Bebe suficiente agua antes de sentir sed (la sed es el primer síntoma de deshidratación);
- Haz ejercicio regularmente (al menos 1 ó 2 veces por semana).
A menudo no encontramos la energía para cambiar nuestra vida a mejor porque nuestro cuerpo ha entrado en un modo en el que produce muy pocas hormonas de la felicidad que nos alimentan. Estas hormonas son la dopamina, la endorfina, la oxitocina y la serotonina. Loretta Breuning, fundadora de Inner Mammal Institute y autora de "Las hormonas de la felicidad", cree que es posible estabilizar la producción de las hormonas adecuadas en sólo 45 días. ¡Un estilo de vida saludable es la manera de hacerlo!
La actividad física y un buen régimen de bebida son esenciales para la producción de las hormonas de la felicidad. También pueden estimularse poniéndose en forma. Debemos estar contentos cuando nos desarrollamos y cuando podemos ver nuestro propio progreso. ¿Y qué es la alegría sino la producción de hormonas? Por eso es importante llevar un registro de cada paso de tu objetivo (por ejemplo, listas de control) y celebrarlo después de completarlo, ya que así te mantienes en un estado de recursos.
El segundo componente que conforma nuestro estado de recursos es el emocional, sin el cual los físicos no servirían de nada.
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Restablecer los recursos emocionales
¿Qué significa "tomar el control de tus recursos"? Significa gestionar eficazmente tus gastos y encontrar fuentes de reposición en el momento oportuno. Eso es lo que hay que hacer con la energía emocional. La razón principal de su consumo excesivo es el miedo. Nos ralentiza y requiere demasiada energía para hacer frente a unos cambios que no debemos afrontar, sino fomentar. Como resultado, los recursos emocionales se malgastan en lidiar con el estrés (que ellos mismos causaron) y no van a ninguna parte. Puedes aprender rápidamente a gestionar tus miedos en el curso online "Dile no a tus miedos. Nueva vida y nuevos resultados".
Es importante buscar y reparar constantemente esos "agujeros" por los que se filtran nuestros recursos emocionales. ¿Cuándo se gasta más energía emocional? Por ejemplo, cuando tenemos un sentido exagerado de la responsabilidad y nos castigamos duramente incluso por los errores más pequeños. Cada uno tiene sus propias razones para malgastar sus recursos emocionales. Encontrar estos motivos te ayudará a controlar constantemente tus reacciones y a desarrollar tu inteligencia emocional. Puedes desarrollarla en el curso "Cómo aprender a comunicarse con la gente: desarrolla la inteligencia emocional".
La auto-observación también es esencial para encontrar actividades que restauren tus recursos emocionales. Cada caso es diferente. Para cada persona, será totalmente diferente: por ejemplo, algunas personas recuperan sus recursos emocionales sentadas en casa y leyendo un libro, mientras que otras lo hacen mientras se divierten en una discoteca. Encontrar tu propia manera de restaurar los recursos sólo puede hacerse a través de la experiencia: observando cómo te sientes y probando diferentes opciones. Sin embargo, el estado emocional de cualquier persona siempre se ve afectado positivamente por:
- las buenas relaciones con los compañeros, trabajando en un proyecto común interesante. Pasamos mucho tiempo en el trabajo, y es importante que este tiempo no sólo sea exigente sino también satisfactorio;
- la interacción con nuestros seres queridos. Ayuda a regular el fondo emocional y el clima del hogar;
- la risa. Esta es la forma más fácil y conocida de sentirse mejor. ¡Comprobado!
La risa no sólo nos ayuda a recuperar las fuerzas, sino que incluso puede curarnos. Un sensacional experimento del periodista Norman Cousins lo confirma. A Norman le diagnosticaron la temida enfermedad de la colagenosis. En esta enfermedad, los músculos se vuelven rígidos y entumecidos, y finalmente la persona puede perder la capacidad de caminar. Tampoco son infrecuentes los problemas cardíacos, renales y gastrointestinales. La enfermedad de Norman empeoró y el tratamiento no surtía efecto. Comenzó a buscar una solución alternativa. Su médico dijo que la enfermedad se alivia cuando sobrecarga el sistema endocrino, como en las mujeres durante el embarazo. Norman pensó: si las emociones negativas deprimen el sistema endocrino, ¿pueden las emociones positivas estimularlo? Pidió a la enfermera que le leyera sus historias humorísticas favoritas, incluidas las comedias. Se reía al menos seis horas al día y, al cabo de unas semanas, la enfermedad empezó a remitir, aunque los médicos pensaban que su caso no tenía solución.
Mucha gente piensa en el estado de recursos como una abstracción, en la que uno se siente sobrehumano y puede lograr cualquier cosa. Pero el estado de recursos es algo mucho más realista y, sobre todo, alcanzable. Ese estado puede convertirse en tu realidad hoy mismo si controlas tu gasto de recursos y lo repones regularmente. Cuando tienes recursos, puedes afrontar los retos y disfrutar de verdad. ¿No es esta la vida que siempre soñaste?